Las pelis que vimos en el Zinemaldi, y otras cosas.

YA ES JUEVES, y apenas hemos podido contaros nada esta semana (el martes sufrimos la bajona del pésimo partido, y consiguiente derrota del ATHLETIC el lunes frente al Granada; insistimos: el equipo está aún muy pero que muy verde), porque estamos muy ocupados. El tiempo ha estado muy bien estos días, y la Estación muy animada, sobre todo la terraza.

Nos dio tiempo el finde para disfrutar del último tramo del ZINEMALDIA donostiarra y, en realidad, gozamos más de la ciudad y de sus indudables encantos (la playa, el paseo hasta Urgull, las tiendas, el Museo San Telmo y sus tres exposiciones, los baretos y pintxos, esos desayunos flipantes en las cafeterías puertas…) y de la maravillosa compañía que las anfitrionas de unas películas bien sin más. Vimos tres: la mordaz e interesante pero reiterativa a partir de la mitad del metraje «Quai D´Orsay» del veterano y casi siempre fiable Bertrand Tavernier; una socarrona comedia francesa más que visible, «9 mois ferme», y la superproducción británica «The Railway Man», inoportunamente ampulosa y efectista para una obra basada en una trágica historia real de reconciliación que exigía más profundización en los personajes -no del todo bien interpretados por actores tan consagrados como Colin Firth y Nicole Kidman-, pero en absoluto tan fallida como hemos leído por ahí a algún crítico en plan estupendo. Nos resultaron, las tres, muy agradables y sencillas de ver, pero son de esas que puedes pillar cualquier día en las salas de cine comerciales y que sabes no dejarán huella ni recuerdo; a diferencia de otras ediciones del festi que hemos visto, en la que al menos una o dos de las que veíamos eran rarunas, muy arriesgadas o experimentales y te llamaban la atención, por lo que fuera, si bien a menudo era porque se trataba de unos tostones de mucho cuidado.
Más que nada, nos hemos puesto al teclado para deciros que mañana VIERNES, como siempre este día de la semana que abre el finde, hay CONCIERTO EN LA ESTACIÓN. Vienen CATARSIS, grupo de reciente creación formado por tres universitarios de entre 18 y 19 años que llevan muchos años ensayando y perfeccionando sus prestaciones en directo: Javier Viaña, Guillermo Ibarrondo y Guillermo Marban. Prometen un animado concierto de pop-rock acústico, fundamentalmente a base de guitarras y voces, con versiones de temazos de Dire Straits, Oasis, Bob Dylan, Jake Bugg, Pereza y El Último de la Fila, entre otros grupos y artistas. Además, muy importante, harán su propio repertorio, con varias canciones compuestas por ellos mismos, cosa que -lo hemos dicho muchas veces- nos encanta, y en este caso, siendo ellos tan jóvenes, además nos sorprende mucho.

Os dejamos con una de las canciones que -siempre les preguntamos al respecto a los artistas que nos visitan- tocarán mañana CATARSIS EN LA ESTACIÓN DE NEGURI a partir de las 20:45 hs. Se trata de «Wonderwall», emblemática canción (83 millones de reproducciones en youtube tiene este video) de los británicos y ya separados OASIS, que tanto sonaron hace una década.

El verano terminó…..

Nos cuesta mentalizarnos a la nueva situación meteorológica, pero el otoño ha llegado; sí, se ha adelantado el muy perillán. Cierto que las temperaturas siguen siendo relativamente agradables, pero tanta nube y la lluvia ratos pero sin faltar a la cita cada día parecen sugerirnos que nos hagamos a la idea de una vez: EL VERANO TERMINÓ, ID SACANDO LAS GABARDINAS DEL ARMARIO y retirad sandalias, alpargatas, chancletas y tal, que lo bueno se acabó, por mucho que el pasado domingo, hace tres días nada más, disfrutamos de la tarde tumbaditos en la playa de Ereaga y dejándonos acariciar por el suave sol vespertino, y con delicioso paseo hasta las siete y media por lo menos.
Pues se estrenó ya el NUEVO SAN MAMÉS, se jugó bastante flojo, sin coordinación y a ráfagas y, lo peor, con errores garrafales de dos novatos (el portero, Herrerín y el defensa Morán), aunque con aciertos aislados de los jugadores talentosos (el pase de tacon de Muniain, y los goles de Iraola y Beñat, un fichaje este último que siempre nos pareció interesante, y en su momento aquí así se dijo), pero al menos se ganó. Eso sí, que nadie se haga ilusiones, que aunque nos veamos quintos en la Liga, hemos ganado a equipazos de la talla de… Valladolid, Osasuna y Celta. Seamos realistas, ha habido suerte y no hemos hecho nada aún.

Seguimos contentos de que el ataque a SIRIA sea cada vez menos probable; a ver si la diplomacia, por una vez, consigue los objetivos para cuya consecución existe y se enfría un poco la tensión bélica mundial, que no lleva a nada (bueno).

YA TENEMOS CONFIRMADOS LOS CINCO PRÓXIMOS CONCIERTOS EN LA ESTACIÓN, y estamos cerrando el sexto, el del 25 de octubre. Hay de todo, con preponderancia del rock y el pop que se grabaron en esas dos décadas maravillosas que fueron los 70s y los 80s. Otro tanto podemos decir de las EXPOSICIONES, tenemos las tres próximas prácticamente confirmadas. Iremos informando, como siempre, conforme vayan llegando las fechas. Prometemos tres cosas: NOVEDAD, VARIEDAD Y CALIDAD. De los seis conciertos, la mitad los protagonizarán músicos que nunca han pisado el escenario de La Estación. La calidad de todos ellos, 100% contrastada, sabéis que nos tomamos en serio nuestro trabajo y reflexionamos mucho antes de cerrar un concierto: queremos que os gusten todos y cada uno de ellos. Y las exposiciones, lo comprobaréis, al igual que la vigente este mes de setiembre de JOSEMI IBARRETXE, que está gustando mucho por su originalidad y por la profundidad y emotividad de su mensaje, también son obra de artistas de mucho nivel que os van a encantar.

ESTE VIERNES, CONCIERTO: POP ROCK con HIPPIE JOHHNY

HIPPIE JOHNNY, alias de Jon Bilbao, uno de los artistas locales favoritos de La Estación, gran cantante y fino guitarrista que tiene su propia banda con la que dado una larga serie de recientes conciertos en numerosas salas vascas, presentará este viernes, 20 de setiembre, por un lado, sus nuevas canciones (en la onda de los songwritters folk-rock norteamericanos), y, por otro, sus impecables versiones en acústico de lo mejor del pop y el rock de siempre, desde Neil Young o Springsteen hasta Leonard Cohen y Bob Dylan, desde Otis Reading hasta Pink Floyd, desde Rolling Stones hasta Beatles… HIPPIE JOHNNY nos ha dejado caer que no vendrá solo, con lo que nos hacemos a la idea de que contará con acompañamiento vocal femenino, y quizá incluso con otro guitarrista. Lo veremos este viernes, a las 20.30 hs. Música para disfrutar, y para emocionarse un poquito, también.

CANCIÓN DEL NUEVO DISCO DE MGMT

Os dejamos con el indie/pop-rock de querencia neo/psicodélica de “Alien days”, la canción que abre el tercer disco –salió al mercado ayer, 17 setiembre- del dúo neoyorkino MGMT, de título homónimo, que obtuvieron el éxito con su disco de debut, “Oracular Spectacular” (2008) que contenía el hit planetario “Time to pretend” que os pondremos después, como comentario a esta entrada. Escuchemos de momento lo nuevo de esta banda de Brooklyn que nos gusta desde que la conocimos (aunque se pusiera superdemoda hace ya cinco años y aunque su segundo disco confirmara el talento y fama de estos jóvenes músicos: no somos tan cursis ni elitistas ni nada de eso), quizá porque facturan ese pop que siempre nos ha conquistado: sensual con ocasional aire naif, como juguetón, sugerente y evocador; brillante en sonido, minucioso y rico en arreglos, original en las melodías, bellas armonías vocales, estilo entre nostálgico y renovador….

Hoy viernes, 6 de septiembre, es un día muy especial

(hoy, viernes 6 setiembre, CONCIERTO del quinteto rock THE BANDS, y además, inauguramos exposición: “Catálogo de los hechos”, de JOSEMI IBARRETXE; la canción, de los aún -increíble, tras más de 20 años de discografía- poco reconocidos y bastante guitarreros BUILT TO SPILL.

VIERNES y casi sin tiempo para acomodarnos a las nuevas circunstancias (¿qué hacemos, sacamos la gabardina, hay que ponerse el jersey…?) ha llegado el OTOÑO, con un bajonazo de seis u ocho grados de temperatura y plantándonos en el cielo nubes a tutiplén. Nos dicen que la semana que viene volveremos a ver cielos despejados y que los termómetros regresarán a temperaturas más agradables, sin llegar a esos 25-30 grados con brisita del norte (lo del martes y el miércoles, para entendernos) que tanto nos animan el día. Algún consuelo nos queda, por tanto, pero este finde oscuro y tristón en lo meteorológico no nos lo quita nadie. Habrá que sobreponerse, que mira que es mala pata que durante los primeros días laborales tras las vacaciones haga un tiempo maravilloso, de playa, y llegue el viernes encapotado y se pronostique un finde desapacible y lluvioso.

Las alternativas para el tiempo libre son, como siempre, muchas, no en vano vivimos en una sociedad de consumo en la que mucha gente trabaja para que la mayoría disfrute de esas horas de asueto. Nosotros, en La Estación, hacemos lo que podemos para que vosotros, nuestros clientes y amigos, lo paséis bien y para que tengáis opciones de disfrute complementarias a las más habituales de un establecimiento hostelero.

HOY, VIERNES, 6 DE SETIEMBRE, ES UN DÍA MUY ESPECIAL para La Estación. Tenemos dos eventos seguidos, y estás invitado a ambos, por supuesto. A LAS SIETE DE LA TARDE, SE INAUGURA LA EXPOSICIÓN DE JOSEMI IBARRETXE “Catálogo de los hechos”, que sorprenderá a propios y extraños, que se decía antes, y que -además del clásico aperitivo ofrecido por el artista a los asistentes- contará con una breve pero deliciosa actuación musical en vivo y en directo. Colgamos ayer tarde la exposición con ayuda del propio Josemi Ibarretxe, y quienes la vieron por la noche coincidieron en que es algo completamente distinto a todo a lo que habían visto hasta ahora. Vas a tener todo el mes para visitar la expo “Catálogo de los hechos”, pero siempre es un aliciente añadido verla el día del estreno, como ocurre en la ópera o en el cine. Algo tiene ello. Te recordamos (agradeciendo al artista esta deferencia con nuestro local) que es la primera vez que estas obras son expuestas al público.

CONCIERTO DE THE BANDS, a las NUEVE DE LA NOCHE. Hemos hablado de esta actuación tan especial toda esta semana, pero lo contaremos de otro modo, para los no avisados:

¿QUÍENES SON THE BANDS?
Cinco músicos jóvenes universitarios, vizcaínos casi todos y con experiencia en otras bandas, como Basement Tapes, que se han juntado bajo el nombre de The Bands para dar este concierto en La Estación. Por ocupación musical son: Iñigo, cantante; Igor, teclados y guitarra; Ander, guitarra; Koke, bajo, y Azu en la batería.

¿A QUÉ VA SONAR LA COSA?
Al mejor rock, en el sentido amplio de la palabra. The Bands versionean temazos del pop y el rock de hoy y de siempre. Apunta: Rolling Stones, Eddie Vedder (Pearl Jam), Gorillaz, Eagles, Pink Floyd, Mumford and Sons, Bob Marley, Gnarls Barkley, The Black Keys, Bob Dylan.., en fin, diversión y buena música garantizadas, para todos los públicos, jóvenes, adultos y el resto.

¿JAM SESSION O KARAOKE?
No, no tenemos (casi) nada en contra del karaoke, pero lo que hoy van a hacer THE BANDS es una Jam Session en toda regla. Una vez terminado su repertorio inicial, se irán incorporando al quinteto otros músicos invitados (bastantes, según nos han contado) que seguirán con la actuación, dentro de unos cánones más o menos convencionales. La cosa puede desmadrarse un poco cuando Íñigo Onzáin (vocalista de The Bands, promotor de la idea de este concierto e hijo de unos buenos amigos de siempre) invite al público a que se anime a subir al escenario para cantar (e incluso tocar, si se terciara) una serie de clásicos del pop y el rock (un cierto hotel californiano, una de Dylan que salió en una peli de Peckinpah, una reggae de un tal Marley…) que todo el mundo se sabe casi de memoria. Al respecto, recordamos lo que nos decía Íñigo: “la idea es que la gente se las sepa y que quien quiera cante desde la zona de público o, si le apetece, suba al escenario a cantar e incluso a tocar algún instrumento; a veces, salen canciones distintas a las que llevamos preparadas, surgen de modo espontáneo, y eso suele ser lo más divertido».

Qué más decirte, para ir terminando:

– que NO NOS CREEMOS lo de la recuperación económica de la que presume Rajoy en San Petersburgo

– que nos ha impresionado (y no solo por el golpe visual, que también; los recuerdos pesan lo suyo) la foto del Correo en la que se ven cortados como una salchicha los ya fuera de uso viales elevados de SABINO ARANA

– que no sabíamos que la mitad del presupuesto del ATHLETIC lo aportan las televisiones . Que nadie se queje, entonces, de los horarios de los partidos ni de que juguemos los lunes: quien paga, manda; quizá cabe negociar un poco mejor estos asuntos, pero siempre ha sido así: la pasta manda, y si la aceptas, te atienes a lo que supone depender de este dinero.

– que nos alegramos de que la posibilidad de un ATAQUE de EEUU a SIRIA que hace una semana se daba por hecho se esté enfriando por momentos al no lograr Obama apoyos de los países más poderosos a una intervención que muchos tememos acabaría empeorando la situación en el país más que contribuir a arreglarla.

– que si tuviéramos tiempo y fuerzas esta noche iríamos a DONOSTI a ver el FESTIVAL KKF (Kutxa Kultur Festibala,) que en un cartel muy atractivo y compensado presenta hoy viernes a nuestro adorado cantautor norteamericano Damien Jurado, a los renovadores, suizos y folk-pop, Junip; a los autóctonos Belako y Delorean y a los muy en boga y británicos pero con querencias vascas Crystal Fighters

– y que, por supuesto, TE ESPERAMOS HOY en La Estación esta tarde/noche.Tenemos doble acontecimiento, disfrútalo. Si te apetece pasarte hoy por Neguri y visitarnos, fenomenal; si no, otro día será. Esta noche, inauguración de la expo de Josemi Ibarretexe y espectacular fiesta rock con la actuación del quinteto THE BANDS, que presentará sus versiones de grandes canciones del pop u el rock de hoy y se die siempre.

Para despedirnos, temazo de BUILT TO SPILL: os dejamos con la música de esta guitarrera banda norteamericana (son de Idaho) muy apreciada en los ambientes indierock de todo el mundo y de escueta producción discográfica (su último disco data de 2009, aunque al parecer ya tiene grabado un nuevo elepé, je), que fueran icono de la escena alternativa de los 90 y que está programada mañana en el interesante Kutxa Kultur Festibala donostiarra. BUILT TO SPILL, por tanto; la canción es “The plan”, que abre “Keep It Like a Secret”, publicado en 1999 y quizá uno de los mejores álbumes de su discografía.

Martes de septiembre, soleado y con buenas noticias

MARTES, SOLEADO Y CON BUENAS NOTICIAS. Sobrevivimos ayer bonitamente al primer lunes de setiembre y hoy nos despertamos con pronóstico de un día espléndido, soleado y caluroso, y con tres noticias positivas:

1) Ocurrió el milagro y el EUSKATEL no desaparecerá (la ironía es que quien lo ha salvado/comprado es el piloto Fernando Alonso, que no goza precisamente de muchas simpatías en tierras vascas, quiizá hasta hoy, porque lo que ha hecho tiene mérito. ¿podrá el equipo seguir siendo un emblema del ciclismo vasco? Lo dudamos, pero habrá que esperar acontecimientos.

2) HERRERA SE QUEDA en el Athletic, y estamos contentos pero duele que, más que probablemente, este chico -tan correcto, inteligente, educado y sensato en todo- haya sido utilizado por el Manchester para abaratar la compra de otro jugador por el que estaba negociando y que finalmente ha acabado fichando. No es normal -¿ni admisible?- que pase lo de ayer (cuando ya se creía que el fichaje estaba hecho, con el dinero encima de la mesa, de pronto se desmorona todo), parece una pantomima, no es serio. Lo sentimos por Ander, nos alegramos por nosotros.

3) LA ECONOMÍA da un mínimo respiro (buena cifra de paro de agosto, sube la Bolsa, datos mcaroeconómicos…) y alimenta la esperanza en la mejora. Solo eso, solo se para la caída (dice el Gobierno), aunque si creemos a otros (Borrell, pej.) seguimos hundidos en la miseria y decir lo contrario equivale a engañar a la gente. Es importante no seguir empeorando pero queremos comenzar a ver signos inequívocos de recuperación, lo necesitamos.

La noticia curiosa del día es que el solar ocupado por una mítica DISCOTECA bilbaina, la deustoarra GARDEN, cerrada hace pocos años tras un lento declinar del negocio, alberga desde ayer a un gran supermercado, que por cierto y aunque se antoje bien triste cambiar espacios de ocio por otros de mera intendencia-, le vendrá muy bien a los vecinos del barrio, no sobrando de superficies comerciales.

Y continuando con las cosas del comer, sorprendente y polémica la decision del gobierno griego -con el fin de abaratar la cesta de la compra de las familias empobrecidas, la mayoría tras varios años de graves crisis económica y social- de admitir la VENTA DE ALIMENTOS CADUCADOS (en realidad, de productos con fecha de consumo preferente -que no es lo mismo que la de caducidad, más estricta y peligrosa- superada). ¿Llegaremos aquí a esto, estamos tan mal? ¿Realmente la medida supone un riesgo sanitario para la población? y si no, ¿a qué esperamos; qué estamos haciendo, con esta crisis que padecemos, tirar comida útil que tanto necesitan miles de hogares? Interesante asunto para el debate, porque quizá ha llegado, también aquí, el momento de dejar atrás falsos pudores e ir a lo práctico, a lo contingente, que diría el otro.

Comentaros una cosita: que este VIERNES, SI TODO SALE BIEN, EL PROGRAMA DE LA ESTACIÓN VA SER DE AÚPA. El concierto de THE BANDS, con su jam session (vete preparando, afina esa guitarra que tenías enfundada desde hace años, y ves, de paso, entonando y cuidando un poco la voz) está confirmado, pero podríamos albergar otro evento artístico (muy) importante ese mismo día. Os tendremos informados. Recordad apuntar la fecha en la agenda.

Va, la música. Hoy os dejamos con los tejanos (son de Austin) OKKERVIL RIVER, banda que hace seis o siete años nos encantaba con su mezcla de americana y pop british, música indie emocionante sin renunciar a cierta comercialidad, y que llegamos a ver -con buen resultado- en directo dos veces (Barcelona en el Primavera Sound y Castellón, en el selecto Tanned Tin). Lo que ocurre es que con el paso del tiempo, y de la publicación de discos, ha convertido en un grupo que hace music agradable y bonita, un pop-rock elegante, animado, sin sorpresas y de impecable factura, pero sin más, como se dice ahora; si bien hay que subrayar que LA VOZ de su líder, Will Shef, nos sigue pareciendo casi perfecta, e idónea para el rock suave y de toques épicos que han acabado produciendo. Al tema, se llama «Down Down The Deep River» y es el tercer corte (y quizá el mejor de todos) del nuevo disco de OKKERVIL RIVER, de título «The Silver Gymnasium».

Sensaciones a ocho metros de Neil Young en Biarritz..

NEIL YOUNG EN BIARRITZ, AYER, JUEVES: no sentimos las piernas, estuvimos de pie desde las siete y media hasta la una y media de la madrugada. Eso sí, vimos a NEIL YOUNG en la séptima fila, es decir, a unos ocho metros del escenario, y además supercómodos, sin apreturas ni empujones ni nada: un imposible, un sueño realizado. ¿Qué tal estuvo el concierto de Neil Young? IMPONENTE, MAJESTUOSO, INCREÍBLE, MEMORABLE. Dejará huella en nuestra memoria melómana, eso lo teníamos claro las cuarenta personas -extraordinarios aficionados, la inmensa mayoría, y gente de casi todas las edades- que nos desplazamos hasta Biarritz en el bus fletado por La Estación. Fue un set muy rockero, enérgico, ruidoso y lleno de largos pasajes instrumentales un poco repetitivos pero muy intensos y siempre virtuosos, con numerosos momentos eléctricos desbocados (con los Crazy Horse no se podía esperar otra cosa, si bien el comienzo fue un poco abusivo: cuarenta cinco y minutos les llevó hacer las cuatro primeras canciones), pero no exento de un tramo acústico de cuatro canciones que nos pusieron la carne de gallina: Heart of Gold (Neil en solitario con guitarra y armónica, se nos ha pegado ya a la memoria), Blowin’ in the Wind (también en solitario, casi mejoró a Dylan, una versión de temblar de emoción), Hole in the Sky y Red Sun. El repertorio, ya lo adelantamos aquí, fue un poco raruno y casi calcado al que publicamos el martes (el del concierto de este lunes en Vienne, Francia), pero además de las baladas en acústico, Neil nos ofreció temazos inmortales de su discografía, como Hey Hey, My My, Powderfinger o Rockin’ In The Free World. ¿Quizá demasiado noise/rock, excesivo tiempo dedicado al puro ruido y la distorsión, hasta el punto de que por momentos -yn o precisamente pocos-parecía que estabas ante My Bloody Valentine o Sonic Youth? Pues puede ser, pero hay que convenir en que cuando entraba la voz de Neil, la parroquia enmudecía, y ya se sabe, la esencia en frasco pequeño.

Tres aspectos a destacar:

1) La voz, la mantiene Neil en un estado asombroso. Escucharle casi te obliga creer en Dios. Creó el omnipotente la voz perfecta para recordarnos su existencia: poderosa, bellísima, llena de matices, delicada cuando la canción o el pasaje lo exigen y cañera, ruda incluso, cuando así se requiere. Un milagro de la naturaleza. De llorar; de alegría, claro.

2) La Banda: Crazy Horse son punto y aparte. Puede no gustar esa tendencia al ruido descarnado y el tono un poco exhibicionista de alargar las canciones a base de repetir los pasajes intrumentales, pero tocan (y hacen coros) de un modo increíble, con precisión, sentido del humor y un insobornable espíritu rockero. Sonaron más acompasados, bordando su actuación, con el repertorio nuevo (Psychedelic Pill, Walk Like a Giant y sobre todo, Ramada in), lo que es de comprender.

3) EL SONIDO (potente y nítido) y el ambiente (exquisito y educado, de agradecer), ambos perfectos. Y la suerte de contar con una noche de ensueño, unos 22 grados, sin mucha humedad…, fantástico.

No hay tiempo para más, pero a ver si os animáis a contar vuestras impresiones quienes vinísteis en el bus.

Os dejamos con esto, casi ná:

Actividad de un sábado de verano

13 de Julio
SÁBADO, SIGUE LA BUENA RACHA DEL TIEMPO, CON UN DÍA PARA DISFRUTAR A TOPE. Como lo hicimos ayer, en La Estación de Neguri, con el sensacional CONCIERTO de CONFUSSION JAZZ CAFÉ, en el que los arreglos jazzies de estupendas canciones rock, blues, soul y jazz inundaron el local, en una actuación de enorme calidad musical realizada por un sexteto de auténtico lujo. Dio la coincidencia de que justo al comenzar el concierto cayó la inoportuna tromba de agua que duró poco más de media hora, lo qu epudo restar algo de público al evento, pero después todo volvió a su ser y tanto dentro del local como en la terraza el ambiente fue fantástico, hasta la misma hora de cierre.

Tras el concierto, pinchamos música variada con querencia jazz, r&b y soul e indeleble sello actual, temazos de Jose James, Bill Frisell con Vinicuis Cantuaria, Cassandra Wilson, Charles Bradley, Janelle Monae, Eryka Badhu, Bilal…, una selección curradita y ad hoc para el momento que no pasó inadvertida para los más aficionados a esto de la musica, que los hubo muchos anoche, llamados por la actuación de esta gran banda de jazz-rock vizcaína. Todo un éxito.

Pues nada, a gozar de lo lindo con este precioso día, queridos amigos y amigas. Mucha gente nos preguntó ayer por el viaje a Biarritz a ver a Neil Young este próximo jueves. A ver si se anima el personal y conseguimos llenar el bus.

Os dejamos con una animada y guitarrera pero a su vez exquisita canción que acabamos de escuchar en la sobremesa.. son JUNIP, la banda del cantautor folkie suizo, Jose Gonzalez, que en su nuevo disco suena así de bien.

Dos sugerencias literarias

UNA NOVELA QUE OS SUGERIMOS, por infinidad de razones, una de ellas, ayuda a comprender cómo fueron y como son y cómo funcionan las cosas en EEUU: se trata de «Pastoral americana», de PHILIP ROTH, uno de nuestros tres o cuatro escritores vivos favoritos. Se publicó en 1997, ha sido multipremiada y es una de sus obras de referencia pero aún no la habíamos leído. Y es que tiene fama de un poco peñazo. Craso error. Imprescindible, tanto como pensador como por escritor, ROTH es un animal enfurecido describiendo sus muy verosímiles pero poliédricos personajes, un cirujano que prepara la operación minuciosamente, analiza la enfermedad con lucidez, objetividad y humanidad, intenta comprenderla, se la explica al paciente, y después deja el protocolo del consentimiento informado a enfermo y familiares en la camilla para que lo firmen, y en un momento de distracción se va y les deja allí solos, porque en realidad la cura de la enfermedad está en sus manos y no en la del sistema sanitario. Dura, implacable, muy crítica pero a la vez indulgente con la forma de vida y el pensamiento judíos, la novela cuenta la vida de una familia de Newark en los años previos y posteriores a la guerra de Vietnam, pero en realidad el tema que aborda es la vida misma: la influencia de la religión en nuestro imaginario, el peso de los padres en la manera de ser de los hijos, el sueño americano de libertad y de hacerse rico, el cambio del canon moral que se produjo a parte de los años 50, la falsedad y los secretos inconfesables que sobrevuelan sobre las relaciones de pareja más asentadas, la desorientación de los adolescentes, la hipocresía de las relaciones personales en esas urbes deshumanizadas donde impera el juego de las apariencias y la competencia más descarnada, la soledad del individuo como única verdad existencial incontrovertible, las penalidades de la adolescencia, y quizá sobre todo… Las ideologías como absoluto imperfecto y frustrante que al igual que las religiones, al pretender erigirse sobre lo humano y explicar lo inexplicable generan no solo acólitos y proselitistas sino seguidores descerebrados y fanáticos que se aferran a ese acogedor sistema cerrado de ideas para acallar sus miedos y hallar un hueco mínimamente confortable en el mundo y acaban haciendo cualquier despropósito y más locos que una cabra. Si crees que el ser humano tiene alma , y que es màs conciencia que ciencia, esta «PASTORAL AMERICANA» debe ser tu novela para ese verano. No te divertirás mucho, es más bien triste y pesimista, aunque literariamente es casi inmejorable. Te apasionará y te desvelará esas cosas sobre ti mismo, sobre los demás y tus relaciones con ellos que cierto día comenzaste a preferir ignorar, porque quizás en eso consiste hacer mayor. Porque ROTH es el gran analista de la sociedad actual, el escritor total, universal, el que mejor describe el desconcierto y la insatisfacción en que estamos sumidos, tomados en cuenta uno a uno, a pesar de que teóricamente vivamos en el mejor de los mundos que el ser humano ha sido capaz de desarrollar en toda su historia sobre el planeta.

