“Les orphelins”, es decir, “Los huérfanos”, del pintor simbolista Louis Welden Hawkins, que se sumó al final de su carrera al impresionismo tardío. Este maravilloso cuadro, fechado en 1.881, puede verse en el Museo D´Orsay, en París, donde tomamos la foto, junto a otra espléndida media docena de cuadros del mismo pintor. Que, a pesar de su maestría, no nos sonaba ni de nombre, lo que tampoco es de extrañar. O sea que nos hemos interesado siquiera un poco por el autor. Louis Welden Hawkins nació en Alemania de padre inglés y madre austríaca, vivió su infancia y primera juventud en Inglaterra y posteriormente, tras estudiar arte en diversas academias de París, se nacionalizó francés; murió en la Bretaña francesa en 1910 a los 61 años. Algo nos hechizó en este cuadro que nos hizo fotografiarlo, y ahora, un mes después, nos sigue fascinando este paisaje otoñal, tranquilo y rural, elegante y sobrio pero con cierta pátina acogedora y amable, la que comunica la discreta presencia de dos figuras humanas, una al menos joven y femenina.
Banda sonora: interpretada por el pianista Pascal Rogé, “Gymnopédies nº 1, 2 y 3”, del compositor francés ERIC SATIE; compuso sus inmortales Gimnopedies en 1.888, solo siete años después de que Louis Welden Hawkins terminara y diera a conocer este cuadro de “Los huérfanos”. Un cuadro y una música para mirarlo, ocho minutos de puro oro emocional.
Esta music se pegó a nuestra vida hace ya mucho tiempo y sigue ahí, bien amarrada.