HABLAMOS CON TXEMA DOMÍNGUEZ, que al día siguiente de colgar sus cuadros en La Estación (el jueves por la noche) partió para Madrid, con la intención de ver la expo de los impresionistas en el Thyssen. Lo que sigue es un resumen de lo que nos contó por teléfono, sentado en el banco que hay frente la puerta del museo:
EL DNI del artista
Es de Getxo («de toda la vida; vivo a 50 metros de la playa de Arrigunaga»), tiene 64 años, se acaba de jubilar, fue siempre informático desde que comenzó a trabajar, «cuando la informática era otra cosa» y aunque tiende a pintar bosques, porque adora los árboles, necesita tener el mar cerca («me gusta verlo y oírlo, pero no me atrae nada pasarme horas tomando el sol, prefiero pasear por la playa cuando no hay gente»), lo que casa perfectamente con que su segunda vivienda la tenga también en la costa, en el otro extremo del país, eso sí, en Almería. Lee mucho, casi todo biografías (está terminando una muy extensa sobre Van Gogh) o que traten temas específicos, como matemáticas o filosofía; la narrativa de ficción, las novelas -que a otros tanto nos apasionan-, últimamente le interesa más bien poco. En música, reconoce que se ha quedado «un poco atrás», escucha sobre todo rock sinfónico, en plan Pink Floyd, Genesis…; de sus preferencias en materia de cine nos cita al «inmortal» Kubrick.
¿Pintores favoritos?
«Los impresionistas, Monet, Chagall, Manet, Degas, Van Gogh, pero todos en general». En cuanto a su estilo, matiza: «Aunque parta de la base del color del expresionismo, de que se vea la mano y la emoción del artista, me gusta esa primera impresión de las cosas, los trazos espontáneos».
¿Cómo se enfrenta al trabajo pictórico?
«Lo más habitual es que primero fotografíe los paisajes, y tras haberlos estudiado a fondo, pinto, ya sea en óleo o en acuarela, o en acrílico y óleo (los cuadros de la expo de La Estación son «técnica mixta, acrílico y óleo»).
¿Por qué todos los cuadros de la expo son de árboles y bosques?
«Desde muy joven tengo una fijación por árboles y bosques, mi pintura es una forma simbólica de contribuir a que no desaparezcan los bosques y su entorno cercano, a reforzar su imagen positiva y subrayar lo que significan; el día en que los bosques dejen de existir se nos caerá encima el firmamento». También pinta sobre otros temas, «pero en menor medida. Para mí los bosques son una filosofía, me dicen tantas cosas, son tan inspiradores y relajantes, y resultan tan necesarios para todo; los veo como el reflejo de la vida». ¿Los otros cuadros? «Pinto también marinas e incluso algunos paisajes urbanos». Una curiosidad: «nunca pongo personas en mis pinturas de bosques, y la verdad es que no sé por qué, pero es así».
¿Los bosques son de por aquí cerca o de otras regiones?
«La mayoría son de la zona de Segovia, de donde es mi mujer. Me encanta pasear y reflexionar, observando los árboles y los cambios de la naturaleza. Por tanto, muchos de esos paisajes son castellanos: pero no todos, algunos proceden de mi imaginación, son mis bosques interiores, de origen desconocido».
¿Cómo podemos comprender mejor estos cuadros y disfrutar de esta expo de La Estación?
«Me gusta que mi pintura trasmita emociones sencillas pero trascendentes, para contrarrestarlas con el agobio y el estrés con que vivimos; quiero que alegren el espíritu y creen un poco de paz y tranquilidad en el espectador. Y para eso sugiero que se contemplen los cuadros con tiempo y fijándose en los detalles y en lo que nos recuerda cada paisaje, lo que nos dice cada obra».
Listo. Ahora solo os queda pasaros por La Estación y gozarla viendo los cuadros de Txedma Domínguez
Nos despedimos con DEVENDRA BANHART, icono -desde hace ya una década, aunque sigue de plena actualidad- del free folk raruno pero dentro del fenómeno hippie/chic, con una particular devoción, en lo musical, por el tropicalismo y la sicodelia. Tras casi cuatro años de silencio en materia de grabaciones, entregará Devendra el próximo 12 de marzo nuevo y atractivo disco, de título «Mala». Siempre nos ha gustado Banhart, lo hemos visto muchas veces en directo; en España ha tenido muchos fans desde el mismo principio de su carrera: hace ya unos ocho años, cuando casi nadie le conocía, tocó en Bilbao y fuimos no menos de 200 aficionados a Bilborock un día de labor frío y lluvioso, desembolsando una entrada bien carita. Añadido a que técnicamente se muestra impecable cantando y tocando, Devendra es uno de los artistas más imprevisibles y libres que se pueda ver sobre un escenario; si escuchas esta canción casi seguro que comprendes por qué esperamos con tanto interés a que publique sus nuevas grabaciones.