Otra sugerencia, esta (por la logística, que no por otra cosa) menos sencilla y económica que la de leer una novela muy fácil de encontrar. Se trata de LA EXPOSICIÓN DE CAMILLE PISSARRO, UNO LOS PUNTALES DEL IMPRESIONISMO, EN EL THYSSEN, EN MADRID. Es un personaje que siempre nos había interesado, por su peripecia vital (era de ideas anarquistas, a finales del s. XIX, por ejemplo) y, claro, porque sus cuadros (paisajes campestres,y urbanos en la última fase de su vida) siempre nos habían gustado. El problema era que sólo habíamos tenido oportunidad de ver en vivo no más de un par de docenas de cuadros de PISSARRO y repartidos en varios museos de diversas ciudades del mundo. Pues bien, esta del Thyssen es probablemente la Expo definitiva (los cuadros han sido prestados por museos de todo el mundos)) sobre este autor no tan reconocido como merece, que hay que ver, con casi 80 obras de todas las épocas del artista. Conocemos la obra de coetáneos de PISSARRO, como Cezanne, Monet, Degas, Renoir, Gauguin o el propio Van Gogh, y os aseguramos que la de PISSARRO es tan valiosa como la de ellos, y genera tanta o más emoción y satisfacción al espectador. Esta es una de esas exposiciones que Justifica el viaje a Madrid, no lo dudéis.

!Fiesta de bienvenida al verano con The LongBoards!

YA ESTAMOS EN VERANO, Y PENSAMOS CELEBRARLO POR MUCHO QUE LLUEVA Y LAS NUBES PAREZCAN QUEDARSE INDEFINIDAMENTE CON NOSOTROS. Además, el tiempo mejorará conforme vaya pasando la tarde, de modo que unas horas antes de que comience la FIESTA DE BIENVENIDA AL VERANO con la actuación especial de la banda de surf/rock instrumental THE LONGBOARDS

COMO SERÁ EL CONCIERTO:
«Estilo- Surf & Drag Instrumental , El repertorio del show de esta noche será un 80 % temas originales de The Longboards, con especial hincapié en el cuarto disco, «Insane», y acabaremos el concierto con versiones y temas bailables de lo mejro de la música surf: Ventures, Astronauts, Surf teens Deuce Coupes Link Wray…todo del periodo 1960-1965″.

LA MÚSICA, VINTAGE TOTAL, SÍ, PERO ¿LOS INSTRUMENTOS DE THE LONGBOARDS SON TAMBIÉN DE ÉPOCA, ORIGINALES?

«LLevamos un set de bateria DW Fender, un bajo Fender Jazz y una guitarra Mosrite Ventures modelo 1964, con amplificación ampeg 100 bajo y un Fender Showman del 63 restaurado, con una reverb externa del 64, todo ello original». Joé, impresiona, ¿no?.

Pues nada más, nos gustaría decidar unos minutos a los éxitos de las selecciones españolas de FUTBOL (cómo jugó la Sub-21, campeona otra vez de Europa…), al Príncipe de Asturias para el golfista vasco Txema OLAZABAL, a la final del MANOMANISTA del domingo en Bilbao entre Olaizola e Irujo (gana este último, barruntamos), a la prematura muerte del gran TONY SOPRANO, a la confirmación de ERNESTO VALVERDE como nuevo entrenador del ATHLETIC…, pero no hay tiempo.

Os esperamos esta tarde, a partir de las 8 y media, en La Estación. El ambiente está asegurado, al igual que la buena música, con el surf/rock de TGHE LONGBOARDS. ¡Bienvenido, deseado verano!

Os dejamos con una canción de los californianos SURF TEENS, y con un texto sobre cómo surguió la surf/music que nos ha gustado mucho, leído en el blog del guitarrista Salvador Domínguez:

«A comienzos de 1963, los medios de comunicación nos presentaron la música de surf como uno más de los cientos de nuevos bailes que surgían cada semana para desaparecer a la siguiente. Viendo el asunto desde la perspectiva de la masa social de la época, el surf era el baile que estaba desbancando de su pedestal al twist, el cual había alcanzado un punto de saturación sin retorno, después de 2 años de imparable efervescencia. La gente necesitaba nuevos pasos de baile, exhibirse en las fiestas …, estar a la moda … Así que todos sucumbieron al embrujo del surf, de la misma forma que al año siguiente caerían rendidos ante la beatlemanía y sus insólitas escenas de histeria colectiva.
Pasado el sarampión inicial, cuando se vio que detrás de toda la parafernalia bailongo-playera había un enjambre de chicos reproduciendo con guitarras, saxos, bajos y baterías el sonido de las olas del Pacífico en el garaje de sus casas, se hizo evidente que el surf no iba a ser otra moda pasajera más, ni mucho menos. Estábamos frente a una contracultura de corte nihilista, bohemia, romántica y tremendamente emocional, que pregonaba el hedonismo puro y duro desde un ángulo unívoco y machista, como nos advertía el estribillo de Surf city (Liberty, 1963), el himno por autonomasia de la música surf, que te invitaba a visitar esa ciudad virtual en la que encontrarías «dos chicas para cada chico». Vaya chollo, pensamos los más ingenuos … Los jóvenes músicos californianos que estaban modelando este género habían partido del rock´n´roll instrumental de Duane Eddy, Link Wray, The Fireballs, Johnny & The Hurricanes y The Ventures. Eddie Cochran, que, como vivió, grabó y triunfó en Los Angeles, era también un referente. Pero la principal influencia de estos chicos fue Dick Dale, de quien copiaron todo lo que pudieron y más.»

