Llueve y ha refrescado…

… sí, pero es lo que tiene la primavera, que te da ora un abrazo soleado ora un empujón con malos modos. No mosquearse, en breve volverán los días luminosos, el calorcito y atardeceres sublimes como el de la foto, que tomamos hace muy pocos días en nuestro paisaje semiurbano (¡toma palabro!) favorito del mundo mundial.
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Banda sonora: de «Salutations», el nuevo disc(az)o del mejor seguidor imaginable de Dylan, el geniecillo CONOR OBERST, la cuasiperfecta «Too Late to Fixate»; y es que lo tiene todo, sin duda, es una de las canciones de este 2017.

Lunes festivo en Getxo. Se nos ocurren 3 opciones de ocio estupendas.

1) Un día soleado y suficientemente caluroso siempre es adecuado para ir a la PLAYA; si, además, solo es festivo en tu pueblo, con lo que lo presumible es que haya poca gente en los arenales (qué sinónimo más feo, pero estamos poco inspirados hoy y tendrá que valer), pues rozando lo perfecto. Ya estás cogiendo la sombrilla y poniéndote las chancletas, venga.

2) ¿Atacados por la muy respetable pereza a la que rendimos culto domingos y fiestas de guardar, preferimos estarnos quietecitos y dejar lo de exhibir nuestros fenomenales cuerpos ante el público para mejor dia? Pues nos acercamos a La Estación de Neguri, disfrutamos con calma y delectación la EXPOSICIÓN DE FOTOS del joven Juan Labad Ronchel, y nos tomamos un aperitivo en la terraza de tu local favorito de Getxo. Últimamente andamos encaprichados (algunos de nuestros clientes y amigos, queremos decir) con los VERMÚS. Este está funcionando bien, prueba y hazte uno en casa, si quieres y tienes todos los «ingredientes a mano»: Martini Bianco y mucho hielo, una rodaja de naranja y otra de limón, unas gotas de zumo natural de naranja, un chorrito de Campari (si no tienes, prueba con un poco de bitter), después otro de una ginebra con aroma intenso (usamos Bombay Saphire, pero vale cualquier otra) y de toque final, ponemos la tercera parte de una buena tónica, sirve esa que tienes en la cabeza. Remover con cuidado y listo, a morir de gusto, la vamos tomando poco a poco y saboreando esta maravilla. Sugerencia: es tan refrescante y rica esta bebida, te va subiendo a la cabeza con tanta delicadeza e intensidad que apetece consumirla rapidito y repetir, más que nada para confirmar sensaciones; pero es mejor tomar solo uno de estos bellos artefactos; es un trago potente, coloca bastante y tanto efecto como sabor perduran suficiente tiempo. Detalle gourmet, je: una vez bien fría la bebida, no es tontería quitarle todos los hielos menos uno.

3) Para la tarde, una peli, «Bajo el sol», que la tienes en los cines del Puerto Deportivo; una de esas de calidad, de autor, con objetivos claramente artísticos y hechas en Centroeuropa o Asia típicas de los Multis bilbainos que a veces, afortunadamente, programan en nuestro cine favorito de Getxo. «Bajo el sol» es una peli con poesía genuina, sin mucha cocina, y generosa en emociones fuertes pero a la vez con cierta contención en el drama, que trata sobre la guerra -o mejor dicho sobre sus consecuencias-, serbo-croata de últimos del siglo pasado mostrando la evolución de tres historias de amor (ocurren en 1991, 2001 y 2.011) entre un chico y una chica de cada uno de estos países en su tiempo contendientes de guerra. Y, cómo no, los impedimentos de todo tipo a que deben hacer frente para que su relación prospere. Una peli distinta, a la que han acusado los críticos especializados de tratar con cierta banalidad y distancia un problema tan grave como la guerra, pero que a nosotros ayer nos encantó. Rebosa «Bajo el sol», dirigida por Dalibor Matanic, de sentimiento y sensibilidad, y de precisión y depurada técnica narrativa. En lo estético (fotografía, encuadre, interiores, paisajes, banda sonora) es una sobria y austera (no podia ser de otra forma: habla de la guerra y sus efectos destructivos) delicia, las tres historias tienen fuerza, funcionan e interesan hasta el final, los personajes son muy creíbles, están perfectamente interpretados y filmados (sobre todo, uno primeros planos muy logrados) y te pasas un rato muy entretenido, con momentos de auténtico disfrute.

