Low Riders, la banda radicada en Zarautz

Es decir, Marek, Michal, Carmelo y Nagore repiten en nuestro local, y si no los viste hace medio año, no te los pierdas hoy. Tienen un directo fabuloso y trasladan impecablemente a su espacio folk/blues/country canciones que todos conocemos del pop y el rock de los 60, 70 y los 80, de bandas como Talking Heads, Velvet Underground, Pink Floyd, Beatles o Depeche Mode. Además, naturalmente, tocan canciones de monstruos del country como Johnny Cash o Hank Williams III, y de artistas irrepetibles y «rara avis» como Lee Hazlewood o Lou Reed. Una auténtica fiesta de la música en vivo, la de esta noche, a partir de las nueve, con LOW RIDERS en La Estación de Neguri. No te la pierdas, es un consejo de amigo.

Uno de los momentos más esperados del show de LOW RIDERS de esta noche será su interpretación de cierta canción de Talking Heads que, de puro original, perfecta y atemporal, casi seguro, se seguirá escuchando en el planeta Tierra dentro de muchos siglos. Fue el momento cumbre del concierto de LOW RIDERS del año pasad en nuestro local, la tocaron maravillosamente bien y crearon tal ambientazo que resultaba casi imposible no bailar. Os dejamos, pues, con «Psycho Killer», temazo histórico de un peculiarisimo pop-funk-punk-rock (qué lío…) en una grabación de época, esto es, 1.977, fecha de grabacion del primer disco de la banda, con D. Byrne y cía. jovencísimos pero de verdad, y en vídeo subtitulado en español. Parece una canción no ya de ayer, sino de mañana. Incluso la letra, sí.

Courtney Barnett: una revelación musical

Os presentamos la música de uno de los grandes nuevos valores de la música folk-rock planetario: la joven australiana (es de Melbourne y tiene solo 25 años) COURTNEY BARNETT. Todo el mundo habla de ella, y por algo es uno de los nombres que más expectación ha despertado en el (como cada año) rutilante cartel de la edición 2014 del festival de festivales, el Primavera Sound, que se celebrará en Barcelona dentro de un par de meses. Las fascinantes canciones de COURTNEY BARNETT, gran letrista , estupenda compositora y dotadísima cantante, nos remiten a artistas legendarios como Lucinda Williams o Bob Dylan, y a una de las más sólidas referencias del rock femenino de los 90s y 00s, Pj Harvey, ahora felizmente pasada al folk raruno y al neo-blues, pero también a cantautoras folkies surgidas este siglo, como Alela Diane o la novísima Angel Olsen. En su personal estilo, y esto es quizá lo que más nos gusta de COURTNEY BARNETT, se aprecian influencias tan dispares como el rock de garaje, el Angel Olsen… Esta diversidad tan fértil se nota mucho en sus canciones, que suenan muy distintas una de otra, tanto en cuestión de tempos como de instrumentación, composición y sonido. Solo ha publicado un disco, que en realidad no es tal sino la suma de sus únicos dos Eps editados hasta la fecha; por algo se titula “The Double EP: A Sea of Split Peas”. Es un discazo, 100% recomendable, en el que no hay una sola canción mediocre ni de relleno. El tiempo acostumbre dictar sentencia en esto de los artistas revelación, y quizá el globo de desinfle con los siguientes discos de la joven cantautora australiana, pero de momento seguiremos disfrutando con este descubrimiento, que no puede ser más gozoso. El tema que hemos elegido, “Out of the woodwork”, abre el disco y es uno de los más lentos, folkies e intimistas; a ver si te gusta.

Sobre el contratenor Carlos Mena

Queremos hablaros de un artista vasco de elite, absoluto desconocido para la gente común, entre la que -con algún reparo- aceptamos incluirnos. Se trata de CARLOS MENA, contratenor de vasto y original repertorio, vitoriano de toda la vida y hermano del más reconocido -aquí y en buena parte de Europa- director de orquesta Juanjo Mena. Algo habíamos oído hablar de Carlos Mena pero la lectura de la entrevista (por cierto, no recordamos haberle visto nunca en un periódico vasco; de hecho su cara no nos sonaba de nada) muestra a un artista que, aun consagrado a nivel internacional, se reivindica ajeno al sistema de divos y de algunas convenciones y formalismos que caracterizan, y en cierta medida lastran, el mundo de la música (maldenominada) culta; y, sobre todo, a un hombre de su época con los pies en el suelo, atento a los problemas sociales, sensible y con opiniones punzantes y fundadas sobre temas de actualidad, como el imperecedero machismo, el sistema educativo o el mundo de la espiritualidad y las religiones. Os recomendamos la lectura de la entrevista: si tecleáis en el buscador de Google «Carlos Mena La Vanguardia» el primer resultado es esta entrevista; además, mucho más amplia que la publicada en la edición impresa. Euskadi no solo da políticos, empresarios y deportistas, afortunadamente.
Un personaje fascinante CARLOS MENA. Pero, ¿y cómo canta? Pues eso es lo mejor, naturalmente: un autentico ángel en la Tierra. Cuesta elegir, pero probemos con «Cum dederit dilectis suis somnum», enmudecedora e hipnótica aria de música vocal sacra de Vivaldi para contralto, cuerdas y bajo continuo, que forma parte de «El Nisi Dominus (RV 608)», salmo compuesto hacia 1717 por el mejor Antonio que ha dado el género humano al arte y la belleza. Buen día para todas y todos.

Gregory Porter y Neil Halstead en Bilbao

13/03/2014
Este buen tiempo insufla optimismo y buen rollo (lo pudimos apreciar ayer, a la gente se la veía más contenta ayer en La Estación) tras el lío de organizaciones que, en lo meteorológico, llevábamos sufriendo las últimas semanas: viento, lluvias, frío, temporales con olas como rascacielos, playas y litorales urbanos mordidos por el mar…, en fin, disfrutemos mientras dure.

COMO DISFRUTAMOS AYER CON NUESTRO arrebatador DOBLE PROGRAMA de MÚSICA EN DIRECTO EN BILBAO, y es que, se siente, cuando todo cuando nada. Llevábamos ya tiempo (léase unas pocas semanas, tampoco exageremos) sin movernos a Bilbao a ver uno de esos conciertos que te dejan huella, quizá porque somos, como aficionados, cada vez más exigentes con la musica en vivo… cuando, no te fa, va y coinciden dos citas perfectas, en la práctica ineludibles, el mismo día, y casi a la misma hora.
Una, GREGORY PORTER, californiano, en torno a los cuarenta años y con más de 100 kilos de peso, tocado con gorro negro con orejeras (sí, rarito el complemento, sí), más que probablemente uno de los mejores cantantes en la onda (tradicional) del jazz, soul, blues, gospel… del mundo y, sin duda, el más de actualidad en este momento (acaba de ganar el Grammy al mejor álbum de jazz vocal). Venía a Bilbao, en una fecha más de su gira europea, a presentar su tercer disco, 100% recomendable, «Liquid spirit». Esto lo hemos leído en la Red y lo compartimos: «GREGORY PORTER es la voz que ha revolucionado el firmamento jazzístico en los últimos años». Actuó ayer, escoltado impecablemente por cuatro músicos (piano, contrabajo acústico, saxo alto y batería) en un teatro Campos repleto que había agotado localidades hace varios días (pagamos 6 euros la entrada, mientras que, por ejemplo, en Barcelona costaban 30 euros). Sensacional concierto, con un público maravillado por la belleza y sutileza del timbre del (simpático y animado) barítono de San Diego y por el amplio registro de su voz, preciosa, profunda y con mucho color, que funcionaba a la perfección en todos los estilos que iba abordando con una pericia absoluta, en todas las tesituras vocales y con cualquier clase de ritmo, ya fueran lentas baladas, ya animadas canciones de soul rozando lo funkie. Nos quedamos con dos temas que interpretó GREGORY PORTER: una, solo con el piano («Wolfcry», os la ponemos en el vídeo de hoy) y la otra con el bajista. Nos sobraron, como casi siempre, tanto los interminables solos como algunos arreglos edulcorados y desgastados pro el uso del (por otra parte, estupendo) saxofonista, pero el concierto fue redondo, casi magistral. Y es que a Gregory Porter es uno de esos cantantes que hay que ver sí o sí, si te gusta la cosita esta de las canciones. «Gregory Porter, con su voz de barítono y su rotunda presencia escénica, combina la sensibilidad de Nat King Cole, la profundidad de Joe Williams y el soul de Donny Hathaway para cultivar una visión abierta y elegante del jazz, plena de autenticidad, que incluye elementos del soul, el blues, el rhythm and blues y el gospel» escriben en una web especializada, y efectivamente escucharle te recuerda a grandes de siempre como Sinatra o NK Cole, pero (como su registro vocal es tan amplio y nuestra imaginación tan grande…) también nos remitía, por momentos, a ídolos nuestros de hoy como Ray Lamontagne, Bill Callahan o Joe Henry.Si no estuviste ayer en el Campos, te lo contarán: vimos muchas caras conocidas, amigos y clientes de La Estación. Un concierto inolvidable, no deberías habértelo perdido. La culpa es nuestra, no tuvimos tiempo, ni reflejos, de avisarte con suficiente antelación. No volverá a ocurrir.

