Algunas fotos son pura música. Y ciertas músicas son como fotos de nuestra vida, de esas emociones, esas penalidades y esas buenas rachas que le dan humor y tragedia, ritmo y algún sentido. Banda sonora: «Una y no más», de ÚRSULA, uno de esos proyectos (liderado por el gaditano/sevillano David Cordero, que sigue en la brecha; léase, por ejemplo, colaborando con Ricardo Mcenroe en VIENTO SMITH), que marcaron el principio de siglo en la music de nuestro país, aunque la mayoría de nuestros paisanos no se enterara de ello. «Todo vuelve a ser lo que no era», el disco de URSULA que contenía esta y otras prodigiosas canciones, se publicó en 2.002 y, sí, parece música no ya de hoy mismo, sino incluso de mañana.
Archivo por meses: octubre 2014
Interesantes películas en la cartelera
La mejor del año en curso, sin duda alguna. Desde ya, con letras de oro en la historia del cine, se estudiará en las facultades del séptimo arte: «BOYHOOD (Momentos de una vida)», escrita y dirigida por Richard Linklater. Ganará cualquier festival al que se presente y, muchos Oscar (mejor guión, dirección y montaje, casi obligatorios), a nada que se haga un poco de justicia. Casi tres horas de disfrute viendo cómo evoluciona en un plazo de tiempo real- 12 años- la vida de una familia norteamericana de hoy, en una peli entretenida, enjundiosa y realista pero a la vez, cautivadora por sus personajes y por las cosas que les ocurren, y que se mueve entre lo documental y la ficción con una maestría sublime.
«LA ISLA MÍNIMA». Una de las más emocionantes y sobrecogedoras pelis españolas que jamás hayamos visto (le da mil y una vueltas a «El niño», por ejemplo; de los truños de Torrente ni hablamos, faltaba más) con una banda sonora subyugante que añade tensión y suspense a una narración impecable aderezada por unas imágenes paisajísticas de belleza insólita y muy poética, unas secuencias de acción prodigiosas y unos actores, y no solo los principales, que bordan sus papeles. A pesar de sus molestas imperfecciones de guión (destaquemos lo inverosímil del comportamiento de los criminales, y lo innecesario de varias tramas menores que solo despistan al espectador), Alberto Rodríguez (somos fans, lo reconocemos) confirma que es uno de los dos o tres mejores directores de nuestro país. «Grupo 7» y «Siete vírgenes» ya avisaban de que detrás de estas pelis había un artista con mundo interior y muchos fundamentos narrativos y técnicos, que sabe contar sus historias, no forzosamente muy originales pero siempre con personajes de verdad, con costras y desengaños que les ha dejado el paso de la vida, complejos e intensos y descritos con profundidad y ricos matices; relatos presentados con un despliegue visual de primera, con poderío y sin banalidad, sin concesiones a la galería ni vacuos esteticismos, con un dramatismo sociológico que retrata perfectamente lo peor (sobre todo) y (algo de) lo mejor de nuestro país, sin gratuidades ni florituras; y, muy importante, atrapando al espectador desde el minuto uno y no soltándolo no solo hasta el final del metraje, sino incluso hasta varios días después, tal es la fuerza de sus pelis y la impresión, el poso que nos dejan. Imprescindible. Grande, muy grande, este sevillano que con sus 43 años tiene toda la vida por delante para crear artefactos visuales tan poderosos como esta «La isla mínima».
«LA ENTREGA». Más reconocida por ser la última peli que dio tiempo a interpretar al gran James Gandolfini, icono de la serie «Los Soprano», que por sus muchos méritos cinematográficos, estamos ante un thriller escrito por Dennis Lehane (autor de las novelas «Mystic river», llevada al cine por Clint Eastwood y «Shutter Island», por Scorsese) y muy bien contado (extraordinarias secuencias en el bar y en las oscuras y sucias calles de cualquier lugar del Brooklyn menos cool) por el director, Michael R. Roskam, e interpretado con primor por el propio Gandolfini y, muy particularmente, por un portentoso Tom Hardy del que desconocíamos semejante talento, y es que es una de las interpretaciones que más nos ha convencido de todo este año de cine. Una peli de menos de horas que se te pasa en un minuto y que asombra y deja un inmejorable sabor de boca final con un desenlace no solo sorprendente sino fastuoso, redondo. Cine de primera, basado en un guión que se acerca a la perfección, que debería gustar a todo el mundo, sobre todo a quienes amamos la novela negra y esos ambientes turbios de los pequeños ecosistemas urbanos en los que las personas toman sus decisiones y se mueven cotidianamente más como reacción a los muchos y dramáticos sucesos que les van aconteciendo que como pasos lógicos y medidos que obedecen a planes u objetivos preestablecidos. Apasionante.
Bueno, pues las sugerencias de discos habrá que dejarlas para mañana, que ya está bien por hoy. Recordaros que no dejéis de ver NUESTRA NUEVA EXPOSICIÓN DE PINTURA, óleos de MARIA EUGENIA RODRIGUEZ, «Geny», y desearos un felicísimo finde.
Os dejamos con la música (una de las canciones de su recién publicado disco «Too Bright») del norteamericano (es de Seattle) PERFUME GENIUS, uno de nuestros artistas jóvenes favoritos. Lo vimos en directo hace pocos años en Barcelona, y tiene una voz que te llega al alma.
Handsome family en Bilbao
LA VIDA CONTINÚA… ya estamos en pleno otoño. Ayer vimos a THE HANDSOME FAMILY en concierto en Bilbao, os lo contamos y os dejamos un video. MAÑANA, SÁBADO, inauguramos NUEVA EXPOSICIÓN: óleos de la pintora local MARIA EUGENIA RODRIGUEZ, «Geny».
(de las noticias, que nos siguen recordando -cada día, con pertinaz insistencia- que vivimos en un país de vergüenza y esperpento, no hablaremos, al menos hoy)
Mañana sábado, inauguramos NUEVA EXPOSICIÓN tras retirar la de Sole Morenés, que tan desbordante éxito ha logrado. Se trata de la obra de MARIA EUGENIA RODRIGUEZ, «Geny». Docena y media de óleos, todos ellos paisajes o retratos, en los que priman el colorido, y la intensidad emocional. «Geny» es una veterana artista de origen gallego afincada hace décadas en Getxo que cita como mayores influencias la obra de Cezanne, Van Gogh, Gauguin y Paul Klee, aunque no cuesta mucho ver en su obra otras referencias: Kandinsky, Picasso, el expresionismo alemán, Matisse y en general el fauvismo (por esa libre interpretación del color que hace nuestra pintora, por el trazo grueso imperante y por la impresión de espontaneidad y vigor que transmite)…
«Empecé hace ya varias décadas pintando paisajes, sobre todo marinas» nos cuenta María Eugenia, «pero el año pasado quise hacer un cambio importante y pensé en los retratos, más concretamente en las caras, y con el paso de los meses y tras reflexionar sobre los cuadros que he ido pintando me he dado cuenta de que, por una vez, me he desinhibido, de que pinto como realmente soy, y de que me gusta hacerlo de manera impulsiva y natural, quizá menos cuidadosa y más arrebatada, buscando la luz y el color». Explica que agunos pintores amigos le comentan que quizá en estas últimas obras le falten tonos medios a su obra, y ella se defiende: «hago lo que el cuerpo me pide, colores fuertes. Prefiero ceder al impulso creativo y ser visceral. Y es que el color me invade, se ha apoderado de mi vida».
Emoción, intensidad, expresionismo…, en una expo que La Estación de Neguri se enorgullece de mostraros a partir de ya mismo (los cuadros se colgaron ayer y la inauguración oficial es mañana).
Para despedirnos, os dejamos con THE HANDSOME FAMILY. Provienen de New Mexico (EEUU), son un matrimonio -de los de alianza en dedo, en ambos casos- que llevan más de veinte años publicando discos y girando por medio mundo. TOCARON AYER EN BILBAO fenomenalmente: piel de gallina medio concierto, su country-folk/blues/rockabilly/tex-mex, dramático y triste en lo lírico pero expansivo y flipante en lo musical, pausado e hipnótico, casi de trance por momentos. Destacan, y mucho pero mucho, en la faceta vocal, por las prestaciones del maravilloso Brett Sparks (bajo/barítono, impresionante su vozarrón y cómo lo usa en directo, mejora a los discos, es increíble; y poderoso y sutil guitarrista, además), a quien podríamos ubicar entre Leonard Cohen, Johnny Cash, Nick Cave, y (sí) a Stephin Merritt, líder de los adorables y, de momento, desaparecidos Magnetic Fields. Háganse a la idea de cómo canta el sujeto. Por su parte, Rennie toca con sentido el banjo y un curioso ukalele que hace las veces de bajo, y también hace coros. Simpática y agradable, esforzándose en hacerse entender en un precario español, no destaca como cantante, pero cumple su función. Vino la pareja acompañada de un batería que puso ritmo y fondo a las historias truculentas y góticas, tristes y con cierto toque de humor negro que cuentan las canciones de THE HANDSOME FAMILY. Muchos años llevábamos queriendo verles en vivo y en directo (apenas han girado por nuestro país, y, que sepamos, no han tocado jamás en ninguno de nuestros festivales favoritos), y ayer, por fin, se cumplió el deseo. A pesar de su contrastada e indiscutible calidad, siempre han sido minoritarios, pero de verdad, aquí y allá, y el significado del término fans no lo conocían por experiencia propia hasta hace bien poco. Pero ayer llenaron el Azkena, en clara manifestación de que están muy de moda. Y lo están porque una canción suya (publicada hace más de diez años y no superior a otras dos docenas que han creado antes y después) suena en el inicio de cada capítulo de la impecable, magnética y un tanto obsesiva serie de TV de HBO, «True detective», de la que hemos visto toda la primera y, hasta el momento, única temporada.
Ambientazo, pues, ayer en el concierto de THE HANDSOME FAMILY. Disfrutamos de un show espectacular, emocionante, romántico (a su manera) e intenso como muy pocos, y, claro, musicón del mejor; o seamos más precisos, del que más nos gusta.
Os dejamos con «Frog», una de las varias canciones que nos maravillan del último disco de esta guapa familia, publicado el año pasado. Impresionante. Y el vídeo merece verse, también.
Os paso este otro tema: «Weightless again», de un disco fantástico, «Through the Trees», que publicaron en 1998
Banda sonora del último disco de «Great Ghosts»
Banda sonora: «Great Ghosts», del último disco, «The Cellardyke Recording and Wassailing Society», del escocés JAMES YORKSTON, casi a la altura del descomunal «Just Beyond the River» (2.004) con el que le conocimos hace ya bastante tiempo. Lentitud, que no parsimonia;, intensidad, que no épica.