26 de Julio de 2016
MARTES, proponemos cancionaza del nuevo disco de MICHEL KIWANUKA y…
– acabó el TOUR con la decepción habitual: gana de calle el mejor y más aún, si tiene el mejor equipo y a sus rivales se les ve deprimidos ante tal superioridad. Ni siquiera hemos visto ataques -relevantes para la general- en las etapas de montaña.
– terminan de recogerse los restos de la gran juerga de las PAELLAS del domingo; queda como pésimo recuerdo/aviso para el futuro la denuncia de una violación, de madrugada, en el recinto festivo
– las NUBES siguen ahí, derrotando nuestras ansias de playa y de sombra en la terracita
– el JAZZALDI donostiarra finaliza otra edición con más brillos/lentejuelas y autosatisfacción (según su director, todas las ediciones, una tras otra, son excelentes, inmejorabes, qué suerte la suya…) que brillo artístico del bueno
– el Athletic sigue concentrado, perpetrando partidos amistosos que deberían ser a puerta cerrada de lo malos que son y de lo poco nada que informan al aficionado sobre cómo está el equipo o sobre la composición de la plantilla para este curso, y lamentando un año más que no tiene sustituto fiable para un Aduriz cercano a su retirada por imperativo biológico
– el cineasta británico TERENCE DAVIS sigue creando melodramas impecablemente éticos y estéticos que te dejan con boca y ojos abiertos (no se pierdan «Sunset song», aún en cartelera, solo en Bilbao)…
– o sea, que todo, más o menos, sigue igual que ayer y anteayer….
– y la factoría del soul/blues mundial sigue proporcionando discazos, como el segundo de MICHAEL KIWANUKA, el británico de origen ugandés de quien hemos hablado muchas veces, por las preciosas canciones que contenía su disco de debú «Home Again», publicado hace ya cuatro años.
Titulado ‘Love & Hate’ el nuevo material de MICHAEL KIWANUKA, recién editado, ha sido saludado con elogios incluso desmesurados («obra maestra» o «ha nacido unA estrella», hemos leído en publicaciones de referencia) y llama la atención al oyente por su producción compleja y contemporánea (hasta con aderezos electrónicos, oiga), obra del prolífico Danger Mouse, lo que le ha acarreado alguna comprensible incomprensión, por alejarse del sonido acústico y más «natural» del primer disco.
Es MICHAEL KIWANUKA un joven talentoso (buen compositor, gran cantante, guitarrista competente…), sencillo, emocionado por su éxito y nada pomposo, cuyos padres huyeron del tiránico y cruel régimen de Idi Amin, que ha sabido buscarse la vid y que ha tenido la suerte que merece. Reconoce estar en la música para algo tan prosaico y elemental como sentirse bien, y para dedicarse a lo mismo que sus ídolos de la infancia (Marve Gay, Jimi Hendrix, Bob Dylan, Nirvana, Pink Floyd…). Cuenta Michael que nuevo disco habla de «las emociones humanas y los conflictos que surgen cuando no eres capaz de gestionarlas bien”. Lo dicho, un tipo sencillo y sin tonterías de divo, pretensiones ni rarezas; así lo comenta todo el mundo.
«En contraposición a ‘Home Again’, las nuevas canciones de Kiwanuka siguen siendo introspectivas pero no así su realización, mucho más ambiciosa. Kiwanuka y compañía abren en ‘Love & Hate’ una exuberante panorámica de cuerdas, pianos, coros celestiales, guitarras líquidas y metales al servicio de las melodías de R&B y soul clásico de Bill Withers, Otis y compañía que es tan emotiva como intrincada», explican en la web especializada jenesaispop.
Vamos a escuchar, para dar comienzo a esta mañana que a su vez inicia una semana laboral de solo cuatro días con «Black Man In A White World», una de las más atractivas (y más blues/gospel, aunque vira a media canción al soul/pop) cancionacas de este nuevo disco de MICHAEL KIWANUKA.