Primeras confirmaciones del BBK LIVE 2.016

Lo de contratar a los celebradisimos PIXIES (ídolos del indie rock para los aficionados que los prefirieron a los Nirvana en los 90s y que hoy tienen más 40 pero no han llegado a los temidos 50 años), como uno de los cabezones de cartel, aunque se haya separado recientemente del grupo su emblemática bajista (Kim Deal), es un acierto incontestable y pone alto el listón para los siguientes nombres a sumarse en letras mayúsculas al cartel. De los nombres que se barajan (Artic Monkeys, Killers, Arcade Fire, Coldplay, Metallica, Foo Figthers…) apenas alguno despierta interés hoy en nosotros.
Pero ayer noche, inopinadamente y mientras estábamos haciendo tiempo para ver a Alela Diane en Donosti (fan- tás-ti-co concierto de folk esencial, intensivo y encantador de una cantante privilegiada que te transporta a no se sabe donde, pero donde apetece mucho estar), llega un mensaje a nuestro móvil que nos informa de que hay dos confirmaciones más para el BBK LIVE del año que viene. Y son ni más ni menos que dos de nuestros artistas más favoritos de estos últimos años: FATHER JOHN MISTY y COURTNEY BARNETT, ambos autores de dos de los mejores discos de este 2.015. Hemos hablado en este muro de La Estación muchas veces de los dos pero hagámoslo de nuevo, que la ocasión lo merece. Y es que nos nos creemos que los programadores hayan logrado contratar a dos de las mayores figuras del rock de autor actual.

Al norteamericano FATHER JOHN MISTY lo conocemos y amamos desde su época de cantautor folk atormentado, por no decir desolador, con el alias J. Tillman e incluso llegamos a verle en directo en Bilbao teloneando a Jesse Sykes, la bella y frágil dama del country/noir. Hoy, con su nuevo nombre artístico, es una figura de alcance mundial y deseada por todos los festivales que factura un pop-rock grande, casi solemne por momentos y de muchos quilates, con diversas y enriquecedoras referencias (jazz, r&b…) y dosis insanas de intensidad y emoción en las canciones de sus ya dos discos, ambos estupendos ; el último, “I love you, Honeybear” figurará, apostamos, en las más prestigiosas listas de lo mejor de 2.105. Fijo.

Y de la joven (27 añitos) australiana COURTNEY BARNETT solo podemos decir que gusta a todo el mundo que aprecia el rock de autor corajudo y rebelde que no renuncia a crear canciones bellas y memorables, que cuenta cosas importantes y arriesga con talento y sin titubeos, tanto al sumar influencias de otros artistas (apunta: Lucinda Williams, Pj Harvey, Patti Smith, Bob Dylan) como al sintetizar estilos de riesgosa mezcla: folk y punk, cantautor y psicodelia, pop, garaje y country…. Su único disco largo hasta la fecha, “Sometimes I sit and think and sometimes I just sit”, publicado este año deslumbró a toda la crítica especializada. Es una de las dos o tres voces femeninas más apasionantes del momento (¿otras que nos encantan hoy mismo? Julia Holter, Joanna Newsom, Sharon Van Etten…). Diana absoluta del BBK Live, por tanto, también la confirmación de COURTNEY BARNETT, en un cartel que, solo con lo ya anunciado, promete ser una de las mejores ediciones de este festival, que el año pasado nos decepcionó un poco.

Os citamos para que nos visitéis a lo largo del día y la tarde/noche de hoy viernes en La Estación de Neguri, y os dejamos con una de nuestras canciones favoritas de FATHER JOHN MISTY, a quien veremos 100% seguro en el BBK Live. Es la que da título a su nuevo disco y se trata de un single en toda regla; la has escuchado un millón de veces en nuestro local. De momento, muchísima suerte con lo que se ha revelado del cartel del BBK Live 2015, a ver si sigue la racha.

«Truman» de Cesc Gay

1) Vimos ayer “TRUMAN”, la nueva PELICULA de CESC GAY, que es junto a Jaime Rosales y Alberto Rodríguez uno de los directores españoles cuya carrera seguimos sin perdernos una sola obra. “Truman” es una gozada de película de principio a fin, con una historia sencilla (la inminencia de la muerte por enfermedad incurable, el amigo que viene de Canadá a empatizar, hacer compañía y despedirse, el inseparable compañero del protagonista, el perro –Truman, sí- al que hay que “colocar” en otro hogar cuando el dueño fallezca…) y muy emotiva, regada con gotas de sutil humor, cercanía y calidez humana. El estremecimiento surge, el tema da para ello y no se evita, pero cada vez que da pie la situación y el temblorcillo nervioso prende en el espectador o la lágrima comienza a pedir paso, la escena se resuelve con elegancia, precisión, gracia y fina contención.

Está llevada con buen pulso narrativo, cada episodio del argumento, que se desarrolla en solo cuatro días, complementa al anterior y le da un relevo que el espectador percibe natural y lógico, hasta llegar a un final intenso que, con doble jugada, cierra con solemnidad y sorpresa un guión medido al milímetro al que no sobraría nada si no se hubieran hecho algunas –pocas-concesiones a la convención y si se hubiera trabajado un poco más, o con más acierto, el desfigurado y en cierta medida contradictorio papel que juega la figura del hijo del protagonista. Interpretan esta recomendable peli actores muy entonados, (excepto los dos más jóvenes, una pena), que trasladan a la pantalla perfectamente lo que –intuimos- el director les pide; sobresale, como siempre, la estrella absoluta del cine hispano de todos los tiempos que es Ricardo Darín, que encarna sublimemente un héroe que ya se siente más de ayer que de hoy y cuya personalidad rebosa tanto de dignidad y humanidad como de debilidades y dudas.

Aparecen, en los roles secundarios, actores habituales del director (Javier Cámara –en realidad es el co-protagonista-, Eduard Fernández, Àlex Brendemühl…) y otros menos frecuentes de su filmografía pero todos ellos de primer nivel e igualmente eficaces; terminan, en suma, dando consistencia, importancia y verosimilitud a cada fase de la narración (la última y definitiva visita al médico y al veterinario, el encuentro con amigos que no lo son tanto, las citas con candidatos para quedarse con su perro, la última cena con su hermana y su amigo…) y cadencia al ritmo que la mueve.

Cesc Gay es el rey de las situaciones livianas pero también resolviendo las más trascendentales, y muy capaz de transformar un guión en una sucesión de escenas plenas de vida, sinceridad, emotividad y naturalidad; de mostrar sin pudor pero con cariño e incondicional respeto las flaquezas de la gente, sus incertidumbres, sus contradicciones, sus miedos…, en fin, lo vemos como un creador de los grandes, que comprende y quiere a los personajes que idea y escribe en sus guiones, y que dota de modo magistral y casi único en la escena del cine actual de inmediatez, fragilidad, cercanía y autenticidad a (casi) todo lo que ocurre en la pantalla. Y lo logra en buena medida porque (al igual que lo hace el gran Jaime Rosales en su pelis) no solo no oculta sino que refleja con detalle la parte menos noble de nuestras vidas, esa parcela más egoísta (cada uno mira por lo suyo), prosaica (ese dinero, tan ordinario pero tan importante y siempre tan presente y condicionante; eso sexo a veces tan carnal y poco romántico), banal (somos bastante más vulgares y simples de lo que nos vemos y de lo que pretendemos ser) y egocéntrica (cuánto nos cuesta integrar en nuestra mirada, y en nuestros juicios, el enfoque, el interés y los problemas del otro).

En otras palabras, rescata, partiendo del reconocimiento de lo simples y egoístas que somos, la grandeza, la nobleza, la irrepetibilidad y la relevancia de cada vida, de cada decisión y de cada situación que marca una vida, y, por qué no y más en este caso, de una muerte. Cine grande,de apariencia modesta, que es el que más nos gusta, precisamente. Una peli a la que sobran algunos convencionalismos y lugares comunes -a los que no es muy dado Cesc Gay, por cierto- pero que garantiza más de hora y media de un entretenimiento de calidad, teñido de melancolía, de humanidad y de un fino e irreverente sentido del humor, marca de la casa. Muy recomendable.

2) Recordarte que si te gusta la pintura de los años 30 del siglo pasado que tanto marcó la que se hace hoy mismo, si te llaman la atención los cuadros en los que se juega con las formas geométricas y los colores, o -en plan ya más instruido-, si te interesan artistas como Malevich (máximo representante del movimiento conocido como suprematismo) y si te gusta el arte menos obvio, el que exige participar al espectador, TE QUEDAN POCOS DÍAS (solo hoy y mañana) para disfrutar del expo de ANA TRUEBA en la Estación de Neguri.

3) Este sábado INAUGURAMOS NUEVA EXPOSICIÓN, con las Acuarelas de ANA UNDURRAGA. Hablaremos de ello, pero decirte que la artista nos ha revelado, en entrevista que te resumiremos mañana o pasado, que “en esta exposición he procurado adaptarme al espacio con que cuenta la Estación de Neguri y mostraré una veintena de obras, pequeñas, medianas y grandes. Tratan en general temas de naturaleza: bosques, árboles, dehesas y encinares por los que suelo caminar. Otros cuadros recogen motivos del entorno cercano, como la ría de Bilbao o de temas costeros. Todos son acuarelas sobre papel y realizadas de los últimos 2 ó 3 años a la actualidad. Las obras son figurativas, fácilmente reconocibles, impresionista”.

– Toca ya la hora de despedirse, y lo haremos con una de nuestras canciones favoritas de este siglo, creada e interpretada por el que quizá es el músico de folk/pop más dotado de los de su generación, el estadounidense SUFJAN STEVENS. Viene en «Illinois» (2.005), uno de sus discos más redondos, y eso es mucho decir porque que casi todos los que ha grabado son magníficos.

«Heaven Adores You», documental sobre Ellioth Smith

MARTES, PRIMERO DE NOVIEMBRE, día oscuro, ventoso y desapacible. Más que apropiado, por tanto, para comentaros que ayer noche tuvimos la enorme (y casual) fortuna de ver en el (siempre recomendable) canal Xtra del Plus «Heaven Adores You», PELICULA documental fechada el año pasado y, que sepamos, aún sin estrenar en España, que trata de la vida y muerte del añorado ELLIOTH SMITH, compositor y cantante estadounidense que nació en 1969 en Texas pero residió la mayor parte de su vida en Portland, Oregon. Y que, cuando tenía solo 34 años, apareció muerto en su casa con un puñal en su pecho. Se habló inicialmente de suicidio, porque sufría depresiones, y además de la medicación, consumía alcohol y drogas, pero aún perviven dudas al respecto. Os hablamos un poco de él y os recomendamos que escuchéis su imperecedera (un poco triste, también, pero…) música.

ELLIOTH SMITH, al igual que otros geniales músicos desaparecidos prematuramente, como Nik Drake o Jeff Buckley, con los que comparte además no solo época sino también cierta afinidad estilística, es hoy un mito de la música pop de autor.

Además de sus cinco fantásticos discos en vida (de los que nos quedamos, más que nada porque son los que mejor conocemos, con «Either Or» y «XO», publicados uno tras otro, en 1997 y 1998, y ambos hitos del pop de todos los tiempos), un año después de su muerte se publicó el asimismo discazo “From a Basement on the Hill“. Nos hemos documentado al respecto: Rob Schnapf, productor de sus anteriores trabajos y la ex-novia de Elliott Smith y asimismo música, Joanna Bolme, fueron solicitados por la familia de Elliott para que terminaran el álbum sobre el que estaba trabajando desde mediados de 2001 hasta en el momento de su muerte en otoño de 2003. Elliott Smith quería editar un disco doble y, aunque no consiguió concluirlo antes de su muerte, había ido creando pacientemente hasta una treintena de canciones, casi del todo terminadas. No obstante, los deseos de Elliott no se respetaron y su compañía, Dreamworks, obligó al que el álbum no contuviera más de quince canciones. Dicen quienes saben de esto que dicha mutilación fue “aprovechada por la familia para eliminar de la selección final las canciones que contuvieran los versos más polémicos, especialmente los relacionados de forma más explícita con las drogas, el suicidio…. Con todo, a nivel lírico, es el disco más doloroso de la carrera de Smith, un auténtico museo del dolor con recurrentes alusiones a la droga, la depresión, el suicidio, la soledad y el desamor. No olvidemos que, entre 2001 y su ingreso en una clínica de desintoxicación a finales de 2002, Elliott Smith tocó fondo y la mayoría de las canciones aquí incluidas datan de ese periodo, así, este disco debía haber sido una especie de exorcismo de los demonios del de Portland, que quiso exponer sus demonios con la intención de marcar un punto final a una etapa que había decidido enterrar con el peso de estas hermosas canciones. Smith pasó los últimos tres meses de su vida totalmente sobrio, ajeno a todo tipo de drogas ilegales y alejado del alcohol que lo siguió por tantos años. Quería empezar una nueva vida».

Lo que podemos asegurar, y estos ya lo decimos otra vez nosotros, es que “From a Basement on the Hill“, disco póstumo del autor (ha habido otros dos, pero ambos son tenidos por recopilatorios), está al nivel de cualquier otro de su discografía y que es una maravilla de pop existencial, oscuro, delicado y sincero de un autor al que le costaba horrores salir de sí mismo; vivió frecuentemente atormentado a pesar de que sus amigos y su entorno le adoraban y de que llegó a disfrutar el reconocimiento artístico (pasó por los programas nocturnos de TV que aún hoy son referencia en EEUU y UK) e incluso el éxito y la fama (quizá recordéis que en el 97 fue nominado al Oscar por su canción para la peli «El indomable Will Hunting»).

No lo tengamos por bicho raro, al menos en lo musical, pensemos en que sus referencias musicales, e ídolos, eran los Beatles, los Kinks, Lou Reed y la Velvet, Elvis Costello…, en fin… como cualquier otro animal viviente.

Fue ELLIOTH SMITH un obseso de la creación musical («vivo para escribir y grabar canciones; lo de las giras, la fama y el dinero me da igual», dice en la peli) y el documental del que estamos hablando deja bien a las claras, además de la calidad impresionante a nivel melódico, vocal e instrumental de sus canciones, lo profundo, confesional y emocionante de sus letras, que siguen manteniendo hoy todo su encanto. Y también, ese poder tan turbador, de sus composiciones y de su sonido, de acercarse sin disimulo ni excusa al umbral de fragilidad e inseguridad del oyente.

Se dice que » From a Basement on the Hill” quizá sea el trabajo más oscuro y personal de su autor. «Su sonido, plagado de guitarras distorsionadas alternadas con íntimos temas acústicos, resulta el más saturado y agresivamente emocional de su discografía» leemos en la Red.

Pero os dejamos con una de las canciones melódicamente más hermosas y expansivas de toda la carrera de ELLIOTH SMITH que, curiosamente, fue grabada y publicada en vida del autor, pocos meses antes de muerte, pero como single. Casi nadie se enteró. Aquí va «Pretty (ugly before)»: Si no es la canción pop perfecta, no queda lejos. Si podéis ver el documental, hacedlo, merece la pena.

Sobre los conciertos del sábado 31 en el BIME

COMENTAMOS LOS CONCIERTOS QUE VIMOS AYER EN EL PRIMER DÍA DEL BIME 2015. Y; si, RECOMENDAMOS algunos conciertos del programa de hoy SÁBADO.

Una muy buena jornada la de AYER, VIERNES, en la que destacó sobremanera BENJAMIN CLEMENTINE, que puso en pie al auditorio varias veces y demostró que su voz (no hurta ni un cuarto de nota, llega de sobra a los altos, por altos que sean y mira que lo son) y sus canciones son todo verdad, esencia, elegancia y poderío emocional, y que está perfectamente capacitado, pese a su juventud y escasa experiencia, para trasladarlas al directo, aun con el escueto acompañamiento de un baterista que tampoco tocó demasiado tiempo si bien cumplió de sobra. Un set redondo, del que destacamos la canción que más nos gusta del disco, «London» que la hizo divinamente. Un músico de primera, que trasmite personalidad, talento de artista y magnetismo, además de una presencia estética muy lograda, parece un modelo (y de hecho, lo es, je). Lo tiene, sin duda.

También rozó el sobresaliente MATTEHW E. WHITE, fornido vaquero de Virginia reconvertido a rockero psicodélico con mucho soul y groove. Compareció en cuarteto solvente, formato rock clásico, y se desenvolvió sin problemas para hacer su difícil y breve repertorio (solo ha grabado aún dos discos), en el que se echó -más bien poco- en falta la rica instrumentación de las canciones grabadas. Eso sí, cantó muy bien con potencia y sensibilidad en esos semifalsetes tan chulos, y la banda sonó estupenda. Momentazo, la canción de despedida, justo la que pusimos ayer en este muro, «Rock & Roll Is Cold» , de su fantástico disco de este año, “Fresh Blood”.

Notable alto para IRON AND WINE, que no eligió bien el repertorio, y es lo único que hizo mal (junto con tres o cuatro interrupciones por olvido de la letras o acordes de canciones viejas) en un set con momentos mágicos, como cuando hizo las maravillosa «Cinder and Smoke» y «Tree by the River». Tocó fenomenal su guitarra y cantó como sabe, como un ángel, con sentimiento y matiz, y estuvo muy natural y simpático con el público pero tampoco se le vio comprometido ni particularmente interesado en hacer un superbolo. La pena era que para nosotros el concierto más deseado de todo el año. Así y todo, bastante bien, sin problema. Pero no fue el gran concierto con el que soñábamos. Y echamos en falta tantas cancionacas… Tiene tantas buenas (seis discos en solitario dan para mucho) el gran Sam que podía haber incluido al menos dos o tres más de esas, pero…

Y, para terminar, otro notable para ZOLA JESUS. Lo dio todo, vino con dos acompañantes, trombón de varas y teclas, y programaciones y tambor. Y el set estuvo bien, pero los graves, demasiado fuertes y reverberantes, tapaban en parte la impresionante voz de Zola Jesús, una acústica decente o en ese mismo escenario pero con con un sonido más currado y equilibrado (esa voz tan flipante hay que «protegerla») hubiera mejorado mucho la cosa. Las canciones elegidas nos parecieron bien, estuvo muy entretenido el espectáculo y apenas tuvo bajones; además, ella es todo un show en escena, moviéndose de un lado para otro y contorneando su cuerpo en plan bailarina, y es que Zola lo tiene casi todo. Pop electrónico de primera, sin caramelo, apartado siniestro queremos decir, de filiación gótico/industrial, con las mejores referencias (Siouxie, Portishead, Bjork, Cocteau Twins…), intenso y bailable. Moló mucho mucho. Hay que verla otra vez, con más calma y mejores condiciones de sonido. Mejor momento: hubo muchos, porque el set fue muy regular en calidad y sin altibajos, pero nos quedamos con cuando hizo «Dangerous Days «, quizá su mayor hit del último disco. No es la mejor pero en directo funcionó muy bien.

Un gran día de music live, por tanto, este viernes que abrió el BIME. A ver si quienes vayáis hoy tenéis suerte. Os recordamos nuestras

SUGERENCIAS PARA HOY, SÁBADO:

Pokey Lafarge: blues vintage, country, swing

Villagers: pop-rock barroco, introspectivo, elegante: lo mejor del día, oportunidad para escuchar en directo uno de los discos más destacados del año. NO TE LO PIERDAS.

Michael Kiwanuka: la otra gran cita del sábado: soul/pop de grandes canciones, con un cantante de voz sensible y talentosa. NO TE LO PIERDAS. Ayer un músico conocido le llamó el «Van Morrison negor». Por si te sirve lo decimos. Lo has escuchado hasta la saciedad en La Estación, es uno de nuestros must desde hace dos años.

Sallie Ford, rock americano en plan cantautor urbano, con ritmo, guitarras y liderazgo femenino.

Y, venga, tres cositas más:

– el techno inteligente, envolvente, hermoso, potente, carnoso y bailable en plan tranqui yde NATHAN FAKE

– una de las contadas bandas de pop-rock españolas de ahora mismo que nos gustan siquiera un poco: NUDOZURDO.

– el rock vitaminado, oscuro y malaleche de SAVAGES.

y quizá unos minutos del concierto de Richard Ascroft, el exlíder de The Verve (ambos, en minúscula, sí) para comprobar si sigue teniendo esa voz tan chula.

Lo dicho, suerte si váis al BIME hoy sábado; si no váis, nos tenéis en La Estación de Neguri para comentar los conciertos que vimos ayer y para pinchar todo el día la music que sonará en el BIME hoy. Ayer tuvimos ambientazo, acércate hoy, a ver si hay suerte, je.

Os dejamos con VILLAGERS, con una de las muchas canciones sublimes de esta banda de la que ya hemos hablado aquí antes, y es la que más nos interesa de todo el festival, por casi recién aparecida y porque vienen con un disco que nos ha parecido de lo mejor de todo el año. En realidad, es un proyecto unipersonal, el del multiinstrumentista, afinado cantante y compositor irlandés Conor J. O’Brien, que factura un pop/folk/rock de cámara intimista y atmosférico, flipante, espacial. De esos discos de disfrutar con tranquilidad y fijándose en los detalles. Lo comparan con Paul Simon,con Robert Wyat, con Jens Lekman, Patrick Wolf… en fin, nuestra recomendación más expresa para hoy. VILLAGERS.