Venga, despegamos el culo del asiento que si no no llegamos para daros el aperitivo.

Para después de comer, os proponemos escuchar lo nuevo de MAC DEMARCO. Este temazo, cadencioso y tranquilito, «This Old Dog» es el que da título al disco.

Detalles agradables del día a día

Lo más bonito de tener un pequeño jardín es que, a veces, te pones a enredar y te salen unos ramos bastante apañaditos, oye.

Mientras, escuchamos cancionazas como esta «The Mallard» (amistoso y genuino vozarrón de vida bien vivida, guitarras preciosas y precisas, producción redonda) del nuevo, cadencioso y estupendo disco del veterano songwritter folk-rock británico MICHAEL CHAPMAN:

Dos sugerencias para esta semana:

MIÉRCOLES, ya es mayo a todos los efectos y no pasa nada especial, lo que tampoco es para quejarse. Estamos bien. Y seguimos aquí, en ello.

Dos sugerencias para esta semana:

1) una peli: LADY MACKBETH, dirigido por un debutante, William Oldroyd, es un dramón sin contemplaciones ni personajes buenos que sufren injusticias en los que apoyarse, transcurre en una zona rural en la reprimida época victoriana inglesa, es 1.865, y está basada en una novela rusa (de Leskov) de mediados del XIX.
Una joven, mediante un matrimonio de conveniencia pactado por su padre, llega a la casona -austera más que sobria pero elegante y señorial, y con varias criadas- de una penosa familia terrateniente compuesta por un anciano autoritario, violento, despiadado y machista a más no poder y su inestable, reconcentrado y asimismo enfurecido hijo, el marido de la joven, que menospreciado por su padre y su entorno, muestra tendencias sádicas y revela una personalidad asocial e incomprensible.
A nuestra heroína, poco más que una niña recién llegada a una casa ajena que nunca sentirá suya, los dos hombres, cada uno a su manera, la desprecian y humillan sin mayor motivo, y le obligan a una vida de reclusión, a respetar insoportables y estrictas normas asociadas al «decoro» femenino de esos tiempos, a asumir una vida de tedio y sometimiento que ella no acepta, por lo que aprovechando una circunstancia favorable (un largo viaje de su marido), inicia un radical -y sin red de emergencia- proceso de emancipación que termina en un drama que, no temas, no te hará llorar porque el responsable de esta peli no busca que empatices con ningún personaje, que ya es habilidad. ufff.
Heavy, romántica y trágica, entretenida de ver, muy realista y nada acaramelada, celebradísima por la crítica nacional y mundial y de una belleza formal intachable, está siendo cuestionada por algunos espectadores. Lógico. El esarrollo y, sobre todo, la resolución final del relato deja, además de sorprendido y desconcertado, incómodo, por no decir disgustado al público, y eso digámoslo otra vez, tiene su mérito.
Hasta el moño de lo políticamente correcto y de los finales felices que estamos. Quizá por eso nos gustó tanto LADY MACKBETH. Ah, visualmente es preciosa (el encuadre, la iluminación y la composición de las escenas de interior son alucinantes,casi pictóricas) y el relato, durísimo, árido y concreto a más no poder, sin divagaciones ni pérdidas de tiempo. Que también se agradece, no sobra el tiempo para perderlo en subrayados ni en prolongaciones innecesarias de diálogos o escenas.
Estamos ante una peli diferente pero de verdad. Nos recordó a la inolvidable «Elle» con una Isabelle Hupert de otro mundo, y eso es decir mucho. Florence Pugh, la actriz (nuevo rostro, ya, del cine mundial; y si no, al tiempo) que encarna a la protagonista de LADY MACKBETH roza la perfección, saliendo airosa en unos primeros planos muy comprometidos.
¿Cómo se compone la gestualidad de un rostro y la corporeidad de un físico y de una postura de una niña víctima de insoportables abusos que en su búsqueda de libertad se convierte en una asesina cruel y carente de escrúpulos? Sólo por ver cómo logra Florence Pugh este milagro merece ver LADY MACKBETH .

2) Un disco nuevo de chica, que como es sabido son nuestra debilidad más manifiesta en esto de la music. Se trata del de FEIST, cantautora folk-pop con bastante fama, epítome de lo que se dio en llamar el indie-mainstream (esto es, mitad prestigio y excelencia creativa; y mitad comercialidad y relativo éxito de masas), que vuelve a grabar tras su no muy aplaudido «Metals» de 2.011 pero que no estaba mal. El problema es que con «Let It Die» (2.004) y «Reminder» (2.007= la petó, je.
Feist es canadiense e hija de artistas, por supuesto, canta de maravilla, tiene unos 40 años, y participó, en realidad la formó con otros amigos, en una superbanda de primeros de siglo, Broken Social Scene (le vimos en directo en un Primavera Sound, je, eran el ciento y la madre en escena) pero lleva editados nada menos que siete discos a su nombre.
Feist es una importante estrella indie, que ha colaborado, además de con sus BSS, con José González, Wilco, Peaches, Kings Of Convenience…, tremendo pedigrí tiene, sí, su carrera. Y su nuevo disco mola mucho, y tiene canciones muy diferentes.
Nos quedamos con una de las más rockeras. Feliz miércoles.

Sobre series interesantes y otros comentarios

Vale, domingo que es como sábado. Raro, pero mola. Mañana sigue siendo domingo.
Tres cositas sin mayor importancia que os contamos:

1) Cocinamos hoy para la family de Bilbao/Getxo en la SOCIEDAD DEL PUEBLO (txoko, para los urbanitas). Platos principales: tosta de jamon ibérico en pan de cristal crujiente, almejas finas a la plancha, anchoas de Getaria rebozadas acompañadas de lechuga con cebolleta, merluza frita con pimientos artesanales de Lodosa a la plancha y paletilla de cordero lechal al horno. El postre, lo que traigan ellos. Nunca le he dado importancia al asunto de los dulces ni sé un pimiento de repostería. A ver si se nos da bien. No hay miedo.

2) ¿BUSCANDO UNA SERIE a la altura de las que más te han gustado en la vida? Y pongamos aquí, por ejemplo, Los Soprano, Twin Peaks, o más actuales Juego de Tronos, The Wire, Breakin Bad, Mad Men, Dexter, House of Cards…