Sobre el concierto de Lucinda Wlliams en el Antzoki

LAMENTAMOS TENER QUE DECIROS QUE EL CONCIERTO DE LUCINDA WILLIAMS DE AYER EN EL ANTZOKI DE BILBAO NO SATISFIZO A NADIE QUE PUSIERA EL LISTÓN DE EXIGENCIA EN SITIO RAZONABLE Y NO SE DEJARA SEDUCIR POR LA MAGNÉTICA E IMPRESIONANTE VOZ DE LA DIVA DE LAKE CHARLES (LOUISSIANA). ¿Empezamos por lo bueno o por lo negativo? Vamos primero con lo malo, que eso nos permite terminar la crónica en positivo y mola más, deja mejor cuerpo.

Lo peor del concierto:

1) MAL SONIDO en general, penoso en particular durante el primer tramo del show. Instrumentos que se acoplaban, bajo que retumba, músicos desconcertados…, el comienzo fue poco menos que una tortura para cualquiera que tuviera noción de cómo puede llegar a sonar el Antzoki cuando lo hace bien. Este problema acuciante puso a Lucinda de los nervios, hasta el punto de que : a) en un momento dado -estábamos en primerísima fila y lo vimos claramente- se dio la vuelta y le hizo al técnico de sonido situado detrás del escenario el gesto de cortarse las venas, y b) en plena interpretación –lamentable, no dábamos crédito- de uno de sus grandes hits, “Joy», interrumpió de malos modos la canción y puso cara de “esto no puede seguir así”, para acabar diciendo “no os merecéis un sonido de mierda como este”. Poco a poco, y animada, casi propulsada, por un público fervoroso e indulgente que adora a la gran diva del country/rock, Lucinda y sus músicos se fueron viniendo arriba, los técnicos de sonido apañaron un poco la cosa y, a pesar de que no resolvieron el problema de fondo (faltó volumen desde el minuto uno hasta el final, y la nitidez y brillo en el sonido de los instrumentos fue muy escasa; una pena) acabaron dignamente la función. Nos hacemos mil preguntas, que de puro obvias ni planteamos, pero sí tenemos algo que reprochar a la reina Williams: sabemos -de la mejor tinta posible- que no hizo prueba de sonido, llegó y tocó directamente; y eso es imperdonable, por muy Lucinda Williams que seas y por muchos 30 años que lleves dando conciertos. Los problemas hay que preverlos, y el sonido hay que ajustarlo al milímetro. Tenía razón en sus repetidas quejas, pero para algo están las pruebas de sonido, para que no ocurra, por ejemplo, que su guitarra se acoplara con el bajo, o que el sonido de retorno de su altavoz personal no le llegara. Imperdonable falta de profesionalidad, de falta de respeto a sus propios músicos, a los técnicos de sonido, al promotor que se juega los cuartos (ese Luís, ánimo, y gracias), a la sala que la programa y, sobre todo, al público.

2) DEMASIADO LLENO EL ANTZOKI, el recinto se quedó pequeño. Se lo dijimos personalmente y sin ambages al programador de la sala y crítico musical, al que conocemos/apreciamos desde hace años: este concierto le queda grande a la magnífica sala bilbaína, incapaz de ofrecer condiciones adecuadas de comodidad y visibilidad a tanta gente, a unos aficionados que pagaron 30 euros para ver el evento. Demasiada gente, así de simple. En Bilbao y alrededores hay recintos mayores y más apropiados para un evento de esta magnitud.

3) Una parte (significativa) del PÚBLICO se mostró CHARLATANA, IRRESPETUJOSA CON ARTISTAS Y AFICIONADOS, resultó INSOPORTABLE, DABAN GANAS DE PEGARLES, y no callaban por mucho que insistiéramos educada y reiteradamente en que cambiaran de actitud. Vimos la mitad del concierto en primera fila y la otra mitad en las últimas posiciones, para tener un poco más de espacio vital. En ambas ubicaciones, el mismo problema, mucho más acusado en la zona de barra y puertas, atrás del todo: la gente no callaba, incluso chillaba para oírse los unos a los otros, pero no de fervor entusiasta por la música ni doblando las canciones, sino conversaciones cualesquiera, incluso sobre temas domésticos que se imponían a la música, increíble; bajo el efecto de los tragos y la alegría de sentirse en un momento especial, el caso es darle a la húmeda, divertirse y molestar. Insufrible, dan ganas de no ir nunca más. ¿A qué va alguna gente a los conciertos? ¿Piensan que es lo mismo que estar en un bar? Una cosa es hacer comentarios ocasionales sobre tal o cual canción a tu amigo de al lado, otra es cascar como una cotorra todo el concierto; a voz en grito, además.

4) EL FORMATO TRÍO no fue el mejor posible, decepcionó, limitó demasiadas canciones. Por una parte, echamos muchas veces en falta la batería. Además, Lucinda -inopinadamente- incluyó muchos temas rockeros (“Joy”, «Drunken angel”, “Car wheels on a gravel road”, “Essence” y «Honey bee», entre ellos) en su setlist, en lugar de ofrecernos sobre todo temas lentos, baladas y blues, más apropiados para la ocasión. Y, por otra parte, tocando los instrumentos, ninguno de los tres tuvo su día. Lucinda acabó (dos o tres temas) cantando sin guitarra, de puro asqueada de que no sonara como es debido, el bajista David Sutton anduvo despistado casi todo el set, y el magistral guitarrista Doug Pettibone, que dejó constancia tanto de su clase como instrumentista como de la personal –qué paciencia y sangre fría demostró en los tramos complicados del concierto…- apenas nos puso la piel de gallina en un par de ocasiones, y eso para un musicazo como él es muy poco. En otras palabras, incluso al mejor escriba le sale un borrón.

Lo mejor:

1) LA VOZ de Lucinda Williams. Impecable, perfecta en tono, brillo, color, potencia, frescura, claridad…, nadie canta como ella, es única, tiene ese don de contadísimos artistas, una voz inconfundible, profunda, grande y delicada a la vez, hermosísima, evocadora hasta emocionarte fuera de lo común, y técnicamente portentosa. Es que da altos increíbles, escalofriantes, no solo sin esforzarse ni marcar venas en el cuello sino sin apenas abrir la boca. En esto es como Tracy Chapman (la vimos hace más de 20 años y aún no lo hemos olvidado), un fenómeno de la naturaleza. Al cante, Lucinda estuvo genial, mucho mejor que cuando vino con banda (como ayer, solo que con batería) hace tres años y cantó como lo que es (una diosa que trasciende los estilos y que gusta a todo quisque), especialmente en las lentas, como “Greenville” o “Blue”. Solo por escuchar una canción en directo de esa voz divina merecía la pena pagar la entrada.

2) DOS HORAS DE ESPECTÁCULO. La profesionalidad de la que careció al no hacer prueba de sonido la derrochó –para nuestro alborozo- al alargar (en reconocimiento expreso al público) hasta las dos horas su show, algo inusual en un concierto rock y más en una señora de 60 años. Y al ir superando poco a poco los problemas de sonido y de conjunción – musical y anímica- con sus dos músicos y acabar ofreciendo un recital aseadito, no del todo convincente pero bueno… con las canciones que tiene Lucinda y con esa voz, poco es mucho, muchísimo.

Podríamos hablar sobre el setlist (cada aficionado iba con el repertorio soñado en su cabeza y nosotros no íbamos a ser menos…), y lo dejaríamos en notable raspado (la canción que presentó como del nuevo disco no nos dijo gran cosa, algunas que rescató de su discografía no nos parecieron bien elegidas, la versión de Dylan no entusiasmó…), porque aunque se dejó demasiadas buenas sin tocar, las que hizo las interpreto bien o muy bien casi todas. También podríamos criticar cómo canta algunas de sus canciones más míticas y/o añejas, ahorrándose los quiebros más complejos, simplificando los fraseos y melodías.., pero bueno, incluso así sonaron dpm.

En fin, un concierto con excesivas contingencias, que al final se resolvió satisfactoriamente, pero que pudo haber sido mucho más. Con cuatro aspectos mejorables del todo objetivos, que marcaron indeleblemente la función: 1) el sonido 2) el formato trío, 3) la sala, pequeña, y 4) el comportamiento de parte del público, que parecía pensar que estaba en su bar de siempre y no en una sala de conciertos, escuchando a una artista a la que todo el mundo debería ver al menos una vez en la vida.

Os dejamos con ella y con una de las cancionacas que hizo ayer, la mítica “Essence”, deseándoos un feliz domingo, amigos/as.

¿Quién es Jonathan Wilson, que tocará el mismo día que Neil Young en Biarritz?

Saber, sabíamos que existía y a qué se dedicaba, ese estilo que llaman americana songwritter alternativa, el country/rock de siempre acercado a los espacios del indie/folk/rock, en su versión más melódica, amable y mullida. Hermosos destellos 60s, guitarras acústicas cristalinas, voces impecables, sentimentales y evocadoras… nada que oponer así en general, pero es que dentro de esta etiqueta la música que conociamos de Jonathan Wilson no sparecía que bordeaba -no tanto como peligrosamente, pero…- los límites de lo que podríamos llamar música comercial o predecible, esa de consumo fácil y carente de sorpresas o hallazgos en materia de composición, arreglos o sonido, lo que ya mola menos, pero bueno… reconozcamos que no habíamos explorado mucho en sus discos precisamente por eso, porque en este negociado ya estamos bien cubiertos de músicos de primera talla y no sentíamos necesidad de sucedáneos ni artistas de un nivel simplemente correcto. Pero hete aquí que buscando, hemos topado con este video en directo de JONATHAN WILSON con su banda haciendo un precioso tema de su segundo y hasta el momento último disco, “Gentle Spirit” publicado en otoño de 2011, y mira, no está nada pero nada mal. Y el chico/señor canta muy bien, eso no puede negarse. Incluso tiene un video de un concierto de más de 40 minutos con banda que mola lo suyo.-

Toca el mismo día: habrá que verlo en Biarritz cuando vayamos al concierto de NEIL YOUNG, ¿o no?
Os lo dejamos aquí abajo. No perderéis el tiempo si hacéis clik en el video que os proponemos de este cantautor de Carolina del Norte.