La música tiene su propia manera de hacernos recuperar los recuerdos. No sabríamos definir cuál es, quizá no haya una específica y única, solo sabemos que nunca nos falla. Esta canción de A Certain Ratio tiene lo suyo. Vamos a poner una de su primera época (la maravillosa «Do The Du», que daba inicio al discazo «The Graveyard and the Ballroom», 1980) para contextualizar lo que decimos aquí abajo.

David Byrne reconoció sin ningún problema que los británicos influyeron decisivamente en el viraje de sus Talking Heads al funk: «Sí, sería una mentira decir lo contrario. A Certain Ratio nos influenciaron, y después de esa gira fue cuando empezamos a adentrarnos en la música funk y la world music». Talking Heads los llevaron de teloneros en una de sus primeras giras (dato freakie: fueron dos conciertos, el 4 de diciembre de 1979 en el Eventim Apollo de Londres y dos días después en el Locarno Ballromm de Porthsmouth), justo la anterior a la publicación del inconmensurable disco de TH «Remain In Light» (1.980)

Quizá no es la foto más indiscutible de nuestros paseos, pero siempre hemos pensado que esta perspectiva tiene algo. Dos caminos, una carretera, un túnel, casa (Cisco, je) emblemática con perfil curioso, vegetación, mar, barquitos, urbe indefinida al fondo, y cómo no, muchas nubes y amenaza de tormenta…

banda sonora: sabroso y obsesivo ritmo 80s el de los británicos A CERTAIN RATIO con su hit «Lucinda» perteneciente a uno de de sus discos de referencia, «Sextet» (1.982). Cómo vuela, de alto y de rápido, ese bajo. Y con qué entusiasmo bailábamos, por aquel entonces, esta canción y otras muchas de A Certain Ratio. No los conocía casi nadie, lo que hacía que nos gustaran aún más; hay que reconocerlo.

Nos gusta el buen tiempo. Y contemplar, absortos y con el ánimo alto, la modesta solemnidad de las mareas bajas. Y nos gusta también que las piedras emerjan. Y que haya luz, y que no llueva pero… es domingo y hace un tiempo de perros; resignación. Al menos, este finde no hay partido del Athletic, un disgusto que nos ahorramos.

banda sonora: de MARIA ARNAL Y MARCEL BAGÉS, a modo de recuerdo del gran concierto que dieron en el soberbio auditorio (un sonido inmaculado, de una nitidez y brillo casi inmejorable) de la Kultur Leioa hace una semana, una canción, «Tú Que Vienes a Rondarme» que hace unos meses pasó a engrosar nuestra escueta lista de canciones favoritas del pop español de siempre.

Ah, y tenemos muchos testigos (el recinto estaba prácticamente lleno), no se puede cantar mejor en directo de lo que le escuchamos hacerlo a María Arnal en Leioa; es matemáticamente imposible. En vivo la voz suena más poderosa, más emocionante, más entrañable y más rica en matices que en el disco, y mira que canta bien en el disco; si no, escucha:

Vale, llega el finde y regresa el invierno con su peor cara, que ya se nos está haciendo conocida. Además, el mal tiempo nos va a perseguir también en las minivacaciones de Semana Santa, vayamos donde vayamos.

De acuerdo, pero la tarde ayer, con sol intenso a ratos, viento sí pero asumible y una luz maravillosa no nos la quita nadie. Incluso la registramos en nuestro móvil, para poder recordarla. Ahí esta la nieve al fondo en el monte para situarnos en nuestro sitio, a modo de advertencia realista de lo que podía venir, pero de todos modos, los buenos ratos, como el luminoso paseo de ayer, quedan para siempre.

Ahora, pensemos en cómo nos hacemos a la idea de que frío, viento, nubes y lluvia se quieren quedar con nosotros a pasar una temporada extra. Paciencia y buen humor.

banda sonora: una de las canciones pop en castellano que más nos ha gustado últimamente, «Amiga», del último disco de TULSA (Miren Iza, una de las voces de chica más bonitas e intensas del país), «Centauros». Casi seguro que esta canción le gustaría a la inolvidable Cecilia (cómo pasa el tiempo, murió en verano de 1.976, hace más de 40 años).

(Una vez más, lo diremos: hay cantautores pop que escriben letras en español que honran el idioma, acercándolo con talento, duende y naturalidad a los sentimientos y las emociones. Miren Iza y Ricardo Lezón, precisamente buenos amigos desde hace años, son la mejor muestra de ello).

Mira a ver si estamos confundidos, que siempre nos lo tememos: