Hemos sustituido el paseo matutino por el visionado de videos que reflejan el conciertazo de PJ HARVEY en el Primavera Sound el pasado finde, para hacernos una idea de còmo fue el que toda la crítica ha calificado de uno de los dos o tres mejores conciertos de todo el festival y eso, en el caso de un festi mastodóntico en cantidad y calidad como el de Barcelona, es mucho decir.
Dos o tres extractos de lo que ha dicho la prensa:
David Morán en el ABC:
«El sábado, en el recinto del Forum, se hablaba de visitantes llegados de 124 países, de un 52% de público extranjero y de jornadas de día con 55.000 espectadores deambulando por la decena de escenarios ubicados en esos inacabables 187.000 metros cuadrados, pero el eco de las cifras empezó a apagarse y a hacerse cada vez más pequeñito en cuanto PJ Harvey decidió que había llegado el momento de convertirse en la estrella más brillante de la galaxia del festival. Era noche de estreno y la británica, siempre impecable, se vistió de gala para ahondar en la herida de «The Hope Six Demolition Project» y «Let England Shake» y firmar EL concierto del festival. De riguroso y deslumbrante negro y con un diseño escénico sobrio y elegante, la de Dorset apareció agarrada al saxofón y escoltada por una sección de percusionistas que más que a un escenario parecía que se dirigía al campo de batalla y, ya en la línea del frente, recorrió ese catálogo asperezas, lamentos desolados y cicatrices en forma de blues barroco y rock rugoso que pueblan sus últimos trabajos. Cantó como nunca, se adueñó del escenario como nadie en todo el festival y, acompañada por nueve músicos de impresión, recorrió todos los matices y claroscuros de piezas como «Chain Of Keys», «A Line In The Sand», «The Community Of Hope», «Let England Shake» o «The Wheel» hasta llegar a esa coda final, turbador salmo funerario, que fue «River Anacostia». También se acordó de viejos éxitos como «Down By The Water», «To Bring You My Love» o una desatada «50 Ft Queenie», pero en ningún momento dio tregua y todo el concierto fue como un gigantesco alambre de espino que atravesó el corazón del Forum y del Primavera Sound. Soberbio y deslumbrante».
Luís HIdalgo, en El País:
«El público, rendido ante el poder de la reina, aplaudía, pero lo adusto y ceremonioso del repertorio no le llevaba a ebullición. No había color en el escenario, dominado por focos blancos, como si aquello fuese una actuación de Fugazi. Para aumentar la sensación de opresión, en «Ministry of defence», segunda pieza, apareció tras la banda una especie de muro que sugería la imposibilidad de huida. Por delante del mismo, los claroscuros y contrastes entre blanco y sombras jugada a favor de la severidad. Estaba llamada a ser la reina, y como tal se comportó. Salió a escena con una comitiva que marchaba con aire solemne con tambores e instrumentos de metal, como si se tratase de un desfile de guardia real de a pie. Ella también tocaba, un saxo, y se dispuso en el centro del escenario, dispuesta a comenzar su reinado ante una multitud de súbditos que la miraban expectantes. Era PJ Harvey comenzando con puntualidad su concierto en uno de los escenarios principales del Primavera Sound, que años más tarde volvía a contar con su concurso. Y ella, llamada a reinar, lo hizo, pero marcando un estilo severo, no haciendo demasiadas concesiones a sus súbditos y manifestando una preocupación por la injusticia y la desigualdad en el mundo que expresa en su último disco, motivo de su presencia en el festival».
Jordi Bianccioto en El Periódico:
«Con ‘The hope six demolition project’ ha hecho PJ Harvey una demostración de cómo convertir un material comprometido con causas colectivas globales, asociado al dolor, a la injusticia, con carga política, en música turbadora que puede helarte la sangre, sin el menor contacto con insinuaciones panfletarias. Fue así también en su puesta en escena, exuberante pero estricta, en la que se arropó de una banda que bien podría encabezar un festival por sí sola, con talentos como John Parish y el ex ’bad seed’ Mick Harvey. Concierto asentado en ese nuevo disco, que recorrió casi al completo desde ‘Chain of keys’, abriendo la noche con bombo y circunstancia, a través de esas canciones que dirigen el foco a diferentes puntos convulsos del planeta, de Kosovo a Afganistán y, de ahí, al corazón del sistema, Washington y su fractura social interna. A partir de esas descripciones realistas Harvey trazó en el Fòrum todo un discurso crítico con el orden mundial donde la música no dejó de ocupar un espacio central y cuyas ramificaciones le llevaron hasta tres canciones de su disco anterior, ‘Let England shake’.
Tambores de guerra, rock en complicidad con una música popular de reflejos ancestrales con doble ración de saxo subrayando perfiles dramáticos. »
¿ Y cómo sónó el concierto de Barcelona?
La canción elegida para saludaros este sábado y desearos suerte en todo es «The Ministry Of Defence», de elocuente título e includia en su nuevo disco. Naturalmente tal y como sonó en el Primavera Sound Pj Harvey acompañada de músicos impresionantes y que lo tocan todo, como John Parish o Mick Harvey.