Si aguantan los limones, aguantamos nosotros. Al fistro de tiempo que llevamos sufriendo dos meses (la frase del mes: «cuatro grados y llueve en Bilbao; tendencia a empeorar», en la radio, el pasado martes) y al horroroso juego del Athletic esta temporada, como buena muestra el espectáculo de impotencia y ausencia del más mínimo rigor y criterio futbolístico del empate cosechado ayer (no se mereció ganar, qué va) en San Mamés ante el vicecolista y equipo más goleado de la Liga. Con lo que nos afecta el tiempo y el Athletic, llevamos una racha que para qué.
Lo dicho, hay que aguantar y confiar en que las cosas mejorarán (lo del Athletic tiene muy mala pinta: incluso pensamos hoy que Ziganda, cuya dimisión o cese es imprescindible para salir del hoyo, no es el único responsable: la plantilla quizá requiere savia nueva, cambios y relevos, incluso en jugadores que fueron hace no mucho muy importantes, Iturraspe, Raúl García y Rico entre ellos) aunque reflexionando sobre la foto que acabamos de sacar en nuestro pequeño jardín, quede la duda de si sudamos del estrés, si simplemente nos hemos mojado tras el paseo, o si en realidad tenemos goteras por el constipado que (el trato hace el afecto, decía aquél) nos ha cogido cariño y se ha quedado en casa a vivir, para siempre.
En fin, os dejamos con un tema de uno de los discos más lúdicos y amenos de escuchar de lo que llevamos de año, “I Can Feel You Creep Into My Private Life”, lo nuevo de los, más que eclécticos, osados e irreverentes TUNE-YARDS, en el que casi todo tiene cabida (sonidos afro y caribeños, retro 80s, funk, pop, rock, house, disco music…, o sea, una fiesta de categoría)