Muchos discos estupendos escuchados estos días en que hemos buscado nuestra estación en el Sur.
Entre los de reciente publicación, nos quedamos con el de reaparición de un ilustre desconocido (artista de culto, decíamos antes) californiano: EMITT RHODES. Rock de autor, o cantautor pop-rock, esa es la etiqueta que colocamos -reduccionistas y pragmáticos lo hemos sido siempre-, para este tipo de artistas, tan deliciosos y personales como originales e intensos, además de finos artesanos de la melodía y talentosos cantantes, que tanto nos están flipando últimamente (tres nombres más recientemente descubiertos: Pete Astor, Peter Brundtell y Johan Asherton).
Vamos, pues, a reintegrarnos al fantástico curre de intentar haceros un poco más agradable la vida, café a café, cañita a cañita, charla a charla, canción a canción. No hemos parado un solo día en La Estación de Neguri, ya lo sabéis; lo que ocurre es que quien esto escribe se ha tomado unas breves vacaciones.
Y hemos elegido para saludaros, encantados de estar de nuevo en el pueblo, un temazo elegido de la exigua y bien lejana en el tiempo discografía de EMITT RHODES (la canción es de un disco publicado en 1.970), dado que no encontramos videos de canciones de su elogiable nuevo disco.