El pasado jueves, viendo cantar en Donosti a la californiana ALELA DIANE comprobamos una vez más por qué nos gusta tanto cierto tipo de folk que quizá, hemos de reconocerlo, pueda aburrir a más de uno/a.
Uno de los mejores momentos del concierto fue la interpretación ella sola, tal cual se ve en este video (en el set de Donosti del jueves en el centro de cultura de Intxaurrondo acompañaron a Alela el estupendo guitarrista con el que firma su nuevo disco, y una violinista que hacía también voces) de una de las más bellas y sencillas canciones que hemos escuchado estos últimos años,
Se trata de «The rifle», perteneciente al disco con el que la conocimos, el muy recomendable «The pirates gospel», publicado en 2.006.
Buen día y ante la oleada de frío lo dicho, tranquilidad, buenos alimentos, cambio ya definitivo de vestuario y buena disposición. Nosotros colaboraremos en la medida de nuestra posibilidades: a partir de ya, por ejemplo, puedes pedirnos nuestro celebérrimo CALDO casero, el de hoy lo acabamos de terminar hace una hora. Hemos notado un poco la falta de práctica pero bueno… ha quedado rico rico.
Archivo por meses: noviembre 2015
Exitosa exposición de acuarelas de Ana Undurraga
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NO PERDAMOS LA OPORTUNIDAD DE gozar mirando con pausa y deleite las acuarelas de ANA UNDURRAGA, en la que ya es una de las exposiciones más exitosas que hemos montado en los más de tres años y medio de existencia de La Estación. Ha encantado a prácticamente todos nuestros amigos y clientes, lo que era previsible a nada que nos fijemos en la calidad de las obras de esta artista que nos cuenta que “de siempre me recuerdo pintando, y pintando en cualquier lugar, incluidas las paredes de mi casa. Iba con mi padre a ver muchas exposiciones, ya que siendo él pintor también, frecuentaba los círculos artísticos de Burgos, donde nací por circunstancias de la vida y residí hasta los 17 años, antes de venirnos primero a Getxo y ya después a Leioa”. Comenzó en serio con el óleo en los años 90 e hizo una expo en Burgos junto a su padre que tuvo “bastante repercusión”. Añade ANA UNDURRAGA que “posteriormente tuve un parón ya que no podía compaginar trabajo, maternidad y pintura, hasta que un día me incorporé a las clases de la Agrupación de Acuarelistas Vascos. He tenido como profesores a Ana Sánchez Trujillo y Aitor Rentería. Desde entonces me he centrado en acuarela, dejando atrás el óleo, pero sin renunciar a ello. Utilizando como medio de expresión la acuarela he acudido a algunos certámenes nacionales e internacionales y en los últimos años he obtenido varios reconocimientos, entre ellos, el primer premio en el concurso de Durango, la medalla de honor obtenida en Caudete, o el premio adquisición de la Bienal internacional de acuarela de Castra (Eslovenia)”.
Entre “los pintores que me hayan podido influir, en la infancia eran los clásicos, Goya, Velázquez, Rembrandt, Zurbarán, Durero, Leonardo da Vinci, pero a medida que uno adquiere mayor conocimiento admiro a muchos, admiro a los impresionistas (Van Goch, Monet, Sorolla, Renoir, Joaquin Mir, Degas), a Dalí, a Picasso, a Matisse, a Antonio López, a Lucien Freud, a Frida Kahlo, Klimt, Pieter Brueghel el Viejo, Francis Bacon, David Hockney”.
LAS CLAVES DE ESTA EXPOSICIÓN de ANA UNDURRAGA: “he procurado adaptarme al espacio del local y muestro una veintena de obras, pequeñas, medianas y algunas más grandes. Son obras que tratan en general temas de naturaleza, bosques, árboles, dehesas y encinares por los que suelo caminar. También algunos recogen motivos del entorno cercano, como la ría de Bilbao o costeros. Todos son acuarelas sobre papel y realizadas estos últimos dos o tres años. Las obras son figurativas, fácilmente reconocibles, con una tendencia impresionista. Aunque he hecho otras exposiciones, es la primera vez que muestro un número importante de obras en acuarela y me gustaría que la persona que se sitúe delante de mi obra no le dejara indiferente, que le transmitiera una emoción eso que contempla, con eso me conformo”.
Primeras confirmaciones del BBK LIVE 2.016
Lo de contratar a los celebradisimos PIXIES (ídolos del indie rock para los aficionados que los prefirieron a los Nirvana en los 90s y que hoy tienen más 40 pero no han llegado a los temidos 50 años), como uno de los cabezones de cartel, aunque se haya separado recientemente del grupo su emblemática bajista (Kim Deal), es un acierto incontestable y pone alto el listón para los siguientes nombres a sumarse en letras mayúsculas al cartel. De los nombres que se barajan (Artic Monkeys, Killers, Arcade Fire, Coldplay, Metallica, Foo Figthers…) apenas alguno despierta interés hoy en nosotros.
Pero ayer noche, inopinadamente y mientras estábamos haciendo tiempo para ver a Alela Diane en Donosti (fan- tás-ti-co concierto de folk esencial, intensivo y encantador de una cantante privilegiada que te transporta a no se sabe donde, pero donde apetece mucho estar), llega un mensaje a nuestro móvil que nos informa de que hay dos confirmaciones más para el BBK LIVE del año que viene. Y son ni más ni menos que dos de nuestros artistas más favoritos de estos últimos años: FATHER JOHN MISTY y COURTNEY BARNETT, ambos autores de dos de los mejores discos de este 2.015. Hemos hablado en este muro de La Estación muchas veces de los dos pero hagámoslo de nuevo, que la ocasión lo merece. Y es que nos nos creemos que los programadores hayan logrado contratar a dos de las mayores figuras del rock de autor actual.
Al norteamericano FATHER JOHN MISTY lo conocemos y amamos desde su época de cantautor folk atormentado, por no decir desolador, con el alias J. Tillman e incluso llegamos a verle en directo en Bilbao teloneando a Jesse Sykes, la bella y frágil dama del country/noir. Hoy, con su nuevo nombre artístico, es una figura de alcance mundial y deseada por todos los festivales que factura un pop-rock grande, casi solemne por momentos y de muchos quilates, con diversas y enriquecedoras referencias (jazz, r&b…) y dosis insanas de intensidad y emoción en las canciones de sus ya dos discos, ambos estupendos ; el último, “I love you, Honeybear” figurará, apostamos, en las más prestigiosas listas de lo mejor de 2.105. Fijo.
Y de la joven (27 añitos) australiana COURTNEY BARNETT solo podemos decir que gusta a todo el mundo que aprecia el rock de autor corajudo y rebelde que no renuncia a crear canciones bellas y memorables, que cuenta cosas importantes y arriesga con talento y sin titubeos, tanto al sumar influencias de otros artistas (apunta: Lucinda Williams, Pj Harvey, Patti Smith, Bob Dylan) como al sintetizar estilos de riesgosa mezcla: folk y punk, cantautor y psicodelia, pop, garaje y country…. Su único disco largo hasta la fecha, “Sometimes I sit and think and sometimes I just sit”, publicado este año deslumbró a toda la crítica especializada. Es una de las dos o tres voces femeninas más apasionantes del momento (¿otras que nos encantan hoy mismo? Julia Holter, Joanna Newsom, Sharon Van Etten…). Diana absoluta del BBK Live, por tanto, también la confirmación de COURTNEY BARNETT, en un cartel que, solo con lo ya anunciado, promete ser una de las mejores ediciones de este festival, que el año pasado nos decepcionó un poco.
Os citamos para que nos visitéis a lo largo del día y la tarde/noche de hoy viernes en La Estación de Neguri, y os dejamos con una de nuestras canciones favoritas de FATHER JOHN MISTY, a quien veremos 100% seguro en el BBK Live. Es la que da título a su nuevo disco y se trata de un single en toda regla; la has escuchado un millón de veces en nuestro local. De momento, muchísima suerte con lo que se ha revelado del cartel del BBK Live 2015, a ver si sigue la racha.
«Truman» de Cesc Gay
1) Vimos ayer “TRUMAN”, la nueva PELICULA de CESC GAY, que es junto a Jaime Rosales y Alberto Rodríguez uno de los directores españoles cuya carrera seguimos sin perdernos una sola obra. “Truman” es una gozada de película de principio a fin, con una historia sencilla (la inminencia de la muerte por enfermedad incurable, el amigo que viene de Canadá a empatizar, hacer compañía y despedirse, el inseparable compañero del protagonista, el perro –Truman, sí- al que hay que “colocar” en otro hogar cuando el dueño fallezca…) y muy emotiva, regada con gotas de sutil humor, cercanía y calidez humana. El estremecimiento surge, el tema da para ello y no se evita, pero cada vez que da pie la situación y el temblorcillo nervioso prende en el espectador o la lágrima comienza a pedir paso, la escena se resuelve con elegancia, precisión, gracia y fina contención.
Está llevada con buen pulso narrativo, cada episodio del argumento, que se desarrolla en solo cuatro días, complementa al anterior y le da un relevo que el espectador percibe natural y lógico, hasta llegar a un final intenso que, con doble jugada, cierra con solemnidad y sorpresa un guión medido al milímetro al que no sobraría nada si no se hubieran hecho algunas –pocas-concesiones a la convención y si se hubiera trabajado un poco más, o con más acierto, el desfigurado y en cierta medida contradictorio papel que juega la figura del hijo del protagonista. Interpretan esta recomendable peli actores muy entonados, (excepto los dos más jóvenes, una pena), que trasladan a la pantalla perfectamente lo que –intuimos- el director les pide; sobresale, como siempre, la estrella absoluta del cine hispano de todos los tiempos que es Ricardo Darín, que encarna sublimemente un héroe que ya se siente más de ayer que de hoy y cuya personalidad rebosa tanto de dignidad y humanidad como de debilidades y dudas.
Aparecen, en los roles secundarios, actores habituales del director (Javier Cámara –en realidad es el co-protagonista-, Eduard Fernández, Àlex Brendemühl…) y otros menos frecuentes de su filmografía pero todos ellos de primer nivel e igualmente eficaces; terminan, en suma, dando consistencia, importancia y verosimilitud a cada fase de la narración (la última y definitiva visita al médico y al veterinario, el encuentro con amigos que no lo son tanto, las citas con candidatos para quedarse con su perro, la última cena con su hermana y su amigo…) y cadencia al ritmo que la mueve.
Cesc Gay es el rey de las situaciones livianas pero también resolviendo las más trascendentales, y muy capaz de transformar un guión en una sucesión de escenas plenas de vida, sinceridad, emotividad y naturalidad; de mostrar sin pudor pero con cariño e incondicional respeto las flaquezas de la gente, sus incertidumbres, sus contradicciones, sus miedos…, en fin, lo vemos como un creador de los grandes, que comprende y quiere a los personajes que idea y escribe en sus guiones, y que dota de modo magistral y casi único en la escena del cine actual de inmediatez, fragilidad, cercanía y autenticidad a (casi) todo lo que ocurre en la pantalla. Y lo logra en buena medida porque (al igual que lo hace el gran Jaime Rosales en su pelis) no solo no oculta sino que refleja con detalle la parte menos noble de nuestras vidas, esa parcela más egoísta (cada uno mira por lo suyo), prosaica (ese dinero, tan ordinario pero tan importante y siempre tan presente y condicionante; eso sexo a veces tan carnal y poco romántico), banal (somos bastante más vulgares y simples de lo que nos vemos y de lo que pretendemos ser) y egocéntrica (cuánto nos cuesta integrar en nuestra mirada, y en nuestros juicios, el enfoque, el interés y los problemas del otro).
En otras palabras, rescata, partiendo del reconocimiento de lo simples y egoístas que somos, la grandeza, la nobleza, la irrepetibilidad y la relevancia de cada vida, de cada decisión y de cada situación que marca una vida, y, por qué no y más en este caso, de una muerte. Cine grande,de apariencia modesta, que es el que más nos gusta, precisamente. Una peli a la que sobran algunos convencionalismos y lugares comunes -a los que no es muy dado Cesc Gay, por cierto- pero que garantiza más de hora y media de un entretenimiento de calidad, teñido de melancolía, de humanidad y de un fino e irreverente sentido del humor, marca de la casa. Muy recomendable.
2) Recordarte que si te gusta la pintura de los años 30 del siglo pasado que tanto marcó la que se hace hoy mismo, si te llaman la atención los cuadros en los que se juega con las formas geométricas y los colores, o -en plan ya más instruido-, si te interesan artistas como Malevich (máximo representante del movimiento conocido como suprematismo) y si te gusta el arte menos obvio, el que exige participar al espectador, TE QUEDAN POCOS DÍAS (solo hoy y mañana) para disfrutar del expo de ANA TRUEBA en la Estación de Neguri.
3) Este sábado INAUGURAMOS NUEVA EXPOSICIÓN, con las Acuarelas de ANA UNDURRAGA. Hablaremos de ello, pero decirte que la artista nos ha revelado, en entrevista que te resumiremos mañana o pasado, que “en esta exposición he procurado adaptarme al espacio con que cuenta la Estación de Neguri y mostraré una veintena de obras, pequeñas, medianas y grandes. Tratan en general temas de naturaleza: bosques, árboles, dehesas y encinares por los que suelo caminar. Otros cuadros recogen motivos del entorno cercano, como la ría de Bilbao o de temas costeros. Todos son acuarelas sobre papel y realizadas de los últimos 2 ó 3 años a la actualidad. Las obras son figurativas, fácilmente reconocibles, impresionista”.
– Toca ya la hora de despedirse, y lo haremos con una de nuestras canciones favoritas de este siglo, creada e interpretada por el que quizá es el músico de folk/pop más dotado de los de su generación, el estadounidense SUFJAN STEVENS. Viene en «Illinois» (2.005), uno de sus discos más redondos, y eso es mucho decir porque que casi todos los que ha grabado son magníficos.
«Heaven Adores You», documental sobre Ellioth Smith
MARTES, PRIMERO DE NOVIEMBRE, día oscuro, ventoso y desapacible. Más que apropiado, por tanto, para comentaros que ayer noche tuvimos la enorme (y casual) fortuna de ver en el (siempre recomendable) canal Xtra del Plus «Heaven Adores You», PELICULA documental fechada el año pasado y, que sepamos, aún sin estrenar en España, que trata de la vida y muerte del añorado ELLIOTH SMITH, compositor y cantante estadounidense que nació en 1969 en Texas pero residió la mayor parte de su vida en Portland, Oregon. Y que, cuando tenía solo 34 años, apareció muerto en su casa con un puñal en su pecho. Se habló inicialmente de suicidio, porque sufría depresiones, y además de la medicación, consumía alcohol y drogas, pero aún perviven dudas al respecto. Os hablamos un poco de él y os recomendamos que escuchéis su imperecedera (un poco triste, también, pero…) música.
ELLIOTH SMITH, al igual que otros geniales músicos desaparecidos prematuramente, como Nik Drake o Jeff Buckley, con los que comparte además no solo época sino también cierta afinidad estilística, es hoy un mito de la música pop de autor.
Además de sus cinco fantásticos discos en vida (de los que nos quedamos, más que nada porque son los que mejor conocemos, con «Either Or» y «XO», publicados uno tras otro, en 1997 y 1998, y ambos hitos del pop de todos los tiempos), un año después de su muerte se publicó el asimismo discazo “From a Basement on the Hill“. Nos hemos documentado al respecto: Rob Schnapf, productor de sus anteriores trabajos y la ex-novia de Elliott Smith y asimismo música, Joanna Bolme, fueron solicitados por la familia de Elliott para que terminaran el álbum sobre el que estaba trabajando desde mediados de 2001 hasta en el momento de su muerte en otoño de 2003. Elliott Smith quería editar un disco doble y, aunque no consiguió concluirlo antes de su muerte, había ido creando pacientemente hasta una treintena de canciones, casi del todo terminadas. No obstante, los deseos de Elliott no se respetaron y su compañía, Dreamworks, obligó al que el álbum no contuviera más de quince canciones. Dicen quienes saben de esto que dicha mutilación fue “aprovechada por la familia para eliminar de la selección final las canciones que contuvieran los versos más polémicos, especialmente los relacionados de forma más explícita con las drogas, el suicidio…. Con todo, a nivel lírico, es el disco más doloroso de la carrera de Smith, un auténtico museo del dolor con recurrentes alusiones a la droga, la depresión, el suicidio, la soledad y el desamor. No olvidemos que, entre 2001 y su ingreso en una clínica de desintoxicación a finales de 2002, Elliott Smith tocó fondo y la mayoría de las canciones aquí incluidas datan de ese periodo, así, este disco debía haber sido una especie de exorcismo de los demonios del de Portland, que quiso exponer sus demonios con la intención de marcar un punto final a una etapa que había decidido enterrar con el peso de estas hermosas canciones. Smith pasó los últimos tres meses de su vida totalmente sobrio, ajeno a todo tipo de drogas ilegales y alejado del alcohol que lo siguió por tantos años. Quería empezar una nueva vida».
Lo que podemos asegurar, y estos ya lo decimos otra vez nosotros, es que “From a Basement on the Hill“, disco póstumo del autor (ha habido otros dos, pero ambos son tenidos por recopilatorios), está al nivel de cualquier otro de su discografía y que es una maravilla de pop existencial, oscuro, delicado y sincero de un autor al que le costaba horrores salir de sí mismo; vivió frecuentemente atormentado a pesar de que sus amigos y su entorno le adoraban y de que llegó a disfrutar el reconocimiento artístico (pasó por los programas nocturnos de TV que aún hoy son referencia en EEUU y UK) e incluso el éxito y la fama (quizá recordéis que en el 97 fue nominado al Oscar por su canción para la peli «El indomable Will Hunting»).
No lo tengamos por bicho raro, al menos en lo musical, pensemos en que sus referencias musicales, e ídolos, eran los Beatles, los Kinks, Lou Reed y la Velvet, Elvis Costello…, en fin… como cualquier otro animal viviente.
Fue ELLIOTH SMITH un obseso de la creación musical («vivo para escribir y grabar canciones; lo de las giras, la fama y el dinero me da igual», dice en la peli) y el documental del que estamos hablando deja bien a las claras, además de la calidad impresionante a nivel melódico, vocal e instrumental de sus canciones, lo profundo, confesional y emocionante de sus letras, que siguen manteniendo hoy todo su encanto. Y también, ese poder tan turbador, de sus composiciones y de su sonido, de acercarse sin disimulo ni excusa al umbral de fragilidad e inseguridad del oyente.
Se dice que » From a Basement on the Hill” quizá sea el trabajo más oscuro y personal de su autor. «Su sonido, plagado de guitarras distorsionadas alternadas con íntimos temas acústicos, resulta el más saturado y agresivamente emocional de su discografía» leemos en la Red.
Pero os dejamos con una de las canciones melódicamente más hermosas y expansivas de toda la carrera de ELLIOTH SMITH que, curiosamente, fue grabada y publicada en vida del autor, pocos meses antes de muerte, pero como single. Casi nadie se enteró. Aquí va «Pretty (ugly before)»: Si no es la canción pop perfecta, no queda lejos. Si podéis ver el documental, hacedlo, merece la pena.
Sobre los conciertos del sábado 31 en el BIME
COMENTAMOS LOS CONCIERTOS QUE VIMOS AYER EN EL PRIMER DÍA DEL BIME 2015. Y; si, RECOMENDAMOS algunos conciertos del programa de hoy SÁBADO.
Una muy buena jornada la de AYER, VIERNES, en la que destacó sobremanera BENJAMIN CLEMENTINE, que puso en pie al auditorio varias veces y demostró que su voz (no hurta ni un cuarto de nota, llega de sobra a los altos, por altos que sean y mira que lo son) y sus canciones son todo verdad, esencia, elegancia y poderío emocional, y que está perfectamente capacitado, pese a su juventud y escasa experiencia, para trasladarlas al directo, aun con el escueto acompañamiento de un baterista que tampoco tocó demasiado tiempo si bien cumplió de sobra. Un set redondo, del que destacamos la canción que más nos gusta del disco, «London» que la hizo divinamente. Un músico de primera, que trasmite personalidad, talento de artista y magnetismo, además de una presencia estética muy lograda, parece un modelo (y de hecho, lo es, je). Lo tiene, sin duda.
También rozó el sobresaliente MATTEHW E. WHITE, fornido vaquero de Virginia reconvertido a rockero psicodélico con mucho soul y groove. Compareció en cuarteto solvente, formato rock clásico, y se desenvolvió sin problemas para hacer su difícil y breve repertorio (solo ha grabado aún dos discos), en el que se echó -más bien poco- en falta la rica instrumentación de las canciones grabadas. Eso sí, cantó muy bien con potencia y sensibilidad en esos semifalsetes tan chulos, y la banda sonó estupenda. Momentazo, la canción de despedida, justo la que pusimos ayer en este muro, «Rock & Roll Is Cold» , de su fantástico disco de este año, “Fresh Blood”.
Notable alto para IRON AND WINE, que no eligió bien el repertorio, y es lo único que hizo mal (junto con tres o cuatro interrupciones por olvido de la letras o acordes de canciones viejas) en un set con momentos mágicos, como cuando hizo las maravillosa «Cinder and Smoke» y «Tree by the River». Tocó fenomenal su guitarra y cantó como sabe, como un ángel, con sentimiento y matiz, y estuvo muy natural y simpático con el público pero tampoco se le vio comprometido ni particularmente interesado en hacer un superbolo. La pena era que para nosotros el concierto más deseado de todo el año. Así y todo, bastante bien, sin problema. Pero no fue el gran concierto con el que soñábamos. Y echamos en falta tantas cancionacas… Tiene tantas buenas (seis discos en solitario dan para mucho) el gran Sam que podía haber incluido al menos dos o tres más de esas, pero…
Y, para terminar, otro notable para ZOLA JESUS. Lo dio todo, vino con dos acompañantes, trombón de varas y teclas, y programaciones y tambor. Y el set estuvo bien, pero los graves, demasiado fuertes y reverberantes, tapaban en parte la impresionante voz de Zola Jesús, una acústica decente o en ese mismo escenario pero con con un sonido más currado y equilibrado (esa voz tan flipante hay que «protegerla») hubiera mejorado mucho la cosa. Las canciones elegidas nos parecieron bien, estuvo muy entretenido el espectáculo y apenas tuvo bajones; además, ella es todo un show en escena, moviéndose de un lado para otro y contorneando su cuerpo en plan bailarina, y es que Zola lo tiene casi todo. Pop electrónico de primera, sin caramelo, apartado siniestro queremos decir, de filiación gótico/industrial, con las mejores referencias (Siouxie, Portishead, Bjork, Cocteau Twins…), intenso y bailable. Moló mucho mucho. Hay que verla otra vez, con más calma y mejores condiciones de sonido. Mejor momento: hubo muchos, porque el set fue muy regular en calidad y sin altibajos, pero nos quedamos con cuando hizo «Dangerous Days «, quizá su mayor hit del último disco. No es la mejor pero en directo funcionó muy bien.
Un gran día de music live, por tanto, este viernes que abrió el BIME. A ver si quienes vayáis hoy tenéis suerte. Os recordamos nuestras
SUGERENCIAS PARA HOY, SÁBADO:
Pokey Lafarge: blues vintage, country, swing
Villagers: pop-rock barroco, introspectivo, elegante: lo mejor del día, oportunidad para escuchar en directo uno de los discos más destacados del año. NO TE LO PIERDAS.
Michael Kiwanuka: la otra gran cita del sábado: soul/pop de grandes canciones, con un cantante de voz sensible y talentosa. NO TE LO PIERDAS. Ayer un músico conocido le llamó el «Van Morrison negor». Por si te sirve lo decimos. Lo has escuchado hasta la saciedad en La Estación, es uno de nuestros must desde hace dos años.
Sallie Ford, rock americano en plan cantautor urbano, con ritmo, guitarras y liderazgo femenino.
Y, venga, tres cositas más:
– el techno inteligente, envolvente, hermoso, potente, carnoso y bailable en plan tranqui yde NATHAN FAKE
– una de las contadas bandas de pop-rock españolas de ahora mismo que nos gustan siquiera un poco: NUDOZURDO.
– el rock vitaminado, oscuro y malaleche de SAVAGES.
y quizá unos minutos del concierto de Richard Ascroft, el exlíder de The Verve (ambos, en minúscula, sí) para comprobar si sigue teniendo esa voz tan chula.
Lo dicho, suerte si váis al BIME hoy sábado; si no váis, nos tenéis en La Estación de Neguri para comentar los conciertos que vimos ayer y para pinchar todo el día la music que sonará en el BIME hoy. Ayer tuvimos ambientazo, acércate hoy, a ver si hay suerte, je.
Os dejamos con VILLAGERS, con una de las muchas canciones sublimes de esta banda de la que ya hemos hablado aquí antes, y es la que más nos interesa de todo el festival, por casi recién aparecida y porque vienen con un disco que nos ha parecido de lo mejor de todo el año. En realidad, es un proyecto unipersonal, el del multiinstrumentista, afinado cantante y compositor irlandés Conor J. O’Brien, que factura un pop/folk/rock de cámara intimista y atmosférico, flipante, espacial. De esos discos de disfrutar con tranquilidad y fijándose en los detalles. Lo comparan con Paul Simon,con Robert Wyat, con Jens Lekman, Patrick Wolf… en fin, nuestra recomendación más expresa para hoy. VILLAGERS.
Escucha este tema, «Courage» (candidata a canción más bonita del año en nuestra lista) y comprobarás el porqué de nuestro entusiasmo. Pura orfebrería pop.