DOMINGO, 4 diciembre, inmersos en pleno SUPERPUENTE, que cada uno disfrutará de la manera que mejor entienda y pueda. Dos festivos, que caen en martes (6, día de la Constitución) y jueves (8, día de la Inmaculada) dan para combinaciones que bien estiradas y dispuestas, por lo excitante, rozan lo erótico. En teoría, sería posible hasta pillar libre toda la semana que viene haciendo uso de los tres días intermedios entre festivos. Aunque así, desde fuera, parece suficiente descanso (sobre todo, teniendo en cuenta que, antes o después, los días libres se acaban pagando restando otros a lo largo del año) coger solo uno de estos tres posibles días de puente, por ejemplo haciendo el pack festivo lunes y martes, y así haber descansado cuatro días seguidos; o quizá nos convencería más trabajar mañana lunes y coger fiesta el miércoles en modo “no me véis hasta el viernes”. Tampoco estaría mal, je, pillar dos días de puente (por ejemplo, lunes y miércoles) y encadenar así una tacada de seis días seguidos (de sábado a jueves) de no-trabajo.
Bueno, al tema, que lo que queríamos contaros es que ayer, con un animadísimo ambiente, INAUGURAMOS en La Estación de Neguri la extraordinaria EXPOSICIÓN DE BALLESTEROS-TORRE “Historias de una alacena”, homenaje al bodegón clásico, que muestra más de una veintena de obras que comparten tamaño y técnica, el Giclée, que nació en los años 90 y consiste en la impresión por inyección de tinta sobre soportes como lienzo, papel de algodón, vinilo… El Giclée se utiliza para hacer gráfica digital de alta permanencia y calidad, superando las de procesos tradicionales como la serigrafía.
En las obras de “Historias de una alacena”, la reproducción de las fotografías de Juan Torre se ha hecho sobre lienzo, con lo que su acabado es pictórico. Artísticas han sido también la iluminación, distinta casi en cada obra, y la composición de los bodegones, con diferentes alacenas y montajes, en los que aparecen alimentos como hongos, chuletas, bogavantes, cardos o fruta y objetos domésticos como lámparas y otros utensilios.
La sensación que generan en el espectador estas obras es, además del impacto por sus indiscutibles belleza y armonía, contradictoria: por una parte remiten claramente al bodegón canónico clásico de los siglos XVI a XVII (pensemos en Sánchez Cotán o Zurbarán) y por otra, ese hiperrealismo de la fotografía y ese acabado en lienzo nos sitúan sin género de dudas en la actualidad.
De cada obra se harán, nos aclaran los artistas, “un máximo de 7 copias certificadas y dos pruebas de artista, por lo que se consideran originales”. Si hay alguna expo de La Estación de Neguri que no deberías perderte, por su originalidad y calidad y por el merecido renombre de sus artistas, es “Historias de una alacena”, firmada por BALLESTEROS-TORRE. Tienes todo el mes de diciembre. Cuesta imagina un regalo más elegante y hermoso para estas Navidades, sí.
Demos inicio a este domingo de diciembre escuchando una canción que representa el producto de la unión puntual de dos estrellas tan minoritarias como brillantes de la música indie estadounidense separadas por media generación, que no parece mucho tiempo pero lo es en términos de calendario musical: la chica, HOPE SANDOVAL nació en 1.966 en el seno de una familia méxico-americana de Los Ángeles, California y el chico, nuestro adorado KURT VILE, espléndido guitarrista y uno de los más deslumbrantes talentos surgidos estos últimos años en la escena mundial del rock con nombre de autor, vino al mundo en 1.980 y procede del otro lado del país, Pensilvania. Ella tiene 50 años y él 36, que no parece tanta diferencia, pero para nosotros ella es una veterana y él la más pura expresión de lo que ha dado de sí la mejor music estos últimos cuatro o cinco años.
Esta canción del video que os ponemos más abajo, «Let Me Get Ther» se ha publicado en un notable disco, “Unitl the hunter”, que ha pasado inadvertido para muchas publicaciones y aficionados, y es el nuevo trabajo de HOPE SANDOVAL, la más genuina musa de ese pop lento, narcotizante (dream-pop se llamaba al invento, háganse a la idea), melancólico, nihilista y ensimismado que tanto nos encandiló en los años 90 al frente de Mazzy Stars y ya posteriormente con su proyecto Hope Sandoval & The Warm Inventions, que dio sus primeros pasos en 2.001, con el espléndido “Bavarian Fruit Bread”.
Hope Sandoval & The Warm Inventions es, en realidad, un dúo en el que Hope comparte la labor creativa con Colm Ó Cíosóig, batería y miembro fundador de los también referenciales –pero un poco antes, mediados los 80s y primeros 90s- My Bloody Valentine., con el que lleva, con este último, tres discos seductores, lánguidos y hermosos pero sin esa pegada doliente y esa llamada casi desesperada a la inacción militante que eran los discos de Mazzy Stars.
Aquí, en esta bellísima canción, escuchamos las voces de Hope y Kurt y la guitarra de este último. Confiamos en que os guste la canción.