«Pájaros de verano», Ciro Guerra y Cristina Gallego

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vimos este espasado domingo, en el cine, PÁJAROS DE VERANO, de Ciro Guerra y Cristina Gallego. Os cuento un poco.

Para mí, es una de las películas más apasionantes de los últimos años, con una fuerte y muy original componente histórica y antropológica que lejos de restar amenidad al relato refuerza y enmarca inmejorablemente la narración de una desgarradora tragedia que explica muchas cosas, desde el inicio del narcotráfico en Colombia (¿y en el mundo?), los ritos ancestrales de la comunidad wayuu, los traumas que genera la violenta irrupción del capitalismo -representada por el dinero fácil del narcotráfico-en una aislada, austera y tradicional comunidad agrícola y ganadera estructurada en clanes familiares…,

Impresionante. Si Ciro Guerra y su pareja Cristina Gallego nos asombraron con la épica y mitológica historia de “El abrazo de la serpiente” en un suntuoso blanco y negro, con “Pájaros de verano” vuelven a crear un artefacto cinematográfico no solo diferente al 99% de los productos creados por la industria cinematográfica sino casi insólito, rebosante de virtudes (qué tal, sin ir más lejos, la cantidad de cosas que se aprenden en esta peli y lo bien contados e integrados que están los elementos informativos dentro de la historia apasionante que se nos cuenta).

Una de esas pelis que, al igual que “Roma” muestran la grandeza y la vigencia del séptimo arte, sus fantásticas posibilidades como el más fascinante medio de expresión para artistas con talento que saben buscar historias originales con enfoques comprometidos (en ambas obras se habla, y se le da protagonismo estelar, no complementario ni decorativo) de las comunidades indígenas rurales o latinoamericanas).

Films de fuerte componente cultural, que no solo entretienen y emocionan inteligentemente al público sino que además le aportan nuevos conocimientos, además de puntos vista no convencionales sobre hechos por todos conocidos.

No te la pierdas. El paisaje del desierto de Guajira, los atuendos de los personajes (vestidos, sombreros…), el idioma de los wayuu y sus ritos y tradiciones son otros tantos personajes más de una peli apasionante , que aborda muchos subtemas (el matriarcado, la educación de los hijos, el respeto a las tradiciones como método de supervivencia, el peso opresor de ciertos ritos sociales, la importancia del diálogo para evitar conflictos…) a la que se le pueden, naturalmente que sí, reprochar ciertas cositas (va, solo una: es más eficaz e interesante todo el contenido «documental» de la peli que la propia historia, el relato trágico de enfrentamiento familiar por cuestiones de honor y ambición) que no plasmaremos aquí porque “Pájaros de verano” nos ha gustado tanto que sería injusto ponerle cualquier pero.