Para ir superando el síndrome de abstinencia causado por el alejamiento forzoso de las bellísimas -y en ciertos casos, casi salvajes y solitarias- costas del sur portugués menos turistizado, no está mal la puesta de sol que nos regaló ayer Ereaga, ya en el pueblo.
Se nos ocurre que para una foto tan, ejem, acaramelada puede ir bien esta canción (una vez nos ponemos melosos, venga una sobredosis): Ray Lamontagne y Damien Rice, bordando una mítica de The Bee Gees: