NOSOTROS ÉRAMOS DE NACHO VEGAS. Otros eran de Serrat, de Sabina, de Krahe, de Silvio, de Aute, de Paco Ibáñez o de Antonio Vega, Hilario Camacho, Manolo García, Ruper Ordorika, Ismael Serrano, pero nosotros éramos, sobre todo (además de los euskaldunes Mikel Laboa e Imanol, que tierra e idioma siempre tiran mucho) del asturiano NACHO VEGAS.
Quizá porque la sonoridad de su cancionero nos remitía a Leonard Cohen y a Nick Cave, quizá porque sus seductoras y autodestructivas letras nos hablaban de un mundo cercano, quizá también por su fama de hombre escurridizo, raro, misterioso y con aficiones radicales e insalubres muy de la época.
El caso es que NACHO VEGAS lo vivimos, años 90s y 00s, de una manera muy especial, muy cercana. Por la razón que sea, quizá por todas estas y por tantas otras. Ah, y las canciones, y sobre todo sus letras, nos gustaban mucho, sí.
Y si fuimos tanto de Nacho Vegas fue por temazos como «El Angel Simon», una canción-relato impecable (dirigida al parecer a un padre, ya fallecido, de costumbres insanas que marcaron su prematuro y desconsolador final) con la mordacidad, el humor corrosivo y el sentimiento a flor de piel marca de la casa. Y, también, con eosos inspirados versos en los que la razón y el pragmatismo acaban siempre perdiendo la batalla contra los recuerdos, los temores, los hábitos y los deseos invencibles
Veremos, claro que sí, este viernes en el BIME a PJ HARVEY, al escocés EDWYN COLLINS (ex-líder de los ochenteros Orange Juice, y con una más que estimable carrera en solitario) y el country-folk-rock sedoso, tranquilo y recitativo/poético de los estadounidenses RICHMOND FONTAINE: son nuestros tres conciertos subrayados y, salvo sorpresa, los veremos completos.
Pero tras estas tres esperadas actuaciones llegará la medianoche, el bocata y la cerveza nª vete a saber, y nos sumiremos en la duda: ¿el pop-rock británico de esos SUEDE que triunfaron en los 90s y han resucitado esta útiam década con dos últimos discos potables, o NACHO VEGAS, nuesto cantautor folrock favorito de hace unos años (y hoy felizmente sustituido por Ricardo Mcenroe, atentos a su próxima carrera en solitario, que comienza con disco a medias con New Raemon)?
En realidad el dilema no es tan trascedental: los últimos discos de Nacho Vegas ya no nos emocionan, y el -más que correcto- pop-rock enfático de Suede nunca nos convenció del todo e incluso les cogimos un poco de tirria las veces que les vimos en directo (en Benicassim cayeron en no menos de tres ocasiones en otras tantas ediciones), más que nada por el cansino rollo fan casi histérico de muchos de sus seguidores, más que nada féminas, todo hay que decirlo. Y es que Brett Anderson es un guaperas estiloso y se muestra como todo un front-men en el escenario..»Su set estará dividido en dos partes: en la primera, interpretarán su último LP de principio a fin tras una pantalla semitransparente donde se proyecta el film que forma parte del disco. En la segunda, los protagonistas serán los grandes éxitos, entre los que se esperan temas míticos como ‘Animal Nitrate’ o ‘Trash’. Ésta será una de las últimas veces que los seguidores de Suede podrán disfrutar de este espectáculo en 2016″.
Pues mira, quizá nos dejamos caer en la segunda parte de Suede, y nos da tiempo así a ver qué tal suena lo nuevo de Nachete. Siempr es una alegría volver a verle. Muchos y buenos recuerdos nos trae su music. «Formalidad, poca, pero que dure».