Pues tenemos la (nuestra) respuesta: RECTIFY, que trata del impacto que causa en una familia y en su entorno – además de en sí mismo, naturalmente-, la absolución y regreso a la libertad de un joven que condenado a la pena de muerte a sus 18 años ha pasado casi veinte años en el corredor de la muerte esperando su ejecución mientras su familia luchaba incansablemente en los juzgados para demostrar su inocencia. Hemos visto los 30 capítulos de sus cuatro temporadas en una semana, cumpliendo escrupulosamente con el trabajo y los deberes sociales y familiares; echa cuentas lo pillados que nos ha tenido la serie. Apasionante, adictiva a más no poder, con unos diálogos impecables maravillosamente escritos y que abordan sin prejuicios ni tópicos y con desarmante lucidez casi todos los temas sobre los que merece la pena reflexionar; unos personajes muy diferentes pero igualmente complejos, completos y auténticos que luchan por encontrar su espacio y su propia historia, individuos muy humanos y frágiles a los que poco a poco vas comprendiendo, respetando y amando; escenas, sobre todo las de interior, filmadas con una iluminación perfecta, un sentido del encuadre y de la belleza intimista insólitos; una banda sonora eficiente y muy apropiada al drama, con pocas canciones, pero en las que aparecen temazos de Low o Sun Kil Moon; emoción de la buena, de la que te dignifica e incluso te hace crecer, y numerosos temas (las relaciones paterno-filiales, por ejemplo, están analizadas con precisión quirúrgica, pero con compasión) para pensar en soledad o hablarlos con alguien querido y -necesario- que dé cierto juego; intriga y misterio hasta la última escena: en fin, la serie total. Te envidiamos, aún no la has visto. Al igual que Philip Rot en sus novelas, el creador de “Rectify” se empeña en explicarnos por qué las cosas son como son en los pueblos de EEUU (la serie discurre en una pequeña localidad de Georgia), en las casas, en las familias, en las instituciones (ayuntamiento, justicia, iglesia, policía…) por qué actuamos como lo hacemos -con o contra nosotros mismos y con o contra los demás-, por qué somos como somos, por qué tenemos ciertos complejos y sufrimos cada uno nuestras propias obsesiones, cuál es el papel de la fe religiosa, de la familia o del trabajo en la configuración de nuestro entorno vital emocional, el origen y sentido de las adicciones, la violencia, el desengaño, la venganza… en nuestro mundo, en fin, casi todo lo importante. «Rectify»: recomendada no, lo siguiente.

Actualidad de nuestro local a primeros de mayo

Sabéis que seguimos con la expo «Arrantzaleak» del veterano pintor JOSÉ FERNÁNDEZ MORÁN y que os esperamos con la mejor selección musical (estamos pinchando mucho novedades como las del reaparecido lider de The Kinks Ray Davies recordando su época americana, el pop vintage y mágico de Proper Ornaments, el neoblues vocal de Eric Bibb, toda la discografía de Stve Gunn al que vimos anteayer en un fantástico concierto en Bilbao, el disco del ansiado regreso de los neoyorkinos de las guitarras flotates en cresCendo THE NEW YEAR, el pop eltoniano de FATHER JOHN MISTY, dos discazos del country que nos gusta a nosotros, los de la delicada y autoexigente Tif Merritt y el veterano Michael Chapman en plan Cash o Van Zandt, el descubrimiento del rock con sentimiento de VAGABON, la sorpresa de lo nuevo de FOXYGEN, el tristísimo y un poco monocorde homenaje del gran MOUNT EERIE a su mujer fallecida, las 50 canciones nuevas del superdisco de otra banda mítica que reaparece, MAGNETIC FIELDS….

Os dejamos con un encantador video de MCENROE grabado hace ya varios años en acústico haciendo lo que hasta ayer (se publicó un disco de dos canciones, habrá que pillarlo) era una canción inédita -y fenomenal, claro- de la banda que muy pocos conocíamos, «Escorpiones».

La novela «Vernon Subutex» de Virginie Despentes

Enganchados a la serie «THE AFFAIR» (terminando la tercera y última temporada de este adictivo y sensual drama familiar psico-socio-romántico), disfrutando aún de las incómodas reflexiones que propicia y alimenta (eso es lo mejor, que da un punto de vista) la lucidísima, más cruda e incluso escatológica que hiperrealista o supercrítica, porno en el buen sentido si es que lo tiene, punkie, posfeminista y, antes de nada, implacable novela (no deja bien a nadie, ni siquiera al lector) «VERNON SUBUTEX», de la escritora francesa Virginie Despentes, una autora de nuestra edad cuya lectura no recomendarías a tus hijos pero te gustaría que la leyeran, siempre que no hagan después muchas preguntas, inevitablemente incómodas, eso sí.
Con «Vernon Subutex» (al parecer, primera entrega de una trilogia: nos frotamos las manos) estamos ante un descreído y malhumorado -pero humano, sincero, sensato y muy sensible- manifiesto sobre la resaca de los alocados e irreflexivos años 80, vividos desde dentro del ciclón hedonista, y ante la más ácida visión de la crisis existencial de los 50 que recordemos, y ante la plasmación -sin filtro compasivo o decolorante hipócrita/interesado alguno- del desnorte, la inoperancia y la parálisis intelectual y económica de las hasta hace poco prósperas y casi modélicas sociedades europeas… todo ello narrado, por no decir vomitado, impulsivamente, casi con rencor hacia todo y todos y, desde luego, sin vaselina ni ponderación relativizadora que haga más amable el relato, por la pujante VIRGINIE DESPENTES (se ha convertido en la gran estrella de la literatura gala menos convencional), mujer malherida e incluso quizá resentida (una vida muy complicada y cambiante la suya: sabe de lo que habla, y se nota) y quirúrgica (dispara a todos lados, haciendo puntería por supuesto, y no cree ni en Dios la tía), que mata sus demonios interiores y repasa sus recuerdos haciéndonos disfrutar de una prosa arrebatadora que propone incontables temas de discusión pública muy actuales (feminismo, inmigración, ascensión de la extrema derecha, problemática LGTB como se dice ahora, la prostituciòn y el porno como modo de vida, la crisis del Estado de Bienestar…) y reflexión personal. Novelón con todas las letras, que para más atractivo elige como contexto un ambiente y unas vidas muy vinculadas al rock, marginación vs elitismo, y a la escena alternativa.

Vamos incorporándonos a LA VIDA CORRIENTE tras las vacaciones en el Sur de la vida (je). Esto es, cerrar las raquíticas pero esperanzadoras cuentas del primer trimestre, poner la denuncia por intento (fallido) de robo anteayer de nuestro local, atender al negocio y a la casa de uno, y, por supuesto, cositas más agradables como la de informarte de que ya hemos montado en La Estación de Neguri nuestra nueva exposición, «Arrantzaleak» de José Fernández Morán, a la que estás más que invitado/a. Inauguramos esta tarde/noche de miércoles, avisado/a quedas.
O como la de felicitarnos por tener en nuestro email la entrada del -por momento- único concierto en España de la gira del crack cantautoril más fascinante e imprevisible SUN KIL MOON, o Mark Kozelek, como prefieras. Fecha y lugar de la esperadísima cita: 23 noviembre, Madrid, Teatro Lara (quedan pocas entradas de las de cerca del escenario),
o la de escrutar el horizonte de conciertos que echarnos lo antes posible a los oídos (lo más estelar: el ecléctico, vitaminado y señorial power-pop de ERIK VOEKS en el Colegio de Abogados, el jueves 27 de abril) o la de valorar si merece la pena llegarse (llevamos años siguiendo la pista a este evento, porsierto, y no solo por los estupendos carteles que monta, el entorno debe ser flipante) hasta el VIDA FESTIVAL en Vilanova i la Geltru (Barcelona) a primeros de julio para ver en su jornada del viernes (además de a Flaming Lips y Devendra Banhart, je) a los chicos de REAL ESTATE que llevan, desde 2009 ya, cuatro discos envolviéndonos en la dicha con sus guitarras flotantes y esa suave voz, tan almohadillada, de Matt Mondanile. Y es que con su nuevo disco, «In mind», la elegantísima banda de New Jersey (eeuu), REAL ESTATE la ha vuelto a liar. Grandes. La muestra, «Darling»:

Lunes de pre-semana santa

LUNES PRE-SEMANA SANTA, post-domingo marcado por la chaqueta verde lograda por Sergio García en Augusta esta madrugada.
Vimos en directo, a todo correr tras cerrar el local, puro deleite y emoción todo el rato, los últimos cuatro hoyos regulares; y, tras el empate a -9 por el put de metro y medio perdonado por Sergio que le hubiera supuesto el triunfo en el último golpe, el hoyo de prórroga, que fue el 18; casi nos da algo, menos mal que el desenlace final fue sencillo para Sergio: Rose falló en el peor momento, jugó fatal ese hoyo repetido, una pena para él pero… Ha necesitado Sergio ¡73 participaciones! en los torneos «grandes» y casi 20 años de carrera para hacerse con uno de ellos (era una gafada en toda regla para un jugador con tantos torneos ganados) y ha sido con el más codiciado, el mítico (hasta para nosotros, aficionados de tercera) Masters de Augusta. Uffff, ya era hora, habrá pensado Sergio, al que vimos exultante tras la victoria. John Ram, que terminó el 27, decepcionó un poco la última jornada pero bueno… ya tendrá tiempo. Hacía mucho que no veíamos golf en grandes dosis en la tele pero cómo hemos disfrutado con este torneo, jornada a jornada desde el mismo jueves. No hace falta decir que entre los clientes de La Estación de Neguri abundan los jugadores (y entrenadores) de golf. Enhorabuena para ellos/ellas, sabemos que estas hazaña de Sergio García les ha hecho mucha ilusión: desde 1.999 -ganó Txema Olazabal- no ganaba un español en Augusta. Y a Sergio se le quiere mucho en nuestra clientela y entorno de amigos, lo comprobamos sobradamente ayer y en los días precedentes.

Nos sentimos fuertes y animados este lunes, y quizá por ello necesitamos (en lo musical) género distinto, material diferente a lo habitual, sonidos nutritivos que nos reten un poco.
Buscando que te busca, hemos topado con el disco «Neuk Wight Delhi All-Stars» que acaba de ser publicado y ha unido por segunda vez (grabaron el primero, «Everything Sacred», en 2.016; ejem, se nos pasó) a tres inquietos artistas: uno de folk cantautoril, escocés él, JAMES YORKSTON, viejo conocido de los buscadores de oro que exploran detrás del colorido biombo del indie/folk; otro que se mueve por la music neo-tradicional india, SUHAIL YUSUF KHAN, primera noticia de su vida y quehaceres; y un tercero, también veterano y asimismo británico, que procede del jazz aunque se ha acercado con frecuencia al folk menos acomodaticio de las islas, es contrabajista, se llama JON THORNE y le hemos comprobado un currículo interesante pero le conocíamos de antes más o menos como a la alineación del Leganés.
La barbaridad de canción del flamante disco de Yorkston/Thorne/Khan que te sugerimos escuchar hoy se titula ‘False True Piya’, la ha compuesto el indio del trío, SUHAIL YUSUF KHAN, a partir de un tema tradicional de su país, y rebosa belleza, rareza y, por momentos, tensión y emoción; según dicen por ahí quienes entienden de estos palos, «combina tradiciones tan diversas como las de Bretaña e India, vía los montes Apalaches».
Del apartado vocal de este temazo se encargan Suhail Yusuf Khan y James Yorkston; «es un canto de esos que algunos llaman “balada” y que en su lamento nos cuenta una historia de verdadero desamor y pasión enfebrecida que deriva en la ilusión que representa el tan ansiado retorno, haciendo de este delirio algo tan vívido que se podría decir que el protagonista enloqueció» (leído en elsantodelrock.com).
‘False True Piya’ nos ha alegrado y coloreado a base de bien la mañana. Seis minutos estupendos de music, ideales para ir arrimándonos con actitud abierta a la nueva semana.

El mundo sigue que da..

…VERGÚENZA (la corrupción política y la mentira se han instalado definitivamente en los partidos e instituciones; y todos los indicadores socioeconómicos que incorporan en ellos a las personas y sus vidas evidencian que el país va de mal en peor, que tener trabajo y no poder salir de la miseria son, por primera vez en décadas, perfectamente compatibles por mucho que los datos macro apunten a una «recuperación»)

y MIEDO (¿qué hacer ante atentados como el de ayer en Londres, o ante el ascenso, apoyado el voto de millones de personas, del populismo intransigente, trasnochado y belicoso en medio mundo?)

Verlo, pero preferimos quedamos con la alegría de este efímero rayo de luz.