En formación cuarteto, KRAIC, ofrecieron más de dos horas de actuación, con un auténtico despliegue instrumental: flautas, violín, batería y gaita. Música festiva, con ritmos tradicionales del folklore de Escocia e Irlanda, que escuchándolos en un bar adquieren su auténtico sentido: la celebración por el encuentro y la fiesta con amigos y de despreocupación, tras una jornada de trabajo y/o procupaciones. Estuvo el local prácticamente lleno durante todo el concierto de KRAIC, y es que era lo lógico: tocaban fenomenal, con precisión y bien coordinados, y el repertorio era infalible. Porque, se sabe, nos encanta escuchar música melancólica, cadenciosa, sensual, sensible, emocionante y/o intimista, pero ¡qué bien sienta de vez en cuando que las notas musicales trasmitan alegría, movimiento y animación!
El cuarteto bilbaino logró crear un ambiente distendido, extravertido y de evasión, que con la que está cayendo (algún día tendrá que comenzar a cambiar la situación, pero ya está tardando…) quizá es lo más apropiado. Fue un feliz respiro, al igual que el cambio de tiempo, que ya hacía falta. Estamos de temporales y de crisis hasta…
Os dejamos con la música de Chieftains, superanimada, para dar comeinzo al día. ¡Alegría, amigos y amigas, que es sábado, y estamos vivos!