Una película: “NEBRASKA”

UNA PELICULA: “NEBRASKA”, de Alexander Payne, director muy reconocido por obras tan personales y redondas como «Entre copas» (2004) o la más reciente y también magnífica «Los descendientes» (2011), con George Clooney en la producción y al frente del reparto. Es Alexander Payne, además de uno de los directores más brillantes de su generación (50 y pico años), un creador con mundo propio, y se nota en sus pelis, en las historias que cuenta y en cómo (de bien) retrata a sus personajes. En este caso, estamos ante una “road movie” cuyo epicentro no es nada móvil: habla de lo que ocurre unos pocos días (que dan para comprender toda una vida, frustrante y oscura, en este caso) en una familia de la América (más) profunda, esa que es rural pero a la vez urbana, con insólita crudeza, diseccionándolo todo con mirada de cirujano aséptico pero no exento de compasión, con drama y humor, y siempre con finura y tremendo gusto y hondo criterio ético y estético, de muchas cosas trascendentales: los penosos efectos colaterales de la vejez mal llevada y de las mentiras entre padres e hijos y entre maridos y mujeres, de un pasado difícil y vergonzante al que se prefiere no volver y un presente en el que apenas merece la pena permanecer, de las servidumbres y envidias que entraña tener poco dinero, mucha pereza y una vida sin apenas futuro ni sueños de prosperidad, de la guerra y las imborrables huellas que deja marcadas, de la miseria de las relaciones personales en recónditos pueblos en los que todo el mundo se conoce desde hace décadas y cada uno guarda en la memoria afrentas, disgustos y engaños y apenas un ramillete de buenos recuerdos… Apasionante film, que confunde al espectador al presentarle una realidad deprimente y exenta de cualquier encanto y acaba, en la arrebatadora segunda mitad de la historia, atrapándole irremisiblemente con su sobria envoltura (filmada en blanco y negro, un entorno humano y paisajístico simple y nada encantador, unos personajes anodinos y sin nada especial), su profunda (y compasiva, que ese es uno de los puntos fuertes de este peliculón) carga de humanidad y ese exquisito y sutil sentido del humor que aparece con cuentagotas pero te deja durante minutos con la sonrisa en la boca. Punto y aparte para unas interpretaciones sublimes y muy naturales, particularmente las de los tres protagonistas, el anciano (Bruce Dern, en el papel de su vida, huele a Oscar), su mujer (June Squibb) y el desangelado y mediocre hijo de ambos (Will Forte), uno de los personajes más entrañables y mejor descritos que hemos visto en el cine últimamente. Pues sí, este menos aparatoso y más cercano (al igual que el casi documentalista y musical “A propósito de…”, de los Coen) también es el cine USA, y no solo el de la estupenda “El lobo de Wall Street” de Scorsese o la espectacular pero menor “La gran estafa americana”, de David O. Russell. No te la pierdas, “Nebraska” es una maravilla, y si te dicen que es deprimente y que te deja hundido/a en la miseria (y en cierta medida, no mentirán), diles que sí, que bien, pero que lo vas a comprobar por ti mismo/a.
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Hablamos de dos estupendas películas

Hablamos de dos pelis estupendas y os dejamos el vídeo de una canción fantástica, de DAMIEN JURADO, que aparece en «La gran belleza», una de las dos o tres mejores pelis que hemos visto esta temporada.

Permitidnos que, después de agradecer a THE HASSELFOFFS eL ESPECTACULAR concierto el pasado viernes dieron en La Estación de Neguri (ya casi atamos otra fecha para que vuelvan, porque fue una absoluta gozada: un set de rock eléctrico impecable -dos guitarras, eléctricas ambas, bajo y batería) , con Creedence como referencia, pero con muchas canciones de l rock de los 60s y 70s que encantaron a todo el mundo), os sugiramos dos planes que os van a dejar con muy buen sabor de boca:

1) Pasar por LA ESTACIÓN de Neguri, tu local favorito de Getxo, para disfrutar de la EXPOSICIÓN que ponemos a vuestra disposición desde el 4 de diciembre hasta el 19 de diciembre: Acuarelas y dibujos realizados por el colectivo «Amigos del Estudio de EVENCIO CORTINA». Pocas veces una muestra nos ha llenado tanto de satisfacción como esta. Y a la gente le está entusiasmando. Transmiten mucha serenidad las obras expuestas, la emoción de la belleza contenida, el equilibrio estético y anímico que solo se logra cuando se emplea un dominio no exhibicionista de la técnica

2) IR AL CINE. No siempre hay en cartelera tantas pelis fascinantes como en estas últimas semanas. Hay varias, dos de ellas japonesas, pero os recomendamos las que ya hemos visto: dos excelentes películas que, además de su calidad e interés, y pese a que en estilo y planteamiento discursivo sean casi contrapuestas, comparten muchas características.

Una de ellas es la británica “LE WEEK-END”. Escrita por Hanif Kureishi –autor de “Mi hermosa lavandería”- y dirigida por Roger Michell, narra la historia de Nick y Meg, una pareja de profesores británicos cercanos a la jubilación que, en nada holgada situación económica y con los hijos ya independizados, hacen un supuestamente romántico viaje de finde a París en su 30 aniversario de boda, seguramente para intentar revitalizar su matrimonio.

Y la otra peli es la italiana “LA GRAN BELLEZA”, dirigida y co-escrita por Paolo Sorrentino (director de la inolvidable “Il divo”, implacable biografía de Giulio Andreotti, expresidente italiano y -más o menos- mafioso convicto y confeso). «La gran belleza», un auténtico deleite para los sentidos, cuenta la vida de Jep Gambardella, aclamado periodista de arte, maduro (celebra su 65 cumpleaños), seductor, culto, elegante como solo puede serlo un italiano que ha leído mucho, y hedonista militante, rey de las fiestas chic de Roma durante años y que hace ya varias décadas ganó un premio con una novela. Desde entonces, se podría decir que sigue buscando -sin demasiado empeño- la inspiración en medio de una vida de holganza y disfrute sin fin en una Roma bellísima y mundana.

Estas dos magníficas películas abordan (muy reflexivamente, aunque mediante historias leves y muy entretenidas) el tema de la PRIMERA VEJEZ, la anterior a los 70 años, en la que al parecer manifestamos la tendencia de echar una ojeada atrás para revisar el estado de las cosas, testar con mayor o menor indulgencia si cumplimos nuestros sueños o proyecciones de futuro, si nos quieren los demás o solo aparentan, si nos queremos a nosotros mismos pese a todo, el insufrible pero emocionante peso de los recuerdos, el acariciante daño que nos infringe la nostalgia, el eterno miedo al futuro, el progresivo DETERIORO DE LA BELLEZA, de las capacidades físicas y de la salud, las nunca estables relaciones amorosas, el sexo que -sin remisión posible- va perdiendo interés…, en suma, la DESORIENTACIÓN y el enojo de siempre, solo que en este caso, cuando se es ya un poco mayor. Otro aspecto en común es que con ambas nos dio la impresión de que son las pelis que debería estar haciendo WOODY ALLEN, por lo brillantes que son, por lo bien escritas que están, por la riqueza de personajes y situaciones, por el elegante tono de comedia ácida de ambas, por lo bien rodadas que están, por su espectacular (sobre todo, en “La gran belleza”) puesta en escena, por mostrar admirada y admirablemente la poética de dos ciudades sublimes como París y Roma, por su sutil misoginia (fantástica frase, por cierto, la soltada por uno de los secundarios de “La gran belleza”: «puestos a odiar, hay que ser ambicioso: mejor misántropo que misógino»).

Más cosas en común: la magnífica, ecléctica (se escuchan estilos del todo distintos), superdisfrutable y sorprendente BANDA SONORA de ambas pelis, en las que además hay otro elemento compartido: incluyen las dos un temazo de un cantautor indie/folk de culto, de tanto prestigio como modesto éxito comercial y que nos emocionó sobremanera al escucharla en tan buen contexto narrativo: uno, ya fallecido, de los años 70, el británico NICK DRAKE (en “Le week-end” la canción, de poner los pelos de punta, es la mítica “Pink Moon”) y otro (en “La gran belleza”), nuestro adorado DAMIEN JURADO: el tema es “Everything Trying”, de su disco “Caught in the Trees”, de 2008) .

Las dos pelis son maravillosas, y las dos le dan mil vueltas (bueno, es una manera de hablar) en sentido del humor y ritmo narrativo, en interés que despiertan en el espectador y empatía que suscitan los personajes, en la sátira social y retrato de una época, e incluso en verosimilitud (a pesar de que “La gran belleza es puro exceso, el barroquismo en estado puro y exuda surrealismo, poseía e irrealidad) a dos -también atractivas, pero ambas fallidas- pelis de las que tanto se ha escrito reciente,ente (la mayoría de las reseñas y comentarios, en términos elogiosos) como “Blue Jasmine“, el irregular artefacto anual de Allen y “El consejero”, de Ridley Scottt que nos gustó más, pero adolece de defectos narrativos y de una excesiva y algo pedante artificiosidad literaria.

Os íbamos a dejar con el video de la canción “Silver Timothy” que adelanta el próximo disco (sale a mediados de enero, qué ganazas de escucharlo) de uno de los más grandes cantautores folk-rock del planeta, el estadounidense (Seattle, costa Oeste, muy al norte, a tiro de piedra de Canadá) y antes citado DAMIEN JURADO. La nueva obra se titulará “Brothers and Sisters of the Eternal Son”, aparecerán -por vez primera en su obra- sonidos reagge y estará producido por el asimismo cantautor -en este caso, rock y raruno- Richard Swift, que también se encargó de sonorizar y arreglar el maravilloso disco anterior de Jurado, “Maracopa”. Cabe suponer que tendremos al bueno de Damien girando por aquí en breve, porque, con el paso de los años, ya se ha hecho un nombre en Euskadi e incluso llena teatros. Como curiosidad, decir que le hemos visto dos veces en Donosti en concierto, también dos en Cantabria (la primera de ellas, hace no tanto tiempo, en Santoña: estábamos siete u ocho personas escuchándole en una especie de discoteca de pueblo; era la primera vez que le veíamos, fue muy emocionante, aún casi nadie lo conocía) y Barcelona, una en Castellón, y Madrid; en fin…, que nos gusta un poco el artista), pero que jamás le hemos pillado en Bilbao, y ha sido por la más sencilla de las razones: aún no ha tocado en la villa. Incomprensible, pero cierto. Algunas personas que siguen este muro de F. pueden resolver semejante afrenta, contratándole para que su próxima gira recale en Bilbao. Ánimo, muchachos, que seguro que sale bien la jugada.

Pero cambiamos de opinión, y ya que tras muchos minutos de pesquisas hemos conseguido identificar la canción de Damien Jurado que escuchamos ayer en “La gran belleza”, os la ponemos. Cuando las escuchas en el cine, y más en un peliculón como el de Sorrentino, del que sales como alucinado del empacho de belleza, en plan síndrome de Sthendal… estas canciones colosales que forman parte de tu vida te estremecen aún más, que no es cosa sencilla.

Va, os dejamos con la canción prometida de Damien Jurado, en versión acústica, y en directo, que casi siempre nos gusta más.