Esperanza, la palabra clave del momento. Y no porque es lo único que nos queda ante el cansino y aparentemente irresoluble problema catalán, ante la penosa crisis de los refugiados o las catástrofes naturales que siempre se ceban en los más pobres, ante el cruel terrorismo islamista o la imparable violencia machista, ante el cataclismo diario causado por la estupidez de Trump y por la incompetencia de los políticos del país y de fuera, ante los alquileres imposibles y los sueldos miserables que les ha tocado sufrir a los jóvenes… Tampoco es porque «Esperanza» es el elocuente título del primer disco de RICARDO LEZÓN (líder de los maravillosos Mcenroe getxotarras), sino porque la existencia de jóvenes artistas como el propio Ricardo y como MARIA ARNAL i MARCEL BAGÉS parece querer indicar que aún queda esperanza en, al menos, un mundo en el que la sensibilidad, la empatía, la el inconformismo y la poesía tengan su espacio.
La letra de la canción de MARIA ARNAL i MARCEL BAGÉS incluida en el mensaje que comparto es más reivindicativa y aferrada a la actualidad; esta es más romántica, pero ambas son estupendas. «Tú que vienes a rondarme». Esperanza, sí.