Y una vez terminado el set de Gregory Porter, aclamado por un público entregado a su sublime forma de cantar y de producirse sobre el escenario (es un tipo de esos que, por sus gestos, sus comentarios, sus movimientos corporales…. caen bien al aficionado desde el minuto uno), paramos un ratito en el Gaico´s a tomar un refresco de “entreacto”, y nos fuimos casi corriendo al siguiente concierto.

La cita era en el Antzoki, y el protagonista, NEIL HALSTEAD, cantante de folk-rock británico no muy conocido por aquí, pero que seguro has escuchado en La Estación de Neguri alguna vez, porque somos casi fans. Nunca habíamos visto en Bilbao a quien fuera líder de los «shoegaze» con toque ambient SLOWDIVE y los ya más folk-country-pop ensimismado y melódico MOJAVE 3 (a estos los escuchamos mucho en su momento, nos encantaban sus discos -grabaron hasta cinco entre 1996 y 2006- sobre todo dos: «Ask Me Tomorrow» y «Excuses for Traveller»). Si el otro día hablábamos de Gram Parsons, en esta época Neil Halstead no le andaba lejos musicalmente. Tras liderar estas dos bandas, ambas de culto en los 90 y 00, el bueno de Neil se vuelca definitivamente hacia los discos con su propio nombre, en solitario se suele decir pero ya se sabe que esto nunca es exacto; lleva ya tres editados como Neil Halstead, y aparentemente son sencillos en estilo, producción y composición pero a nada que te dejas enredar en ellos, devienen maravillosos, casi como mántricos. Ha saltado del estilo americana al folk british, y lo ha hecho con tanto acierto que su music actual nos remite a los prematuramente difuntos Nick Drake, John Martin y Bert Jansch (los dos últimos, por cierto, se fueron hace bien poco); y estos tres artistas son palabras descomunales cuando hablamos de folk británico, y de cantar maravillosamente canciones maravillosamente compuestas, si hablamos en general. Pues la cita de ayer era original a más no poder, porque NEIL HALSTEAD, acompañado por una banda muy competente (cuatro músicos: guitarra, bajo, batería y teclas) iba a interpretar al completo “The Velvet Underground & Nico” (1967), obra imprescindible y seminal de la historia del rock y del pop. «De “The Velvet Underground & Nico” poco podemos añadir que no se haya dicho. Es el disco del plátano, ya saben. Seguramente, el álbum rockero de debut más trascendental, puede que también el más imitado, por aquello de que todo el que lo compró montó una banda, etc. Preciosista, experimental, dulce, perverso. Con mucho rock’n’roll. Lou Reed y su ambición literaria, John Cale y su filia por la disonancia, Nico y su enigma», leemos en el programa del concierto, y como está bien escrito, lo ponemos.
Bien, pues el concierto del Antzoki tuvo dos partes. La de las versiones de la Velvet fue perfecta, sonó dpm y nos encantó.
Pero la que quedará para siempre grabada en nuestra memoria vino después, duró unos doce minutos y era lo que más anhelábamos aunque no sabíamos siquiera si se iba a producir. La protagonizó el propio NEIL HALSTEAD, SOLO CON SU GUITARRA ELECTRICA Y SUS PEDALES, interpretando dos temas («Digging Shelters» y «Bad Drugs And Minor Chords», las dos primeras, si no nos equivocamos) de su último y fenomenal disco, «Palindrome Hunches» (2012) y resultó mágica, hipnótica, casi un trance. Por cómo cantó y por cómo tocó la guitarra, que no en vano es un consumado especialista con su instrumento, y estuvo inspiradísimo creando con ellas ambientes que oscilaban entre el jazz, el folk y el post-rock ambient. Un detalle revelador: estaba esa noche el Antzoki lleno de rockeros veteranos y de fans del pop oscuro y guitarrero que siguen emocionándose con el histórico e inagotable disco del plátano, pero tras finalizar el set de las versiones de la Velvet y mientras NEIL HALSTEAD tocó las dos canciones, el silencio fue sepulcral y no se movió ni la cortina; no se oía ni el servir de los vasos junto al tintinear de los hielos, cosa rara en este local; parecía que estábamos en misa tras la comunión y recogiditos en nosotros mismos. Y no es cosa rara, esta es nuestra religión. ¡Qué miércoles, amigos y amigas! Adoramos la música en directo. Por eso la programamos en la Estación cada viernes.

Mañana, viernes 14 de marzo, tenemos en concierto acústico a DANI MERINO, conocido cantautor getxotarra muy en la onda del folf-rock americano, y por cierto, nada alejado de la fase country-pop de Neil Halstead. Te esperamos.
Os dejamos con «Wolfcry», la canción de GREGORY PORTER que más nos flipó ayer noche en el Campos bilbaíno. La cantó, primorosamente acompañado por su pianista, como si fuera un ángel aterrizado en el teatro con la misión divina de embellecer ese momento y hacernos felices a los asistentes.

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Una canción de Gram Parsons

Os dejamos, hasta mañana, con «A Song For You» una de las mejores canciones de GRAM PARSONS, icono y paradigma del country-rock y en general del rock americano de finales de los 60s y de los 70s, miembro de dos bandas irrepetibles, The Byrds (grabó solo un disco, pero muy importante, con ellos; no quiso tocar en Sudráfica por el apartheid y fue expulsado de la banda) y The Flying Burrito Brothers (Parsons fue su alma mater, junto con el exThe Byrds Chris Hillman), y con una corta (murió con solo 26 años; de sobredosis, sí) pero maravillosa carrera en solitario.
«A Song For You» la encontramos en el álbum «GP» de GRAM PARSONS, primero suyo como solista y publicado en 1973, precisamente el año de su muerte. Sería entonces cuando grabaría su segundo disco en solitario, “Grievous Angel”, editado en 1974 y que quienes entienden de esto dicen ser mejor que el primero; nosotros no nos metemos. Ya en 1976, aparecería un tercer disco, “Sleepless Nights”, formado por canciones descartadas de anteriores grabaciones. Y esto es lo que le dio tiempo a hacer al pobre. No mucho pero sí pero muy bueno.
Teclas, violines, dobro, steel guitar, dúo vocal con la -posteriormente, que no entonces- diva del country Emmylou Harris. …. sonidazo, magnético encanto en la voz de Gram… y es que «A Song For You» lo tiene todo. Aquí podemos percibir un adelanto del folk urbano, intimista y sensible de cantautor, así cimo de ese alt-country que llegaría tres décadas después y que tanto nos flipó, en fin… GRAM PARSONS al aparato. Sus dos primeros discos (con su banda, de country bastante puro, International Submarine Band, y «Sweetheart of the Rodeo», como componente de The Byrds) los grabó en 1968 y se fue para siempre cinco años después. Tanto legado creado en tan poco tiempo… un mito, eso es.

Cantautoras anglosajonas de folk-rock

Hablamos de cantautoras de folk-rock, y ponemos cancionaza en plan Leonard Cohen de una de las más nuevas e interesantes, ANGEL OLSEN.
Muchas veces hemos hablado de lo que nos flipan las CANTAUTORAS anglosajonas a camino entre el folk, el rock, el blues y el country; las más originales, experimentadoras y creativas y siempre menos vampirizadas de lo común por las exigencias del comercio y la penosa servidumbre que imponen las facturas domésticas y las otras. El abanico es amplísimo: desde las ya veteranas pero aún (y quizá más injusta que incomprensiblemente) minoritarias Julie Doiron, Alela Diane, Laura Veirs, Mary Gauthier, Jolie Holland, Josephine Foster o Tara Jane O´Neil y las consagradas Lucinda Williams, Pj Harvey (sí, ahora la ex-diosa rockera oficial más de songwritter folk-rock que de otra cosa, en un giro radical de concepto y estilo muy oportuno para su carrera), Cat Power, Beth Orton, Neko Case o Fiona Apple hasta las emergentes y maravillosas Anna Calvi, Angel Olsen, Laura Marling, Sharon Van Etten, Caitlin Rose, Laura Gibson, Cate Le Bon, Cecile McLorin Salvant, Waxahatchee, Leyla McCalla… esto es una mina, todo un filón que no para de proveernos, desde hace décadas, de estupendos discos y canciones maravillosas.

Vamos con una de estas artistas, la estadounidense TARA JANE O´NEIL, con sus ya 42 años, quizá la que podría aspirar al lamentable galardón de más oscurecida e ignorada por los medios de comunicación, a pesar de que le sobra talento, ambición artística (que no de la otra) y de que ha ido conformando, con el paso de los años, una discografía impecable, tanto en solitario como formando parte de grupos (Retsin, Rodan, Sonora Pine) tan prestigiosos y minoritarios como ella misma. Cierto, TARA JANE O´NEIL, con su folk-rock desmadejado y casi experimental no hace una música convencional y apta para el paladar del gran público o las emisoras de radio convencionales, pero escuchar sus discos, y no digamos asistir a uno de sus conciertos (tarea bien difícil en nuestro país, aunque nos podamos felicitar de que la hemos visto varias veces en directo) es una experiencia distinta, algo exigente e incluso ardua, en tanto que para su completo disfrute requiera de atención y amplitud de miras, pero siempre gozosa y con cierto punto de misterio, tristeza y nebuloso viaje interior. Acaba de publicar TARA JANE O´NEIL «Where Shine New Lights su séptimo disco en solitario», tras cinco años sin sacar nada nuevo al mercado excepto un disco en colaboración con un músico japonés, (digamos que Tara Jane es asimismo artista gráfica) y, como es habitual, apenas nadie se ha enterado, aunque la crítica especializada internacional de la que más nos fiamos lo haya puesto, una vez más, por la nubes. Nos frotamos las manos de las ganas que tenemos de escuchar una y otra vez este disco, que nos está sonando tan extraño y apasionante como era de prever. NO HAY en youtube ninguna de las canciones que más nos gustan de este disco de Tara Jane O´Neil, (solo vemos una, no es la mejor precisamente y el video es feo con ganas) por lo que os dejamos con un tema de de otra de estas artistas increíbles, la también norteamericana (es de Missouri) y mucho más accesible ANGEL OLSEN, deliciosa y bella (por qué no decirlo) cantautora en plan folk psicodélico que acaba de publicar un más que buen disco ( es solo el segundo de su incipiente carrera), de título «Burn Your Fire for No Witness». Escuchemos la delicadísima “White Fire”, de honda huella leonardcoheniana, avisando, empero, de que el disco de ANGEL OLSEN es muy variado e incluso tiene momentos rockeros espléndidos, como el de la canción “Forgiven/Forgotten”.

Novedades en el próximo BBK Live

BBK LIVE 2014, NOVEDADES, las valoramos y tal. Aunque los medios de comunicación hayan destacado la terna que componen John Newman, Foster the People y Vetusta Morla, nosotros nos quedamos con dos nombres que suman mucho atractivo a esta edición del BBK LIVE, ambos de cantautores con banda. El de más relumbrón es CONOR OBERST, genuina joya del folk-rock americano que prometía al muy precoz (tenía solo 18 años) comienzo de su carrera como líder absoluto de la banda Bright Eyes, con la que grabó más de una decena de discos, quizá más de lo que ha acabado dando hasta el momento, pero que ha grabado en su trayectoria en solitario y ya en proyectos firmados con su nombre propio hasta tres discos, todos más que estimables, de folk-rock más sencillo y menos eléctrico que con su anterior banda. Este trabajador incontinente de la music comenzó muy joven a componer canciones y grabar discos, y también –quizá desmasiado- pronto le llegó el reconocimiento de crítica y público. El nuevo Dylan le llamaban a primeros de 2000, y llegó a ser una estrella del indie-rock con su aclamado grupo Bright Eyes, con el que se movió sin prejuicios entre el folk cantautoril, el country-rock y el pop electrónico (un disco que no nos gustó mucho, y que creó su polémica), ahí es nada. Vimos a Bright Eyes triunfar un par de veces en festivales de relumbrón), pero este artista, que solo tiene 34 años aunque sea ya todo un veterano de la escena, es un tipo difícil de ver sobre un escenario, y es que se prodiga muy poco en conciertos, al menos en Europa. Se nos olvidaba: por si no fuera suficiente (unos quince discos publicados con sus dos principales proyectos, y sin haber cumplido siquiera los 35 años), Conor Oberts grabó en 2009 un disco como miembro de un combo -hasta la fecha- ocasional pero de primera fila, de nombre Monsters of Folk y nada menos que con la compañía de M. Ward y Jim James, de My Morning Jacket. De ahí que el set de CONOR OBERST puede ser uno de los grandes momentos del festival. Además, viene disco nuevo bajo el brazo (lo publicará a finales de mayo) , y el anterior, “One my kind”, que data de 2012 está bastante bien y tengamos en cuenta que este Oberst tiene repertorio de sobra (sobre todo, si tira de sus temazos en la etapa como Bright Eyes) como para componer un buen show. Ah, canta y toca la guitarra como Dios, como es natural.

El otro gran nombre que destacamos de las incorporaciones al BBK Live es el también treintañero, pero inglés, FRANK TURNER, típico cantautor como de segunda fila y carente del carisma de los grandes (y es que tiene, en verdad, pocos rasgos distintivos) pero que no para de hacer buenos discos, como el último, de este pasado 2013, de título “Tape Deck Heart”, tono animado y extravertido, y tempos más rápidos e instrumentación más rica en su canciones que en otros discos suyos y que, con sus composiciones que se mueven entre el folk con carácter, el soul y el pop-rock has podido escuchar en La Estación con frecuencia, de tanto que nos gusta. Un Bruce Springsteen menos enfático y de voz más fina (y muy bonita) y que se rinde, solo de vez en cuando pero sin disimulo ni recato, al pop lindante con lo comercial. Concierto este que conviene no perderse si gustáis de la diversión musical, avisamos para quienes acudáis al festi más bilbaíno del mundo.
Vale, el cartel del BBK LIVE 2014 está quedando molón. Hay –como es de rigor- grandes figuras en decadencia, como Franz Ferdinand y Jack Johnson, otras que atraviesan un buen momento, como Black Keys; y varias bandas del indie-pop-rock más energético y atractivo, como Phoenix o MGMT, e incluso joyas semiocultas como los alt-country canadienses Elliot Brood, pero SIGUE FALTANDO ALGO, un gran nombre que mueva al gentío a un lugar tan inhospito e incómodo como Kobetamendi. Por si no se les ocurre a los organizadores, a quienes siempre «reprocharemos» que no puedes incluir en la misma edición a dos bandas míticas y galácticas como The Cure y Radiohead, porque jamás podrás superarla (bueno, si se reúnen de nuevo Talking Heads y The Smiths, y los traes a la vez, podrías competir en magnetismo y efecto llamada con la inolvidable edición de 2012, ¿no?), les sugerimos un nombre: el californiano BECK, estrella mundial tan respetada como respetable y que acaba de publicar, seis años después de ‘Modern Guilt’, un nuevo álbum, ‘Morning Phase’, que, tras las primeras escuchas, tiene pintón. Sería un puntazo de los buenos tener a Beck en Bilbao. Le hemos visto varias veces en directo, y nunca nos ha fallado. Os dejamos con “Blue moon”, una de las que más nos gustan de este estupendo nuevo disco de BECK.

Hefner – The Hymn for the Alcohol

Y, pensando en qué video colocaros hoy, no resistimos a la tentación de poneros a HEFNER, banda británica de indie/pop de finales de los 90 y primeros 00 con espectaculares directos, que (somos afortunados) hemos disfrutado muchas veces. Su líder, Darren Hayman es uno de los tipos más encantadores y divertidos que jamás hayamos visto sobre un escenairo. Echamos de menos a esta banda, sí señor. El genial Hayman sigue editando maravillosos discos, como “Essex arms”, con su proyecto en solitario y en plan más cantautor, pero Hefner, en su aparente sencillez/inmediatez eran mucho Hefner, purita esencia del mejor pop. Veámosles en un directo en 2000, con uno de sus muchos himnos que la no muy numerosa pero muy entregada congregación de fans cantábamos por aquella época en sus conciertos.

Y la música: DAUGHTER

DAUGHTER, trío británico que publicó este 2013 su primer disco. No cuesta mucho asociarlos a los enigmáticos y casi indiscutibles THE XX pero tampoco al sonido de una rockera que ha virado al folk-pop raruno como la sinigual Pj Harvey o a deliciosas y personalisimas cantautoras de ese neo-folk que tanto nos entusiasma, y estamos pensando en Cat Power, Beth Orton o Julie Doiron, aunque quizá a algunos les recuerde el estilo de otra chica con banda, Bat for Lashes. El caso es que el primer disco de DAUGHTER, “If You Leave” sin sorprender a nadie ni aportar gran cosa a la evolución del pop (podríamos situar su propuesta entre el folk femenino y el post-rock de guitarras flotantes), e incluso a pesar de que peca de cierta homogeneidad en el conjunto de canciones, tiene dos virtudes estupendas: una, la atmósfera, el espacio sonoro que crea, muy atractivo y magnético, como de dulce y seductor sopor nihilista, tríste y melancólico pero a la vez hedonista y placentero, que mola mucho; y dos, que tiene dos o tres temas macanudos. Como este “Youth” que os dejamos en una maravillosa interpretación en directo, en la que lucen particularmente la voz de Elena Tonra y las ensoñaciones que crea la guitarra de Igor Haefeli. Apropiada, nos parece, la canción de DAUGHTER para afrontar este día tan feo en lo meteorológico que tendremos hoy. Menos mal que mañana es viernes…