Escucha este tema, «Courage» (candidata a canción más bonita del año en nuestra lista) y comprobarás el porqué de nuestro entusiasmo. Pura orfebrería pop.

Último viernes de octubre…1º día del BIME

Lo venimos diciendo toda la semana: es un privilegio que no podemos desaprovechar ver el mismo día a un artista tan consolidado y exquisito como IRON AND WINE, desde hace más de diez años uno de los reyes del folk-pop americano y superdifícil de ver en concierto en Europa; a una de las estrellas emergentes del pop-rock más personal y atemporal asentado en la música de raíz en EEUU como MATTHEW E. WHITE; a la ultimísima revelación del pop de autor con referencias jazz, soul y maestro del recitativo como el británico BENJAMIN CLEMENTINE, portento de personalidad y voz poderosa e inquietante; y a la rusoamericana ZOLA JESUS, magnética mujer paradigma del pop electrónico con cabeza y sentimiento que está evolucionando de unas coordenadas más arriesgadas y originales en sus primeros discos a parámetros que coquetean con una comercialidad bien entendida en su última obra, “Taiga”, publicada el año pasado.

Centrémonos en dos de los cinco o seis conciertos que veremos hoy:

IRON AND WINE, el folk-pop estadounidense más genuino, ese que dio en llamarse de “baja fidelidad” por lo espartano (por no decir pobre) de su producción y lo rugoso de su sonido. Lo reconocemos: adoramos a este cantautor -que vive Miami, donde daba antaño clases de cine- desde hace muchos años y lo poco que se le ha visto por aquí acrecienta su mito: casi nadie puede presumir en España de haberlo visto en concierto (nosotros, sí tuvimos esa suerte, hace ya casi una década en S. Sebastián). Una voz deliciosa, un buen toque de guitarra y unas canciones que te derriten por su belleza, encanto y naturalidad, sin empalago alguno. Es decir, como Damien Rice, pero en crudo, sin apenas cocina y sin más miel que la justa. Viene el bueno de Sam Bean, que ese es su nombre en la vida real, en solitario y sin disco nuevo que presentar (en realidad, acaba de publicar un disco de versiones –dos o tres canciones chulas, pero en general decepciona tratándose de él- junto a Ben Bridwell, de los aclamados Band of Horses), lo que nos hace presumir que en este concierto caerán sus más hermosas canciones, las que ha ido ofreciendo en sus seis discos en solitario, todos ellos más buenos y varios de sobresaliente, además de bien distintos entre sí, no en vano es un artista con inquietud por la evolución de su sonido, no se queda en el folk campestre, qué va. En otras palabras, uno de los referentes mundiales de la música pop nacida del folk/country/blues y rock americanos. Hemos estado curioseando, en plan fan total, por la Red y encontrado el set list del concierto que dio Iron and Wine el pasado 27 de setiembre en Cincinnatti (Ohio, EEUU). Y vemos, en el repertorio de 14 canciones (un poco corto, mecachis…) temas maravillosos como “Woman King”, “Boy With a Coin”, “Tree by the River”, “Me and Lazarus”, “Caught in the Briars” y una clara disposición a tocar canciones de muchos discos y a no hacer ninguna del último, cosa lógica si tenemos en cuenta que ninguna es suya. Echamos en falta alguna de sus dos fantásticos primeros discos, quizá los que más nos han gustado de toda su carrera. A ver si en el BIME incorpora una de estas cimas del pop/folk más natural y auténtico, y nos referimos, por ejemplo, a “Lion’s Mane” y “Southern Anthem” de su primer disco, The Creek Drank the Cradle (2002) y a
“Naked as We Came”, “Cinder and Smoke” y “Free Until They Cut Me Down”
de “Our Endless Numbered Days” (2004), uno de los discos más hermosos que hayamos escuchado jamás y que nos hemos hartado de pinchar en La Estación de Neguri, particularmente esta última semana.

BENJAMIN CLEMENTINE. Un puntazo que hayan traído a uno de los artistas del momento en todo el planeta y es que más “cool”, imposible que este recién aparecido cantautor -a su peculiar manera- británico. Neosoul, clásica, crooner pop con querencias jazz y folk, recitativo con clase y tensión… son las coordenadas en las que se mueve este joven pianista de origen ghanés, corajudo y sensible cantante, que podríamos situar entre Antony y Leonard Cohen, o –han llegado a escribir- entre Nina Simone y Leo Ferré. Su primer y hasta el momento único disco, “At Least For Now”, tiene tres o cuatro cancionacas que te ponen a temblar de emoción, o sea que en directo puede ser tremendo. Además, las referencias que nos llegan de sus conciertos son buenas.

Va, nos vemos esta noche en el BIME. Nosotros pensamos llegar a eso de las siete y media, para ir viendo el panorama, tomando algo y preparando la primera gran cita del día, la de BENJAMIN CLEMENTINE, a las nueve y veinte. ¿Qué por qué lo decimos? Por esto: (es el video de su participación en el mítico programa de Jools Holland en la BBC). ¿Te lo vas a perder?

…y seguimos hablando del BIME

YA ES MIÉRCOLES, con lo que queda menos para la gran cita del BIME, nuestro festival pop-rock vasco favorito, y de lejos. No solo por comodidad (que también: oye, que al BEC se puede ir y volver en metro, o en coche y aparcar tranquilamente en el parking), sino por la calidad de la music que programan, que es en definitiva es lo que nos mueve.

Pero vamos al grano, y sigamos con lo ayer solo esbozado, el cartel, es decir, los conciertos que más nos llaman la atención de este festival que, como dijimos ayer, decepciona en las grandes bandas, esas que por su popularidad y éxito masivo atraen a más gente, acumulan millones de reproducciones en youtube y, naturalmente, tienen mayor caché. Como no nos gusta hablar mal de los gustos ajenos ni ser criticones, nos limitaremos a ensalzar a nuestros favoritos y a intentar explicar el porqué de nuestro entusiasmo.

Ejem…, nos hemos liado escribiendo (sobre todo, hablando del set de IRON AND WINE, nuestro concierto favorito de TODO EL FESTIVAL) y no nos da tiempo a repasar el texto para dejarlo mínimamente legible, con lo que lo tenemos que dejar aquí, seguiremos por la tarde. Recordad que la cita con el estadounidense Sam Bean que así se llama Iron & Wine,, es el VIERNES, a las ONCE LA NOCHE.

CONSEJO PRÁCTICO: pillad una buena localidad (a eso de las nueve) para el concierto anterior, el de Benjamin Clementine, también cita inexcusable, y ni moverse de ahí: que cuando acabe el británico de origen ghanés vaya alguien a por las birras y listo. Atención: que quede siempre uno al menos reservando los asientos, nada de dejar las chamarras e irse todos felices al bar, que hay gente egoísta y maleducada (casi es lo mismo) que pasa de todo, aparta las prendas, se sienta con toda la cara del mundo, y luego surgen los problemas, a ver cómo los mueves. Te quedas sin sitio y con una de cara de g…. Avisamos porque vivimos ese marrón el año pasado (concierto de Billy Bragg), amable y tensa discusión con el guarda de seguridad incluida, y o mucho nos confundimos (puede pasar: estamos un poco en la nube en esto de la music… y quizá en el resto de las cosas también) o el «teatro» va estar petado para estas dos actuaciones.

Mejor prevenir; además, esta dupla de artistas justifica la noche y la entrada. Y para más felicidad, el otro concierto que más interesante nos parece del día (junto con el de Zola Jesús, como dijimos ayer) es el de Mathew E. White, que podrás ver en ese mismo escenario, justo detrás de Iron and Wine.

Hablamos sobre el BIME

Ya era hora: hablamos SOBRE EL BIME. Sois bastantes quienes nos estáis preguntando que qué tal está este año el BIME (festival de pop-rock que se celebra en el BEC de Barakaldo este próximo finde, en su ya tercera edición). Estamos terminando un texto sobre el cartel y sobre las bandas y artistas que más nos parece que merece la pena ver en concierto.

Pero os adelantamos algo: es un CARTELÓN, incluso impresionante, pero (en nuestra muy particular opinión) solo en la clase media (las propuestas exquisitas pero menos masivas, por entendernos), y, esto es lo menos bueno, pobre por no decir cero interés, en los cabezas de cartel. Muy desequilibrado, por tanto.
Y es que no hay un solo grupo de los escritos en letras más grandes que nos interese de verdad, de modo que ni los citaremos en este primer post.

Pero, ay, ay… de los nombres en cuerpo pequeño de letra pero gran calidad artística de este cartel del BIME 2015: hay cosas no solo maravillosas, sino (lo más excitante) difíciles o casi imposibles de ver por estos lares; y que, por situarte, es buena parte de la music que suena en La Estación de Neguri cada día; y son artistas y bandas cuya obra que hemos reseñado en este muro en más de una ocasión, seguro que varios de ellos te suenan.

Otro detalle importante: si vas a ir un solo día, y estás sopesando si te interesa más el viernes o el sábado, por si te sirve te comentamos. Nosotros lo tenemos muy claro: EL VIERNES.

Mañana te explicamos con más detalle por qué elegimos, sin dudarlo un instante, el viernes frente al sábado. Pero apunta unos nombres: Iron &Wine, Matthew E. White, Benjamin Clementine y Zola Jesus. Auténticas delicatessen de nivel mundial, que paladearemos el viernes, casi una detrás de otra, cómodamente sentados, con buena acústica (lo decimos por la experiencia de otros años) y con un refresco en la mano. Un sueño, amigos/as.

Os dejamos con la artista que menos hemos “pinchado” en este muro, pero que lleva años haciéndonos tilín: ZOLA JESUS, toda una personalidad de la music independiente actual, con cinco discos grabados, cada vez más pop y, por tanto, más asequibles para el público, lo que no es mucho decir teniendo en cuenta lo rarunos que fueron los primeros discos. Cantante dotadísima (nunca sabes hasta dónde puede llegar su voz) y compositora afiliada a la parte más oscura y enrevesada de la electrónica para públicos no del todo minoritarios (sus canciones tienen algo de rock, pop, clásica, minimal y R&B) es muy cara de ver en España. No desaproveches la oportunidad.

Os dejamos con «Vessel», uno de los temazos de pop electrónico del bueno, que han convertido en casi una estrella planetaria a ZOLA JESUS

Cosas que contar un martes, primero de octubre

MARTES, EL PRIMERO DE OCTUBRE, sol y calorón por la mañana, y chaparrones de lluvia -bien fresca ella, no te fastidia- por la tarde, locos vamos a acabar a este paso con cambios tan bruscos. En fin, que tenemos varias COSAS QUE CONTAR. Vayamos por partes, y en plan telegrama, o casi:

1.- Esta es la última semana para disfrutar de la impresionante exposición de cuadros de FERNANDO BIDERBOST, uno de los artistas más consolidados cuya obra hemos colgado de las paredes de la Estación de Neguri. Si te gustan el surrealismo, Kandinsky, Miró o Chagall, deberías ver las pinturas que muestra Fernando Biderbost en nuestro local. Te queda hasta el viernes. Tú decides. El sábado inauguramos una nueva expo, ya iremos comentando.

2.- El último finde de setiembre, una decena de amigos, de Bilbao y cercanías al menos emocionales, unidos por nuestra fiebre melómana (rock 60s y 70s, folk y blues rarito, country del menos obvio, psicodelia enredada y en este plan), por dedicarnos en muchos casos a labores vinculadas a la music (había periodistas especializados, responsables de sellos discográficos, programadores de conciertos…) y también porque nos encantan los discos de los getxotarras MCENROE, nos desplazamos hasta LA CASA NOROESTE, la casona rural que Ricardo Lezón, líder y alma mater de McEnroe, tiene abierta en un pueblecito al sur de Soria, de nombre Noviales. Lo pasamos de miedo, conversaciones (tema casi único, la music, con todas sus derivadas) de inusitado nivel (salvo cuando hablábamos nosotros, precisemos), risas interminables hasta perder gesto y compostura, y, lo más valioso, mágico set acústico -solo con su guitarra y en baja voz-, de Ricardo Lezón haciendo para nosotros, versión sofá/gintonic, lo mejor de su amplio y maravilloso repertorio (recordemos que todas las canciones de la banda las escribe y compone él); en fin, sábado y domingo irrepetibles, la esperanzadora constatación de que aún quedan imprescindibles amigos por conocer, y por si faltaba algo para frotarte las manos, PROYECTOS que, sobre plano, parecen apasionantes (¿un club/asociación de aficionados “pata negra” a la music en vivo que programa varios conciertos -locales, nacionales e internacionales –al mes, cada vez en el local que mejor se ajusta al evento?) de los que, si se concretan en edificio más o menos sólido, seréis puntualmente informados.

3.- Tampoco es que sean miles, pero sí que algunos amigos/clientes nos piden que sigamos recomendando discos y artistas, pero no de vez en cuando sino en plan mogollón y de golpe, como resumen de un trimestre o así. Para anotar y tomarse su tiempo en degustar el género, suponemos. Pues nada, al asunto, a ver si os funcionan nuestras propuestas. CUATRO DISCOS QUE NOS HAN GUSTADO ENTRE MÁS QUE BASTANTE Y MUCHO PERO MUCHO DE VERDAD que se han publicado estas últimas (y productivas) semanas:

CECILE MCLORIN SALVANT, “For one to love”. Jazz para todo el mundo, de esquemas muciales canónicos en el buen sentido, producción/sonido perfectos y emoción contenida pero intensa. Una delicia. La voz fresca y estupenda de una chiquilla de poco más de veinte años que compone la mitad de los temas de este su tercer disco y a la que algunos críticos comienzan a proclamar la nueva Billie Holiday” o “la nueva Ella Fitzgerald”; hazte a la idea.

KURT VILE, “B’lieve I’m goin’ down…”. Rock de guitarras envolventes, psicodelia versión ensimisme gozoso, divagación hedonista. Sexto disco en solitario de uno de nuestros músicos jóvenes favoritos (fue miembro estelar de los hoy aclamados The War on Drugs), a quien pudimos ver en excelente concierto en Bilbao hace un año o así.

DESTROYER, “Poison season”. Veterano cantautor pop-rock canadiense, purita esencia indie, que milita en banda muy reconocida (The New Pornographers) y que tras el primer disco exitoso de su consolidada carrera, de nombre “Kaputt”, nos sorprende con un salto estilístico tan arriesgado como logrado. Del pop sofisticado ha pasado al crooner/pop rozando lo barroco, con sección de cuerda, mucho saxo, percusiones vacilonas, producción de lujo, canto señorial y acabados jazzies, e incluso lo spropios del musical más al uso. Uno de los discos más llamativos y curiosos del año, sin duda. De digestión lenta, pero todo un manjar.

LITTLE WINGS, “Explains”. Cantautor californiano de culto (dos décadas de prodigiosa carrera, once discos a sus espaldas ya, y no le conocen ni sus vecinos), folk/rock melancólico, nostálgico y más bien tristón, sin barreras estilísticas, y siempre excitante y creativo. La ha vuelto a liar el bueno de Kyle Field, con un disco maravilloso, perfectamente distinguible de su obra anterior. El típico artista que, por calidad y originalidad, debería tener legión de seguidores y al que nos gustaría apadrinar, si el pecunio nos alcanzara para el empeño y si él se dejara, claro. La hipnótica y arrebatadora canción que os ponemos hoy, de título “By Now» e incluída en este disco que comentamos, lleva cuatro meses en youtube y ha sido reproducida menos de 4.000 veces, a pesar de su monumentalidad artística, saquen cuentas. UN don nadie en el mercado, qué asquito da la cosa, de verdad. Lo ubicamos en el negociado de Robert Wyatt, Mark Kozelek-Sun Kil Moon, Bonnie Prince Billy, Bill Callahan, Mount Eerie…, palabras mayores, delicado y aromático caviar musical, para paladares entrenados. Little Wings, merece mucha más difusión, y hoy se la hacemos nosotros, encantados.

