Y siguen las trifulcas, nacionales (lo de Rato habla con la máxima elocuencia imagiable de cómo, de perversamente, ha funcionado – ¿y sigue funcionando?- el mundo de las altas finanzas y la política en España) y del paisito (nos está interesando particularmente el affaire de Mario Fernández en Kutxabank, y es que lo tiene todo, intriga política, lucha por el poder directivo, inquinas personales, e ilógica por todos lados…), además del inicio de la fase judicial definitiva del truculento drama criminal y demencial del falso shaolin.
Hoy juega el ATHLETIC (en casa, contra el Getafe) y, resulta penoso reconocerlo, pero le hemos perdido un poco de fe al equipo. Lo de aspirar al séptimo puesto en Liga -que da opción a UEFA el año que viene- deviene misión imposible, con esa actitud tan conformista (y esa calidad de juego, tan intermitente como casi siempre mediocre) que muestran los jugadores.
Deciros, también, que ha vuelto, tras este interminable y crudísimo invierno que hemos tenido que soportar, el AMBIENTAZO a La Estación de Neguri, tanto por la tarde con los cafés y las cervecitas (demás de la caña Heineken glacial, tenemos más de 25 botellines de muchas marcas y clases) como por la noche, con nuestra cenas a base de ensaladas, tostas, hamburguesas, raciones (ensaladilla, longaniza de Avilés, jamón ibérico, salmón ahumado, tabla de quesos…), pizzas de pan de cristal (de carne picada en bolognesa, de jamón, tomate y queso, y de siete quesos fundidos)… No deberías perdértelo.
Y siguen , también publicándose discazos de artistas de los que apenas habla nadie, ni siquiera la prensa especializada. Pero para eso estamos aquí. Una buena muestra es lo nuevo de PETER BRODERICK, estadounidense afincado en Europa y pequeño genio del folk-pop más inspirado, con influencias de la música de cámara, el ambient, el rock con arreglos de electrónica…
Os dejamos con «Colours Of The Night», temazo del nuevo disco del mismo título de este músico de Portland (Oregon) que con cada nueva obra que publica demuestra que al margen de lo comercial, e incluso del indie de minorías mayoritarias, queda un espacio artístico muy interesante para crear e innovar.