y 4.- Mañana, miércoles, acontecimiento músico/cultural importante en Bilbao: andamos justos de tiempo (tenemos que salir corriendo de casa, porque vamos a ver a las ocho en Bilbao al guitarrista de jazz John Abercrombie, con impecable banda, en la Filarmónica), por lo que copio/pegamos:
“La tienda de discos bilbaína POWER RECORDS, un precioso oasis para los amantes de la música, cumple la friolera de 25 años, acontecimiento excepcional hoy en día viendo la dura situación por la que pasa la industria del disco desde hace años. Su especialización y su constante apuesta por el vinilo, sin olvidar el apartado del trato personal, siempre excepcional como todo lo que le rodea, le ha situado como referencia del circuito independiente de la zona norteña. La merecida celebración llega el día 7 de octubre en la sala superior del Kafe Antzokia con el ciclo “Music fron The Trees” que presenta una embriagadora noche de sonidos folk, rock y country con las actuaciones de dos formaciones que visitarán por primera vez Euskadi: desde Toronto el cantautor Doug Paisley, que publicó su tercer trabajo “Strong feelings” en año pasado, y desde Portland el cuarteto The Parson Red Heads, que presenta su último trabajo “In a Hazy Dream (Retrospective 2004-2014)”, recopilación en la que se recoge sus diez años de carrera.”.
Fin de la cita. La verdad es que no conocíamos de nada ni al cantautor ni a la banda, pero hemos aprovechado estos días para acercarnos a su música, y podemos concluir que la cita es más que atractiva, y que la banda, The Parson Red Heads, hacen un pop/rock encantador con toques psicodelia. Allí estaremos, para felicitar a los de Power Records y para disfrutar de la música que nos traen para la fiesta.

Pues eso, que las cuatro cositas están dichas.

Os dejamos con el temazo del nuevo disco de LITTLE WINGS.

Estupenda mañana de otoño.

Estupenda mañana perretxikolari la de anteayer, SÁBADO: agradable y exigente caminata (unas tres horas y media, tampoco hay que exagerar) por ciertos montes vizcaínos que nos permitieron recoger algunas setas de indiscutible valor culinario, je, y nos brindaron la oportunidad de mantener buenas y diversas conversaciones, de comprobar que aún hay pendientes que podemos subir con cierta donosura, de hacer fotos curiosas como esta, y de ratificarnos en que no es lo mismo beber por beber que tras previamente deshidratarte a conciencia.
Blog_estupenda_manana_otono

Banda sonora: de uno de nuestros mitos australianos más queridos y entrañables, ROBERT FORSTER (sí, la mitad compositiva, guitarrista y cantora de los desaparecidos The Go-Betweens; su compañero en la banda, Grant MacLennan, murió hace pocos años) esta canción que (salvo calidad de sonido) lo tiene todo: «The River People «. La puedes encontrar en dos discos: el muy recomendable «Calling from a Country Phone » (de 1993 y segundo de su producción en solitario), y el fascinante recopilatorio «Intermission: The Best of the Solo Recordings 1990-1997», publicado en 2.007. Si te gustan los Smiths y Johnny Cash tanto unos como otro, ya estás tardando, este es tu disco. ROBERT FORSTER, por cierto, acaba de sacar otro enorme disco, de título «Songs to play». Va, no te lo pierdas:

 

Vuelve la música en vivo a La Estación

11 de setiembre ya, y VIERNES, POR FIN. Y PARA MÁS ALEGRÍA, VUELVE LA MÚSICA EN VIVO A LA ESTACIÓN DE NEGURI. Si te gustan las canciones de Dylan, Neil Young, la Credence, Beatles, Ellioth Murphy, Cat Stevens, Eric Clapton, Nick Lowe…. esta es la tuya. Hoy, viernes, 11 setiembre, a partir de las ocho y media de la tarde, CHARLIE COSH, miembro de Dr Flashback, la conocida banda de versiones de estos y otros genios de la music preferentemente de los 60 y 70, ofrecerá un concierto en solitario en el que repasará con su estupenda voz y tocando su guitarra.

(Inciso: mañana, sábado, 12 setiembre, a eso de las ocho de la tarde, inauguramos con un sencillo acto una de las exposiciones más especiales que hemos programado, la del prestigioso artista bilbaino FERNANDO BIDERBOST que trae a tu local favorito de Getxo una quincena de obras que hemos tenido la oportunidad de ver en su estudio y nos tienen fascinados. Todo un privilegio para nosotros, y para nuestros amigos y clientes, por supuesto.Mañana, día de autos, ampliamos la info).

Son 45 años los que CHARLIE COSH lleva interpretando (comenzó en el 69, con su compañero y amigo Juan Dalton, otro viejo conocido del escenario de La Estación de Neguri) con respeto, precisión y sentimiento estas inolvidables canciones que son mucho más que recuerdos de juventud para buena parte de nuestros amigos y clientes. Charlie Cosh nos ha visitado en otras ocasiones, pero nunca lo ha hecho en este formato de solo acoustic. Una cita más que interesante, creemos. Ya lo sabes, HOY, VIERNES, MÚSICA EN VIVO EN LA ESTACIÓN CON CHARLIE COSH. Escuchará canciones eternas como esta: